El hombre, a lo largo de la historia, ha logrado dominar muchos aspectos naturales para evitar grandes catástrofes. Esto significa que hay miedos que pueden ser manejados.
Sin embargo me gustaría plantear dos cosas que me aterrorizan de sólo imaginarlas un segundo.
Creo que casi todo puede calcularse en la Tierra, ¿pero que pasaría si algo se presentara imprevistamente desde el espacio?
Primer caso:
Imaginen que una noche vemos al cielo, y la luna se ve gigante, más que de costumbre. Hay noches que se ve así, hermosa, naranja, y parece una escena de película. Pero mientras contemplamos esa imagen extraordinaria, advertimos que el radio del satélite comienza a agrandarse cada vez más; en menos de dos minutos se hace evidente que la luna está por caer sobre la Tierra. Sabemos que no hay escapatoria. Lo peor es que no tendremos posibilidad de escapar por más que fuera a caer a miles de kilómetros de donde estamos, si no que mucho antes de que caiga, a los cinco minutos de darnos cuenta que la luna se nos viene encima, el planeta perderá la órbita y en menos de 30 segundos moriremos congelados ( si la Tierra se desplaza sólo unos metros en sentido contrario al sol) o carbonizados (si vamos hacia la gran bola de fuego). Perdida la órbita, en sólo segundos, perdida toda la vida en la Tierra que será una gran roca divagando por el Universo.
Segundo caso:
Un día, muy pronto, un grupo de científicos, los más destacados de todos los países, habla al mundo y anuncian: “Lamentamos muchísimo tener que anunciar, luego de estudiar el caso durante los últimos diez años, y guardar silencio al respecto ya que hemos esperado, casi como un milagro, que la masa llegue a cero y se cierre –cosa que no ha sucedido- que un agujero negro que está a muy pocos años luz de aquí, ya está absorbiendo a las estrellas más cercanas, y por los cálculos incompletos de las antipartículas expulsadas desde el agujero, sabemos que dentro dos años –aunque el cálculo puede ser impreciso y pueden ser tres o menos- nuestro plantea será arrastrado por el agujero y caeremos ahí. Nos apena informar que no hay absolutamente nada que podamos hacer. Habrá que ser fuertes, y esperar a que seamos absorbidos por este agujero sin fondo. No guardemos esperanza de ir a parar a otro universo. Sólo recemos para que el final de nuestro planeta con todos nosotros adentro, sea lo menos aterrador posible”.
Imaginen eso. La Tierra desplazándose hace un inexorable final en un agujero negro o perdiendo su órbita.
Si eso no los aterra, no los aterra nada.
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7 comentarios:
ehhmmmm... ciertamente aterradoras tus catástrofes!
espero no recordarlas la próxima vez que me encuentre mirando la luna plácidamente, ya que me voy a poner un poco paranoide! jeje
saludos vecino!
RHOMI:
¡Sí! Esa es la idea, mirar al cielo y pensar: en cualquier momento esto se viene todo abajo.
Vos que sos científica bien sabrás que eso puede pasar.
Estoy pensando muy seriamente en eso, y lo peor es sospechar que voy a llegar a verlo no muy viejo (porque pienso vivir unos 200, 250 años), así que capaz lo veo a los, no sé, ponele, 176 y digo "carajo, he vivido muy poco, ¡aún puedo ser más viejo!"
Un beso grande Rhomi.
te lo regalo!
yo no quiero estar tanto en la tierra! (arriba)
Y pasará lo que tenga que pasar...
como siempre
¿no?
(ultimamente culpo de TODO al cosmos, y me dejo llevar...bah, no mucho,porque soy ansiosa, pero trato)
¿si no me aterra me tengo que preocupar? ¿o me debe aterrar que no me aterre? ¿y si no sabemos qué hacer hasta que el agujero negro nos absorba y nos aburrimos? eso sí que es aterrador. entre tanto aterramiento me marié. beso aterradoramente enorme.
BLANC:
por eso me voy previniendo, porque sé que voy a durar bastante tiempo...a los 106 años diré "me parece que se me fue un poco la mano", pero aún así planeo vivir demasiado como para quejarme al punto de resultar altamente insoportable y decir cosas del estilo "¡hace 100 años la gente escuchaba compact disc y nadie se quejaba por eso!"
Así que en vista a mi longevidad, espero ver el fin del mundo y decir "antes el mundo explotaba y nadie se hacía tanto problema, en mis épocas no pasaba" mientras revoléo un bastón.
Eso o morir muy joven, tanto que no me de tiempo ni para ver cómo se secan los mares...
Ambas cosas pueden suceder.
Un beso enorme y felicitaciones por el no rechazo del parcial.
CARMELA:
Estás acertada, la culpa de todo la tiene el cosmos. ¿Qué hace a todo efímero, imposible y fuera de lo común? El universo con sus aperentes desniveles (ya alguna dije aquí, creo que en forma de cuento, que el universo no acepta, bajo ninguna circunstancia un desnivel, una alteración, todo lo acomoda. Y ese orden suele generar un sinfín de problemas).
Así que sí, es una excusa válida. Por ejemplo:
- ¿Por qué no vino a trabajar?
- Y qué quiere ¿No vio el universo?
- Tiene razón.
Un beso grande.
ADRIANA:
¡Yo estaría más que aterrado! Estoy hablando de un fin del mundo siniestro, rápido pero lo suficientemente lento como para darse cuenta de lo que sucede. Es como cuando se está por quemar un foco de luz, uno sabe que dejará de funcionar en cualquier momento.
Creo que la pregunta que se han hecho todos es "¿qué haría uno si sabe que es el último día del mundo?"
Las respuestas afirmativas son sencillas, pero las negativas son más interesantes. ¿A quién no llamaríamos para despedirmos? ¿A quién le diríamos "no te perdono"?
El misterio sigue y sigue...por lo pronto yo espero que adentro de un agujero negro esté todo lo inalcanzable y lo posible. Una dimensión milagrosa donde todo lo que no puede suceder, suceda, y donde nos espere alguien que nos diga "qué bueno que llegás, te estaba esperando". Ese cielo, es mejor que ningún otro.
Un beso enorme.
recién lo leo: como soy cristiana imagino cosas peores, no te preocupes, y no sólo eso, sino que veo señales y vivo convencida del apocalipsis. Ya lo tengo asumido. Y sí, espero verlo a menos que muera muuuy chica.
Lo que pasa es que nuestra promesa es la salvación del mundo, después del apocalipsis. Pero el zamba va a haber que pasarlo, en este plano o el otro. Y sí, aterra, sobre todo llegar a ser valiente y no abdicar, más que cualquier otra cosa, y ver el sufrimiento duele muchisimo, también.
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