jueves, enero 28, 2010

MANIFIESTO EN CONTRA DEL DESTINO (Y DEL GOLPE DE CALOR)

Para desarrollar esta especie de teoría deberé explicar cómo llegué a ella. En verdad no es tan necesario explicarlo, pero quizás el contexto ayuda.

Anoche (antes de ayer) no me sentía muy bien, el calor no ayuda a sentirse bien, y así anduve, dando tumbos. Me pegué una ducha fría (la número mil en el día) e intenté dormir con un ventilador a toda potencia; fue infructuoso. Creo que dormí un poco y salí de la cama sintiéndome peor que cuando me había acostado. Así llegó la mañana y empecé a perder lucidez; parecía un zombie. Creo que fumé un millón de cigarrillos, estaba muy nervioso. A partir de ahí tengo una laguna en la memoria, no sé qué pasó. Recuerdo estar en una librería y luego en el supermercado. Me acuerdo que la cajera me dijo “viniste temprano” y le contesté “primero hay que pasar hoy, después vemos”. Por suerte hice los trámites que tenía pendientes durante el lunes a la mañana, porque ya el cuerpo no me respondía y no hablaba con claridad (imaginen a un tipo que siente que está con 40 grados en el cuerpo, sin poder hablar bien, andando por distintos bancos haciendo trámites, es imposible). Después hay un bache en el que estoy viendo televisión acostado y ahí empieza el auténtico derrotero: dije “voy a dormir porque no me siento bien” y a partir de allí entré en la fase de “se me cayó el sistema”. Colapsé. No podía respirar. Me dio un shock (onda Susana) térmico. No sé si existe el término “shock térmico” (queda mejor que decir “golpe de calor”), pero estaba así, empecé a desvariar del todo y ya no había control corporal. No coordinaba. Decidí salir al balcón a fumar pero el cuerpo me quemaba y no podía ni prender el cigarrillo; mientras, miraba pasar a la gente. Sé que podría haber llamado a un médico pero pensé que me iba a curar si dormía un poco. En la cama empecé a hablar cosas sin sentido, no puedo recordar qué decía, pero parecía un loco. Me acuerdo que estaba insultando a muchas personas (conocía a casi todas) y cada vez que parecía que iba a dormirme, empezaba el calor infernal y otra vez a los insultos contra personas que conozco bien. Mi cabeza era una espiral, y en esa sucesión de incoherencias apareció algo que me acuerdo muy bien: vi, como si fuera un video, la misma imagen que había visto en el balcón mientras luchaba con el cigarrillo, vi a una chica muy bonita. Dije en voz alta: “si yo bajara y la mirara a los ojos, ella seguiría caminando como si nada, y alguien podría decir que eso es el destino” (quizás no fueron las palabras exactas, pero era algo así). “Pero eso no es el destino –seguí intentando decir con mucha dificultad- porque si yo hubiera bajado, debería, además de mirarla, hablarle, entonces el destino no está haciendo nada, todo lo tiene que hacer uno. En cambio, Dios, es mejor en este asunto: sólo se hace cargo de las consecuencias. Si la mina sigue caminando sin inmutarse, Dios podría haber armado esa jugada y asunto cerrado. Ahora, cuando le llaman destino, hay que trabajar mucho.

Algunas personas dicen que el destino se lo arma uno...¿entonces por qué le dicen destino a todo lo que uno inventa? Le dan mucho protagonismo a un destino ineficaz, quitándole mérito a las habilidades propias. Destino es si voy caminando por la calle y viene Pamela Anderson (no sé si dije ese nombre pero para el caso es lo mismo) y me dice “me gustás”. ¡Ahí está el destino! Ahora, si yo tengo que ir y laburarme a la mina, no es destino un cuerno, es mérito mío; o fracaso si no me da bola”.
Después me dormí, diciendo esas cosas. Por suerte, mi abuela advirtió el problema y me asistió sin problema.

Ahora, ya despierto, débil pero mejor, puedo escribir esto y lo que me sorprende es haber estado, siendo un agnóstico, tan a favor de Dios cuando intervienen el destino y el azar.
Quizás estoy intentando decir que Dios no interviene, sólo felicita o acompaña, pero una vez que los hechos han terminado; luego empieza otra historia y Dios queda como un testigo silencioso para luego volver a felicitar o acompañar, y así por siempre.
El destino tal vez hace lo mismo, pero interfiere: mira e interviene en casos extremos, como el de Pamela Anderson o si a uno se le cae un piano en la cabeza, pero si uno advierte que el piano va a caerse y se pone abajo para recibirlo, ya no es destino, es decisión.

De todos modos, ahora que recuperé toda mi lucidez, lo que me alarma es que yo estaba ahí, a punto de ir a tocar la guitarra con Gardel y ustedes como si nada. Me desplomé y ustedes dale con la fiesta, con el aire acondicionado, las piletas, la fiesta, la pileta, la fiesta, el año nuevo, las obras de teatro en Mar del Plata, los discos de Serrat, la pileta, el programa nuevo de Nicolás Repetto, la fiesta, y todas las banalidades, mientras yo me ahogaba y ya estaba a un paso, ¡¿qué digo un paso!? ¡medio paso! del fin, y ustedes dale que dale con la fiesta.
No hay más consideración, ni siquiera por un pobre moribundo como yo.
Qué destino ingrato...¡Mirá, mirá! ¡Ahí viene Pamela Anderson!

ACTUALIZACIÓN DE ALGÚN DÍA:

Mientras aún me repongo bajo los intensivos cuidados de mi abuela (que es médica pediatra, y como todos saben, yo soy un niño), paso el tiempo escuchando a la misteriosa "Ray Milland Band" con su Himno Óptico cerrando el "Badía y Cia" de 1986 (toda esa gente es misteriosamente parecida a otra).

viernes, enero 22, 2010

LA ENTRAÑABLE AMISTAD DEL VERANO


- ¿Te acordás esa noche en Hipopotamus?
- No me digás...sin un mango me quedé...
- Porque vos no sabés frenar a tiempo. Mirame a mí...
- ¿A vos te voy a mirar?
- ¡Más bien, querido! Aprendé de papá.
- Si vos pie que ponés en un lugar...no me hagás hablar
-¡Decilo!
- Dejá...
- Decilo, gil.
- Mina que te gusta, mina que te manda en cana.
- Bueh, bueh. Habló la monja de clausura.
- A mí no me agarraron nunca.
- ¡Y a mí tampoco!
- Vos...¿¡vos te acordás cuando te agarraron durmiendo en una cama en esa casa al lado de la tuya!?
- ¡Y estaba al lado! ¿Qué querés? ¡No puedo estar en todo!
- Siempre negando.
- No te calentés, Ben...¿para qué somos amigos?
- Eso me pregunto yo, Roberto.
- ¿Vamos a comer al Ufo Point?
- ¿Ahora?
- Ahora.
- Dale.
- Che, no traje la billetera. Pagá vos que yo te lo devuelvo a la noche.
- ¿¡Todos los días lo mismo!?
- Daaale, no seas botón.
- ¡Yo soy el botón! Te garpo todo y soy un botón...
- Qué carácter, Benito. Así no te vas a casar nunca.
- Tu hermana no se va a casar.
- Puede ser, pero la tuya me dijo que conmigo estaba encantada. Jaaaa. Es un chiste, Benito, ponele onda...cómo te quiero, hermano.

jueves, enero 21, 2010

LA VENTAJA DE NO IR AL CINE

Anoche pasé por un kiosco de revistas y ya están vendiendo "El Secreto de sus Ojos". Es un film extraordinario. Seguro todos la vieron, pero yo recién la vi hoy y en mi casa (no como ustedes que van a esos cines donde los asientos se mueven y la gente come, y suenan los teléfonos y cada tanto el acomodador te apunta con la linterna en la cara -sólo para molestar- y, como siempre, la mina que va con uno, se termina yendo con el señor de al lado...odio los cines, sí).
En cambio en mi casa no me pueden robar a mi novia...exceptuando aquella vez que estaba viendo un dvd muy bien acompañado y un vecino tocó la puerta para pedirme unos hielos y no sé qué, y risa va, risa viene, mi novia se fue con el vecino...no, si es como digo, no se puede ver ninguna película en ningún lado.

En fin, si no la vieron vean urgentemente El Secreto de sus Ojos, de Campanella, antes de que se gane el Oscar (porque lo va a ganar).

Chau, amo a todo mi público...agradezco este premio, quiero dedicárselo a mi novia que está sentada ahí en la segunda fila, al lado de ese señor que...la está be..¿sando?...¡Alicia! ¿A donde vas con ese tipo? ¿Cómo que no me querés más? ¿Pero no podías esperar a que agradeciera el premio?...Bueno, se lo dedico a Campanella.




(Y a esta mujer, pero como no quiero problemas con su marido, no la menciono).

martes, enero 19, 2010

MARCELLO, COME HERE

Qué lindo que alguien te llame así...qué ganas de ir a Roma.

lunes, enero 18, 2010

LA MEJOR CONTESTACIÓN DEL MUNDO

(Anoche, durante una conversación telefónica con una amiga muy querida a quien no veo hace casi diez años)

MD: (ofuscado) ¿Por qué sos tan nihilista?

AT: ¡Porque puedo!


Debo admitirlo: es la mejor contestación que me han dado en la vida.

jueves, enero 14, 2010

(PERSONAL) APOLOGÍA DEL HUMOR

Me paso todo el día buscando la forma de no ser autoreferencial. Nótese cómo empieza el párrafo; me paso todo el día.

Es muy difícil tener un blog y no contar cosas propias, salvo que uno esté todo el tiempo haciendo análisis de cosas desde una abstracción total. ¿Por qué digo esto? Porque me he pasado el fin de semana pensando en el humor y su importancia, y no podría escribir esto sin una autoreferencia, porque no voy a analizar el humor en sí, si no la importancia en la vida de cada uno; y como este es mi blog, voy a usarme a mí como parámetro.

Queda bien decir que uno se ríe con las cosas complejas, y no estaría faltando a la verdad, sin embargo también es políticamente correcto decir que uno se ríe con cosas habituales o de sí mismo. En el medio de esas cosas, pasa de todo y quizás allí hay una clave.

En lo particular me río bastante de cualquier cosa, me cuesta mucho tomarme algún asunto en serio, pero eso es un rasgo del nerviosismo. La prueba es que soy un tipo que le gusta hacer reír si está de buen humor, y si no, hago reinar el pesimismo y la tragedia. Me paso el día de mal humor y renegando de todo, pero me calmo cuando veo alguna cosa que me haga reír. Supongo que todo el mundo es así (no lo sé, tengo poco trato con la gente).

El sábado a la noche enganché en la televisión una película que me pareció buenísima. Se llama “Kiss, Kiss, Bang, Bang”; muchos me dijeron que ya la vieron (es del 2005...yo no estoy muy actualizado en temas de cine, ni en ningún otro tema) y en algún momento me pareció muy densa desde el lado del humor. Obviamente el guionista buscó ese efecto y el director hizo que Robert Downey Jr se luciera en ese personaje que fracasa y está signado por la mala suerte. Ahí está la clave: el tipo vive situaciones horrorosas, pero uno se ríe; la novia lo deja, lo usan como cebo para contratar a otro actor, miente sobre su profesión, se enfrenta al peligro con un éxito azaroso, se ve obligado a matar gente y hasta pierde un dedo que es comido por un perro. Y todo eso que podría verse como espantoso o humorístico, no es ninguna de esas cosas del todo, porque Downey da una gambeta actoral extraordinaria cuando se abraza al perro que le come el dedo, completamente abatido por haber matado a alguien; y aun con las desventuras que siguen, siempre el sabor es amargo. Casi una caricatura del humor inglés. Todo eso me hace gracia, porque es una exageración de las desgracias habituales que son bastante insoportables.
¿Y cómo se sobrelleva todo lo insoportable? Fácil: con resignación o con humor. Prefiero el humor.

Cuando tenía 15 años, la novia que tenía en ese momento me dijo “¿cómo te la das de culto si te gusta Olmedo?”. Aunque jamás la fui de culto (aparte todos mis amigos saben que no lo soy), nunca sentí una contradicción en eso; te puede gustar Les Luthier y Olmedo sin problema. ¿O alguien se anima a discutir que Álvarez y Borges no son uno de los grandes momentos del humor? Y voy más lejos: si alguien no está de acuerdo, estoy seguro de que nunca vio ese sketch, al menos no con atención.

Y con toda la mala prensa que tiene entre la intelectualidad, me gusta muchísimo Guillermo Francella. Me parece un gran actor que con recursos mínimos te puede hacer reír. Y el tema Francella da para mucho, porque hay varios aspectos en su interpretación en los que puede pasar de la comedia a la tragedia sin problema, y eso lo hacen los grandes actores (si no me creen vean a Vittorio Gassman en “Los Desconocidos de Siempre” y luego en “Perfume de Mujer” –la versión original, claro-).

Lo malo es cuando hay cosas que te dan gracia una vez, a la segunda te preocupa y la tercera es tristísima. Me pasa eso con un programa de la radio más escuchada en AM, en donde los oyentes llaman para contestar consignas inservibles. Y encima se lo toman en serio. Y para peor, hay tipos como yo que lo escuchan a veces para sentirse mal, para torturarse. Escuchar decenas de personas (tal vez cientos entre los mensajes que se leen al aire) contando cuál es la pileta que más recuerdan de los 70´s, 80´s y 90´s (de verdad, lo escuché hoy) y hacer todos los días lo mismo se acerca más a una estafa que a un programa de radio. Y son esos programas donde llegan al chiste fácil o a la obviedad, y en lo que respecta al humor, los chistes no me gustan porque suponen un remate previsible.

El gag, en cambio es distinto, porque aunque tiene un remate, puede ir hacia cualquier lado -estoy recordando la escena de La Pantera Rosa cuando Clousseau entra en una habitación oscura, prende un fósforo y camina, hasta que alguien prende la luz y se advierte que Clousseau está caminando en una cinta de ejercicio-.

En fin, me gusta el humor en casi todas sus formas y me gusta la gente que se divierte con situaciones imprevisibles, que no subrayan lo obvio, si no que caminan por una línea muy sutil donde el humor puede suceder, o todo lo contrario.

Ahora que releo este breve ensayo personal, más que una apología del humor, es una cosa bastante mal escrita y casi sin sentido...

Pero bueno, me río de eso también (y porque hay que escribir algo, porque ya me llamaron de N.S.N Entertainment y me dijeron “o actualizás o chau picho” y como saben, me pagan por escribir aquí...pero no debería contar eso).

Ríanse de todo, es lo mejor que puedo decir. Y lo digo en serio.

Seguiremos otro día con este asunto, pero él te mató...Davi y Adá...Paraaá...¡Más!...Aah, ¡pero el tema todavía da para más!

domingo, enero 03, 2010

CHICAS TÍMIDAS, TIPOS TONTOS

Estoy sorprendidísimo.
Veo en Hotmail consejos para mujeres para acercarse a un tipo.
¿Las mujeres tienen ese problema?

Me resulta interesante, porque es una idiotez. ¿Cómo una mujer va a tener problemas para acercarse a un hombre? ¿Cuál puede ser la dificultad? Sólo se me ocurre una respuesta física; ella está en un andén del subte y el tipo que le gusta está en el de enfrente y no llega a hacerle señas. O el tipo vive en República Checa (ex Checoslovaquia) y ella en Chivilcoy, y de hecho ni siquiera se conocen…ni siquiera sospechan de que el otro existe (ése es un buen argumento para un cuento).
Otra respuesta a los problemas que pueda llegar a tener una mujer para seducir no se me ocurre. Ni siquiera leí la nota; me parece inconcebible. La timidez quizás, pero es una idea muy vaga. Las chicas lindas pueden ser tímidas, pero con sentarse cerca del tipo que les interesa ya habrán captado su atención.

Quizás no lo comprendo porque estoy siendo autoreferencial: yo soy, ya se sabe en todos lados, el tipo más fácil del mundo y alrededores. Con que una mujer me diga “Buenos días” y me sonría, ya está, me caso. Y si es linda, me enamoro y todo.

No entiendo a los hombres difíciles. ¿Por qué? ¿Bajo qué pretexto son difíciles? No vale decir “bueno, capaz es casado”. Eso no es un impedimento y las mujeres lo saben muy bien. No estamos hablando de una relación a futuro. Incluso los amantes mantienen relaciones a futuro sin darse cuenta.

Una mujer difícil, sí, es comprensible…pero ¿un hombre?

Como varón puedo decir: chicas si un tipo se hace rogar mucho, si no responde a una sonrisa seductora, una bajada de ojos, o el imposible más explicito “me gustás”, rajen.