viernes, octubre 31, 2008

ARGUMENTOS DE PELÍCULAS

Como es más barato escribir el argumento de una película que filmarla, publico aquí dos historias que tienen más éxito siendo contadas que convirtiéndolas en films. Incluso podríamos hablar de una productora que sólo se dedica a argumentar películas que no deberán ser filmadas jamás, ya que perderían todo su potencial.
Algún lector intrépido podrá advertir que eso suele llamarse cuentos. Sin embargo no.
Si alguien leyó alguna vez los muy breves argumentos para cine de “Invasión” y de “Los Otros” ambos escritos por Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, más la colaboración de Hugo Santiago en la segunda trama, se dará cuenta de que cualquier intento de convertir esos espléndidos argumentos en películas sería un fracaso, ya que son insuperables y extraordinarios.


ARGUMENTO PARA LA PELÍCULA “EL IMPROBABLE DESTINO DEL NOVIO”

Un hombre está a punto de casarse. En los primeros diez minutos del film se ven todos los preparativos de la boda que se realiza en un gran jardín o un parque. La familia de la novia va y viene. El cura (preferiblemente interpretado por Norman Brisky), saluda a algunas personas, da instrucciones a un monaguillo y espera en el altar. Se ve al novio llegando en un auto con el padrino. El novio está callado. Se advierte que está nervioso. A punto de llegar se inicia la boda. La novia se acerca al altar junto a su padre; es hermosa. El cura le pregunta si está nerviosa y ella sonríe contestando que sí.
Llega el novio, se acomoda el esmoquin y se aproxima al altar. Desde allí da media vuelta y ve a su familia. La novia emocionada le toma la mano.
El cura comienza a leer los votos. La novia sonríe cada vez más por la alegría. El novio sonríe, deja de sonreír, hace muecas, se lo ve acalorado, baja la mirada, vuelve a tomar la compostura. Llega el momento de preguntar si aceptan amarse por siempre. Ella contesta que sí. El cura le pregunta al novio si acepta y éste queda paralizado mirando fijo a su interlocutor. Todos piensan que es un lapsus. El cura pregunta de nuevo, pero el novio sigue inmóvil. Todos se alborotan. La novia le habla, intenta moverlo, le grita, pero no reacciona. El cura intenta hacerlo hablar pero el novio sigue manteniendo la mirada firme hacia delante, inmutable.
La gente intenta acercarse, algunos lo toman de los hombros y solo logran apenas moverlo. Está petrificado.
Un primer plano de la cara del novio deja advertir que en ese momento su cerebro trabaja a una velocidad imposible. Algo se ha activado en él, por una razón inexplicable. Está teniendo todos los pensamientos, derivados de concatenaciones lógicas y de estructuras. A su vez, estas estructuras remiten a otras anteriores, aun desconocidas para él, una tras otra, por lo que empieza a recordar cosas que ni siquiera ha vivido o conocido. Está teniendo todos los recuerdos y pensamientos del mundo y el universo juntos, en una sucesión imposible de descifrar. Esos recuerdos inverosímiles pero reales, aunque no en él, lo convierten en todas las personas y las cosas del universo. Recuerda el olvido del universo para el universo mismo y todas sus continuaciones. Entiende que ya es el todo y la nada, que abarca hasta aquello que no puede comprenderse y desentrama la nada, que no es nada, ya que allí hay algo.
El novio vuelve en sí ante el estupor de todos los testigos. La novia llora.
Le preguntan si se encuentra bien y contesta, reaccionando con dificultad pero con cierta seguridad “podríamos decir que a partir de aquí, entramos en la desgracia”

Fin.


ARGUEMENTO PARA LA PELÍCULA “LA TRAMA INFINITA”

El autor de un blog lee algunos libros. Uno de ellos es “Idiotas Primero” de Bernard Malamud . Ese libro lo inquieta sobremanera más que nada por lo ilegible gracias a la pésima traducción y la imposible sintaxis, que hace parecer a ese libro una edición sin corrección ni supervisión por parte de editor alguno. El lector enloquece en un momento y arroja el libro por la ventana movido por la bronca. Decide que ese episodio podría ser un buen argumento para una película y lo escribe. Cuando lo escribe, detalla los episodios y se escribe a sí mismo escribiendo el argumento. Ese mismo personaje, escrito, debe a su vez escribirse a sí mismo escribiendo el argumento que incluye al mismo autor escribiendo que él mismo escribe la trama. Así hasta el infinito.
En ese momento, el autor se da cuenta de que podría él mismo ser un invento de otro escritor, que a su vez es él mismo, que está escribiendo la misma historia; por lo que el fin sólo dependerá de que el protagonista decida terminar con la trama. De todos modos, si él llegara a ser un reflejo de otro escritor que es él mismo pero a la vez no lo es, el fin de su vida será cuando este probable autor paralelo decida terminar con la historia y así con todas sus repeticiones.
La única forma de averiguar cuál es el verdadero autor del argumento es matar al personaje de la historia, pero por miedo no lo hace, ya que tal vez, esa también sea una decisión del escritor que escribe al autor, que puede ser un autor escrito por la última de las repeticiones, que se dan en forma circular, por lo que la película se hace infinita ya que nadie se atreve a decidir dónde está el final y ni siquiera el principio.

Continuará...indefectiblemente

3 comentarios:

Adriana Menendez dijo...

en realidad, los dos personajes son el mismo; para el escritor podríamos decir que a partir de aquí entró en desgracia y para el novio que la película se le hará infinita. beso con abrazo muy grande.

carmela dijo...

¿el cura norman brisky?


¿vos decís?

Yo el otro día pensaba...porque se pasa de un libro a una película, pero jamás de una película a un libro.
¿La literatura 1 el cine 0 ?


Reflexiones medios bobas de un lunes pre parcial.

besos

Marce D´Onofrio dijo...

ADRI:
¡Tristemente cierto!
Es una idea lindísima: dos películas que se hacen una, o dos películas que se reestrenan al otro año con los argumentos mezclados y la gente se queda media despistada intentando adivinar qué diferencias hay entre la versión anterior y la presente.

Es muy interesante eso.

Ah sí, sí...cualquier excusa es buena para no casarse.

Otro beso con abrazo grande.

PD: Nadie olvide que el jueves se presenta el nuevo libro de Adriana Menendez, en un lugar que desconozco, a una hora que tampoco me es confiada, ni puedo revelar.

A los que quieran saberlo, van a su blog, o esperan a mañana aquí que informaremos. Yo creo que voy a estar ahí, cometiendo unos actos vandálicos, como suelo hacer en las presentaciones de libros.


CARMELA:
A ver, vamos por pasos.

Definitivamente el cura es Norman Brisky. tenés que imaginarlo diciendo las cosas que se dicen en los casorios, con palabras entrecortadas, porque se va quedando sin aire, así como habla Norman Brisky.

Ahora viene la parte donde me hago el profesor: no, no es del todo cierto que no se hagan libros de películas. De hecho hay una rama de escritores (en Hollywood hay bastantes) que se dedican a transformar en novelas los guiones de los films. Está bastante mal visto en el ámbito escritoril, según dicen.

Así que no está nada mal esa reflexión, sólo que a veces parece que hubieran más películas que libros. Igual no está mal, no creo que deban competir las películas y los libros.

Y aprovecho para saludarte y flictarte por el subsidio que consiguieron para el teatro, según leí en tu blog. Cuando quieras mandá la información que la haremos circular aunque sea a punta de revólver.

Y cuente cómo le fue en el parcial, caramba.

Un beso grande.