Un crack del fútbol. Un hombre que a sus 29 años, habiendo ganado todo, no puede con su temperamento; ese temperamento foribundo, pero a la vez, como una paradoja casi inadmisible, vulnerable. Esa contradicción digna de las figuras que brillan.
Amado y odiado, admirado y rechazado. No alcanzan las definiciones para explicar los sentimientos que genera este insigne jugador.
Sin más, el gran Flavio Pedemonti:
viernes, enero 16, 2009
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1 comentario:
jjjjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
gracias!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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