sábado, agosto 29, 2009

MISCELÁNEAS

Si alguien sigue este blog con alguna frecuencia, sabrá que lo que más se estila en este sitio son las misceláneas. Borges dijo alguna vez que en la literatura la miscelánea es el peor género porque el autor ya se está dando por muerto; es como si una persona publicara lo último que tiene en un cajón.
¿Qué tiene que ver Borges en esto? En verdad nada, pero es elegante citarlo. En realidad un poco sí tiene que ver porque este post es de misceláneas y personalmente es uno de los géneros que más me gusta en el mundo.
Yo guardo (guardar es una forma de decir), anoto ideas en unos papeles sueltos, tickets de supermercado, boletos de colectivo, y van quedando por ahí–o los guardo en lugares indescifrables- y pierdo todo. Luego, cuando pierdo, supongamos, un disco, revuelvo todas mis cosas y cada tanto aparece alguna anotación y es como si fuera una idea nueva; un regalo. Muchas veces encuentro cosas que ya escribí, el boceto de la idea principal. Pero hay un detalle que hace todo muy peligroso: como soy un tipo desordenadísimo, mis amigas a veces vienen a casa y se meten a mi habitación y empiezan a poner orden. Yo estimo mucho ese gesto, pero me pone incómodo porque algunas amigas no entienden la parte en donde digo “no tires nada que tenga cualquier cosa anotada”. El fin de semana pasado una amiga me decía, mientras yo recobraba algo que ella tiraba, “¿para qué querés este papel?”; al revisarlo vi que tenía anotado el siguiente argumento: “un tipo, influenciado por los ideogramas chinos, escribe una novela en una baraja de naipes. Cada naipe tiene una idea resumida en símbolos y esa novela jamás es entendida porque tiene millones de interpretaciones según quién la lea. Los naipes aparentemente no respetan orden alguno”.
Es una linda idea y recordé que fragüé ese argumento mucho tiempo y jamás pude resolverlo, por lo que quedó perdido por ahí. Si no hubiera visto que mi amiga tiraba un papel chiquito con unos renglones escritos, no hubiera recordado jamás esa trama.
Mi conclusión fue –y se lo dije- que si tuviera que encontrar una albacea, ella estaría descartada.
No es que mis cosas valgan algo, en verdad sólo hay papeles sueltos, dos bocetos con correcciones distintas de una novela abandonada, cuentos malogrados, una especie de diario íntimo bastante decoroso, una aburridísima serie de relatos de amores frustrados que empieza con una historia llamada provisoriamente “La Inglesita”, decenas de cassettes llenos de canciones y bocetos de canciones, ensayos seudo científicos y si la inteligencia me ayuda, antes de morir, romperé todo eso (otro consejo de Borges a Bioy: “Rompé todo porque después viene alguien y lo publica”. Es un gran consejo). Pero como no pienso mucho en la muerte –no lo suficiente- y creo que voy a vivir hasta los 150 años, o algo así, me reservo el derecho de todavía no descartar nada y seguir trabajando en todo eso.

Y todo esto es, al fin, una miscelánea, porque nuestras vidas son eso; un montón de cosas sueltas mezcladas como se puede, recuerdos confusos, anhelos, coincidencias...

Y en mis papeles sueltos encontré una cita de Macedonio Fernández: “Discrepo, desesperadamente.”


Y además:
La hermosa canción de los Rolling Stones "You got the silver" desde la película Shine A Light.

martes, agosto 25, 2009

EL CHIMICHURRI DEL AMOR

Es muy difícil elegir cuáles de estos videos pasar. Así que acá van tres glorias de Cha Cha Cha: hoy, el desafío Worcestershire (uno creo que ya lo pasamos, pero igual vale).







Si por el lechón fuera se autocomería con Worchestershire

viernes, agosto 21, 2009

FUERA DE AQUÍ, PLANETA

No sin alarma me doy cuenta de que me he vuelto en un hombre muy supersticioso. Quizás toda la vida simulé alguna distracción al respecto, pero esta semana me han pasado cosas raras y dejé entrever, en voz alta, una razón sobrenatural.
Tengo mis razones: ordenando unos videos, encontré parte de mi colección de capítulos de Seinfeld (tengo grabados muchísimos capítulos desde que la serie estaba al aire originalmente – creo que se dejó de dar en 1999, y se repite hasta hoy). Hace mucho que no veía Seinfeld, y ante el entusiasmo de los títulos de los episodios escritos en la etiqueta me dije “muy bien, basta de este asunto del orden; es mejor ver este video”. Pasa el primer capítulo, otro más y al tercero la videocasetera sencillamente dejó de funcionar con video adentro y todo. Infructuosos y hasta ridículos fueron mis intentos de prender el aparato y apretar el botón “eject”. Nada. Prendo, aprieto play y se enciende la luz de rebobinado (pero no rebobina nada, sólo prende la luz). Intento otra vez sacar el video y se apaga. Así durante una hora. Al otro día fue lo mismo, y el video sigue ahora mismo sin dar la menor señal de querer salir de ahí.

Ya venía yo maldiciendo contra algunos movimientos torpes que vengo ejecutando o que simplemente suceden: se me caen las cosas de las manos, me duermo a las 7 de la mañana después de escribir toda la noche y un mensaje de texto sobre la promoción “duplicate” de la empresa de telefonía me despierta a las 9 de la mañana y ya no puedo seguir durmiendo más (quedando mucho más débil, más torpe y más malhumorado, mucho más de lo que soy todos los días –sí, soy todas esas cosas todos los días, pero no tanto como esta semana-), y en la máxima de la mala suerte me corté con una botella de agua mineral...¡de plástico!
No conozco a nadie que se haya cortado abriendo una botella de agua de plástico. Es insólito; eso pasó hoy.

Pero la maldición eléctrica sigue: mi secador de pelo, fiel aliado a la hora de salir a la calle inmediatamente después de una ducha (no me gusta salir a la calle con el pelo mojado, y menos con días de frío), dejó de funcionar siguiendo el mismo modus operandi de la videocasetera: anda, anda, anda, se apaga lentamente. Luego de un pequeño berrinche tiré el secador por cualquier lado lleno de bronca y frustración. Por la noche lo desarmé y no encontré falla alguna. Sí encontré bastante suciedad. Esos aparatos se llenan de mugre sin que uno lo advierta, y lo limpié con paciencia. Anduvo. Mi felicidad fue extrema y me dije “mañana tendré secador a costo de arreglo cero”.
Llega la mañana, me ducho, prendo el secador y deja de funcionar al moverlo. Me doy cuenta de que hay una falla en un cable, hago otro movimiento y salta la térmica. Si no fuera por el disyuntor éste post no lo estaría escribiendo yo, si no que sería un aviso necrológico de algún amigo contando mi trágico deceso: “nuestro querido amigo Marcelo D’Onofrio murió al ser fulminado por un secador de pelo mientras se peinaba”, la cual sería la muerte más absurda y humillante del mundo. Dios bendiga al inventor del disyuntor.

Prendo la computadora y no anda. Me llevó horas hacerla funcionar, pero aquí estoy, contando esta anécdota.

Y mi conclusión desde hace días (aquí entra el asunto de la superstición) es que todo esto se debe a la presencia de Júpiter en alineación con la Tierra. Desde que apareció ese planeta todo anda mal. Y no soy el único que lo dice: ya recibí quejas de varias amistades sobre cuestiones misteriosas a la voz de “está pasando algo raro”. ¡Sí, señor! Lo que está pasando es que Júpiter no se va y trae un magnetismo raro o algo así. Lo que era una fiesta astronómica se convirtió en un problema.

Te quería tanto, Júpiter. Con tu color y tu ojo que todo lo mira...ahora te odio.
Fuera Júpiter, basta de presumir tu inmensidad (allí debe radicar el problema: Júpiter es más grande que todos los otros planetas juntos, y La Tierra se debe sentir intimidada). Basta de tu ojo inquisidor y vuelve a tu lugar, a ver si así los artefactos eléctricos vuelven a su normalidad. ¡Quiero sacar mi video de Seinfeld! Ahora voy a tener que comprar la colección en DVD (que no quiero prenderlo por miedo a que deje de andar).

¡Fuera, Júpiter! ¡Fuera!

miércoles, agosto 19, 2009

BASTA DE LA MENTIRA DEL CAMPO

Es hora de tomar posición (un poco más):

Mientras tanta gente habla sin saber nada -siguiendo el mensaje de algunos medios de comunicación muy interesados en la renuncia de la Presidente de la Nación- algunos periodistas, como el gran Alfredo Zaiat, se encargan de mostrar la verdadera cara de los protagonistas de esta historia en donde se intenta atemorizar a la gente (y mucha gente, repite y repite ese mensaje).

No soy yo quien para dar análsis políticos (¿o sí?), pero hay que decirlo: el campo, esa mentira agrupada llamada "el campo" -una extraña abstracción si las hay- miente. Cuando se le pregunta a ese mentiroso de Biolcatti, cuando se le pide que dé pruebas de sus alarmantes profesías, no tiene respuesta (o inventa máquinas que evitan sequías).

Basta con ver éste video: (un audio de Radio Nacional)



Pero como este hombre habla de pobreza (ya que según muchos la Presidenta no debe hacerlo...no entiendo bien por qué ya que es, entre otras cosas, la Presidente y es su trabajo hablar y solucionarla), el historiador Felipe Pigna explica -y demuestra- que la mentira del campo sigue y sigue.

Cuidado con esa gente...

jueves, agosto 13, 2009

A FAVOR DEL AMOR MULTILATERAL

Rompiendo toda formalidad voy a contar algo muy personal.
Leyendo el blog www.vanacostumbre.blogspot.com me acordé que hoy me dio como una felicidad por el acto -no exagero de calificarlo- heroico de Mike Amigorena al revelar su amor por la bella y encantadora Carla Peterson.

El tipo fue descubierto y dijo "sí, está bien, es ella". Se la jugó. Por eso digo heroico; porque el tipo sabe que tiene todas en contra (ella está de novia o comprometida con un francés...¡un francés! ) y el tipo igual dice que está enamorado de ella sin miedo a que sus amigos más ingratos le canten "ja, ja, ja, tiene novia, tiene novia".

Ése cantito, y no otro, fue el que traumó cuando era chico. Le tenía terror a esa burla de "eeehh, te gusta Fulanaaaa", y ese miedo me acompaña incluso hoy. Quizás por eso casi nunca digo quién me gusta o si salgo con alguien. ¿Miedo al rechazo? Puede ser. ¿Miedo a la burla? Puede ser. ¿Miedo a que la chica salga corriendo, o me escupa en la cara, o llame a la policía, o me imponga una restricción judicial en la cual no me puedo acercar a menos de 500 metros? Puede ser. Pero casi nunca digo algo (salvo, por ejemplo, que me encantan Penélope Cruz y Kate Hudson y que me casaría con cualquiera de las dos, pero como no se van a enterar jamás no me da miedo)

Bueno, siguiendo un poco el ejemplo varonil de Amigorena voy a decir que estoy enamorado (por decirlo de algún modo) de cuatro mujeres. No salgo con ninguna de ellas, por supuesto, pero me enamoran (aunque quizás en diferentes grados. No lo entiendo bien al asunto aún)

La pregunta es: ¿se puede estar enamorado de tres o cuatro personas al mismo tiempo? Sé que científicamente la respuesta es no; que lo que se puede es sentir atracción sexual por varias personas, pero no enamoramiento. Bueno, yo desacredito esa teoría y lo digo bien claro: de esas cuatro chicas, yo podría vivir con dos un romance paralelo sin ningún problema ético o moral. Hay dos que logran convertirme en un títere (a eso le llamo enamoramiento).
¿Es posible estar muy enamorado de dos personas? Yo creo que sí

Un poco de eso habla el cortometraje que escribo (que como anécdota cuento que anoche se rompió la carpeta en donde está el borrador del guión. Es de esas carpetas transparentes que se enganchan con una vara, y ya lleva tantas hojas que la vara no aguantó más, así que se está convirtiendo en un mediometraje).

Entonces retomo: ¿se puede amar a una, dos, tres, cuatro personas? No hablo de lo sexual, no me digan "ay, ¿de qué te la das?", hablo de la emoción de saber que te podés cruzar a esa persona por la calle, o te va a llamar o que la vas a ver a la noche; de eso hablo.

Tampoco vale decir "pero el enamoramiento no es lo mismo que el amor". Acá en este blog la convención es: enamoramiento es igual a amor y viceversa. Si me gusta alguien me enamoro y la amo. El amor diferenciado, en el cerebro, se llama apego y acostumbramiento. Lleva otro proceso muy distinto al inicial. Yo a eso le llamo "aburrimiento, hastío, no te banco más". Se llega a ese estado luego del tercer mes, por eso hay que romper las relaciones a los tres meses.

La polémica está instaurada.

¿Los nombres de las chicas que me enamoran? ¡Ja, ni soñando!

domingo, agosto 09, 2009

LAS CALLES

Las calles (si podemos llamarle a esto calles) guardan una exactitud secreta. Creo haber pasado por aquí hace tiempo.
Los hombres caminan las calles sin medir esa exactitud. Algunos, he visto, ni sospechan el misterio que se esconde a cada paso. Es tal vez parte de la conducta, de esos atributos inherentes de los caminantes, escapar a las matemáticas que se evidencian.
Quiere el tiempo –con ese capricho del tiempo- que olvide a los caminantes. A veces recuerdo (o invento) sus caras, pero es casi imposible que las asocie a sus historias. Lo que no es imposible es que cruce a alguien que ya he visto antes; tengo esa vaga sensación de conocer a algunas personas. Creo que el azar, con sus aparentes desidias, ejerce la trampa que guarda este laberinto. Todo aquí es reiterativo. Todo aquí, en este rectángulo, es circular.
El azar, lo sé bien, esconde con peligrosa complicidad del destino, un secreto debajo de alguna de las baldosas. Sé que aquel que dé con esa baldosa, con ese paso único- por más que se haya repetido infinitas veces- conocerá todas las caras de los caminantes que se ven una y otra vez. El que encuentre ese lugar sabrá del destino de todos, incluso el propio; quizás por eso es tan difícil encontrarlo.
No estoy seguro de haber pasado por aquí antes, pero reconozco el lugar; reconozco las caras nunca vistas; reconozco estas matemáticas, el laberinto, el engañoso rectángulo. Sospecho que el destino me ha cruzado con el azar y encontré, sin notarlo, la imperceptible baldosa y si eso es así mi destino es penoso: dar vueltas intentando encontrar otro aparente destino, que ahora quizás sueño; y ese sueño parece el de todos: creo que todos aquí buscan dar el paso secreto. Si la percepción no me engaña, he dicho, yo ya lo encontré.
Seguir buscando algo que se ha encontrado es triste. Más triste aún es buscarlo cuando ya se ha ido y ni advertimos que el destino es buscar un destino que ya está marcado y es inalterable.
Pero lo peor es saber que todos ya han encontrado el secreto, y no se resignan al designio, aun sabiendo que no hay otra alternativa que dar vueltas.

viernes, agosto 07, 2009

ONE WEEK



La pregunta es: cómo hizo para no morir filmando alguna de estas cosas increíbles.

Un fragmento de uno de los mejores cortos del mundo "Una Semana", del genial Buster Keaton.

lunes, agosto 03, 2009

¡OH NO!, ¡HAN VUELTO!

Poderosos en la noche, el auténtico Rat Pack Porteño: Carlos Nebbia, Marcelo D'Onofrio y Manuel Ibarrola (iluminando como símbolo de sapiencia), en una (sólo una más) muestra de sofisticacióny estilo.



¡Cuidado señora!: sus hijas podrían encontrarse con esta gente.