miércoles, abril 16, 2008

TODO TIEMPO PASADO FUE PEOR

Muchas ventajas corren estos días.
Desde el vamos podemos decir que la post modernidad (si es que todavía estamos ahí o ya arrancamos otra cosa) es notablemente superior y se evidencia cuando uno va al dentista: hace 50 años atrás era muy doloroso un proceso odontológico y hace 70 años los dentistas eran, también, peluqueros.

- Buenas tardes, señor. ¿Le corto las patillas?- Sí, y aféiteme. Luego hágame un corte media americana y después sáqueme dos muelas- Perfecto.

Muy bien, teniendo en cuenta esa premisa podemos ir en contra de algo que viene escuchándose desde el comienzo de la historia: todo tiempo pasado fue mejor. No hay que ser muy inteligente para decir y afirmar y hasta demostrar que eso es mentira. No hay nada más lejano a la verdad que adjudicarle un carácter de “mejor” a un tiempo que no vuelve más.
A lo largo del día se puede escuchar no sólo a señoras como podrá imaginar el lector, si no a tipos que no llegan a los 40 años, reivindicando el pasado como algo glorioso.

"¿Pero por qué sucede esto?" Me preguntó una joven en una charla del subte B, a lo que contesté con un lacónico “yo no sé”. Y luego llegué a mi casa, e investigando un poco di con una respuesta más o menos coherente. La gente cree que el pasado es mejor porque allí, en medio de esos recuerdos, está el reflejo de lo que fueron. No es porque la distancia del tiempo con los hechos propios sea amable, ni porque la memoria se vuelva una trampa de confusiones; si no que el pasado parece mejor porque lo que el pasado encierra es la propia juventud.

“Antes todo era mejor porque se podía jugar en la calle y uno se veía con los amigos”, puede decir un señor nostálgico. Pero lo que está queriendo decir es “antes podía yo salir a la calle, sin responsabilidad alguna y jugar horas y horas en la calle con mis amigos, que sí tenía, no como ahora que no dispongo de tiempo ni amigos...ya no tengo diez años”.

La otra noche escuché en la radio a un tipo que ha hecho escándalos en la televisión sin parar y consultado sobre la televisión actual dijo: “lo nuestro era sano, ahora se puede mostrar cualquier cosa”. Esto demuestra que existe la costumbre de tildar todo como mejor o más sano sólo porque ha pasado antes, y aun, cuando no hay diferencia entre un programa bochornoso de hace diez años con uno de hoy, los que estuvieron ahí se jactan de haber sido más inocentes que los actuales. Insisto, hay una nostalgia por el tiempo que se va, no por la calidad de las cosas.

¡Cuidado! Esta crónica no se propone abolir el pasado. Muy por el contrario. No confundir la evolución con el típico olvido liberal.
Los que tenemos cierta afición por los libros de historia, sabemos bien que el truco consiste en otra cosa. El secreto está en tomar a los mejores personajes. Por ejemplo: Todos sabemos que Napoleón Bonaparte no se hizo Napoleón Bonaparte porque sí, si no que fue un visionario que sabía muy bien de dónde venía, pero también sabía qué quería lograr.
El presente es el plano de la acumulación de sucesos pasados y de proyectos futuros. Si falta alguna de esas dos cosas, no hay presente.

“¿Pero de qué sirve estudiar el pasado si el presente es mejor?” Insistió la chica en el subte, ya caminando en el andén. Tampoco tuve respuesta, pero luego la llamé y le dije: “volvamos al ejemplo de Bonaparte. Tomemos la mejor parte que son la de los chismes. Si se lee eso con atención, se puede ver que Napoleón tuvo unas amantes buenísimas y se vio seriamente complicado por eso alguna vez. Y aquí, doscientos años después, viene cualquiera y dice “aah, mi amor por Clarita es único en todo el universo. Nadie ha amado como yo”. Pero si usted tuvo la precaución de leer esos libros antes, va a notar que el que dice eso sólo es un estúpido, porque ya hubo mejores amores. Napoleón los tuvo y los tuvieron, los tendrán y los tendremos todos. El estudio de los hechos del pasado nos salvaguarda de pasar por tontos”.

He ahí el problema. Si algunos no están aferrados al pasado, están modernizados a tal punto que creen que todo es único y que nunca se ha hecho nada. Basta con ver alguna película de los hermanos Marx para advertir que eso es inverosímil. Todo lo que creemos gracioso, único o inteligente ya se ha dicho antes. Tal vez mucho antes.

“¿Y cómo podemos evaluar las ventajas y desventajas del presente y el pasado?” Preguntó la muchacha del subte que me iba siguiendo por la calle, mientras yo buscaba escapar ya que sospechaba que estaba al acecho de una psicópata. Pero antes de correr diez cuadras, le dije: “usted reivindique algo del pasado y yo lo refutaré”

-Bueno.- Dijo ella. – Antes la televisión era más heterodoxa, y no se nutrían todos los programas de uno solo-.
- Antes había sólo cuatro canales y la tv. era tan espantosa como hoy. Es más, los viejos programas aún se pueden ver en repeticiones, que demuestran la precariedad técnica y de contenido. No ha cambiado mucho eso.- Dije mientras iba levantando velocidad.-

- Antes la gente se encontraba más, ahora sólo se chatea. Los chicos pasan horas frente a las computadoras.
- ¡Falso!- Grité casi con una cuadra de ventaja. -Todos los días hay gente en los bares, en los restaurantes, en las discotecas. Siempre hay grupo de amigos que se están viendo. Y a Dios gracias que existe internet, que hace todo más práctico. Claro que antes la juventud era más pensante, pero eso se debe a otras cosas, no a la falta de tecnología. Que no exista una condición intelectual relevante se debe a malas políticas mundiales y a la decisión de hacer hincapié en otros asuntos antes que en el pensamiento crítico, pero eso no tiene que ver con la tecnología. Si la tecnología no evolucionara, a nadie se le hubiera ocurrido estudiar células madres. Eso hace veinte años era impensado y hoy es una realidad inminente.
- En el pasado había mejor educación y respeto por los maestros.

- La sociedad ha cambiado. En el Renacimiento se pintó La Gioconda, pero todavía se prendía fuego a los juzgados de la Inquisición. Es una gran rueda. Insisto, se ha elegido hacer hincapié en otros asuntos. Pero la educación hoy es mejor que antes, se tiene acceso a muchas más cosas. Hay nuevos métodos. En los 70´s la dictadura quería prohibir las matemáticas modernas. Hoy el gran Profesor Gregorio Klimovsky es una muestra de lo que sí se puede lograr con estudio y esfuerzo.
- ¿Entonces nada fue mejor?

- ...Tal vez alguna cosa. Quizás muchísimas cosas. Pero todo aquello que hace a las costumbres de las ciudades y las personas, va mejorando. Sería gravísimo que las cosas se mantengan como hace 40 años. Quizás alguno puede pensar que los amores antes también eran mejores...eso depende la calidad de los amores que uno vaya consiguiendo, pero está vinculado con el empeño que se le pone a eso. Cuanto más entusiasmo se pone en el presente y el futuro, mejores amores vendrán.
Para cerrar esta crónica debo decir que yo soy un tipo que recuerda cosas constantemente. Pero no estoy convencido de que me gusten esos recuerdos. En lo personal creo que muchas cosas del pasado son superiores, como las ya citadas películas de los Hermanos Marx; pero esas cosas se dan una en mil. Aparte la Historia tiene una ventaja: 5.000 años. Todo lo que ha sucedido, sobre todo los hechos artísticos y culturales, deben ser admirados y contemplados con prolijidad y esos deben ser los parámetros a seguir. Desde allí se podrá ir hacia adelante. De nada sirve negar a Sócrates ni tampoco aceptarlo como lo único válido.
Y por último digo que aferrarse al pasado es morirse de a poco. Los proyectos nos llevan al futuro, en cambio considerar que todo tiempo pasado fue mejor, es no proyectar y no contemplar con humildad, no sólo lo que sucede hoy, si no lo que ya pasó.

Todo eso quise decirle a la chica del subte, pero me di cuenta que ya no estaba. De hecho nunca estuvo Era un recuerdo nomás de alguien que había visto y me quedé pensando y pensando pensando...

No hay comentarios.: