martes, julio 10, 2007

UN MEJOR FANTASMA

Hoy,9 de julio de 1816, mientras veía caer la, de costumbre, nieve en Buenos Aires dí con una no tan antigua novia.
Mirábamos la calle, y nos saludamos:
- ¿Vos sos vos?- Pregunté.
- Claro...Y evidentemente vos sos vos.- Contestó casi sorprendida.
Por supuesto que ambos mentíamos. Ni ella era ella, ni yo el que fui.
Después de los saludos de rigor ella dijo algo que me obligó a desplegar cierto pensamiento: "te ves muy bien" improvisó con una sonrisa. Horas después puedo afirmar que la primera impresión me convirtió (una vez más) en un canalla; había yo pensado que ella estaba bastante desfavorecida.
El tiempo obra milagros. Inclusive todo lo mejora. ¡Inclusive nevaba! Era imposible que a simple vista no fuera aquella mujer que en su momento me parecía tan atractiva. No pude evitarlo...así fue la primera impresión.
Luego, al verla a los ojos, al mirarla en detalle, comprendí que advertir la decadencia en los otros es advertirla en uno mismo. Todo aquel que vemos desmejorado por el paso del tiempo, no es más que el propio reflejo.
Entonces entendí que no somos los que éramos, por más poco tiempo que haya pasado.
Y también entendí que así como yo la recuerdo, en esplendor, alguien, tal vez varios, también lo hagan del mismo modo. Incluso ahora.
Cuánto cambia una persona a quien ya no se ama. Cuánto cambia uno cuando ya no es amado.
Entonces tuve que aceptar, que uno no es más que el recuerdo de un amor. ¿Acaso alguien me ha visto? ¿Alguien me ha visto realmente? ¿O sólo recuerdan mi imagen? Seguramente ese recuerdo es más grato que verme en persona...si es que hay tal persona. Si es que de verdad existo. Si es que no soy, tal cual sospecho desde siempre, el recuerdo difuso de alguien; la esperanza apagada. Un sueño roto. Un mal amor vuelto amable sólo y tan sólo por el paso del piadoso tiempo.
Y pude ver, al despedirme, un último reflejo de ese amor que tuve alguna vez y ya no estaba tan mal. Volvió a ser hermosa como siempre. Volvió, sin pretenderlo, a ser el mejor recuerdo.
Y yo recordé que no recuerdo y olvidé aquella mala impresión primera y la imaginé en el futuro como mi mejor pasado. Y olvidé también que los amores se dividen; y agradecí que me haya amado.
Y siendo el mejor de los fantasmas, el recuerdo más volátil, me fui, mirando la nieve. Si nevaba en Buenos Aires, yo podía ser un mejor recuerdo, un recuerdo brillante; aún en este presente tan opaco.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de cinco suspiros

Es una historia triste y hermosa como lo es Buenos Aires cuando nieva (No hay que palpar la nieve para saber que existe sobre los hombros).
¿Por qué será que uno recuerda algo con una dosis de exageración? Quizás porque nos queremos convencer que valió la pena tanto amor y tanto sufrir a posteriori. Y quizás ni ella era tan hermosa ni estaba tan desfavorecida. Simplemente la miraban diferente, con los mismos ojos pero algo empañados, algo cegados y un poco centenciosos.

Vuelvo a lo mismo... Existimos porque otros nos recuerdan o nos siguen amando (Soy de las que nunca dejan de amar sino que aman diferente, por eso mantengo ese pensamiento) y coincido en lo de "Uno no es más que el recuerdo de un amor" y ahí entra lo bueno y lo malo. Fíjese que quien no la pasó bien con uno mantendrá su idea negativa y quién nos amó y no sufrió nos tendrá en un altar intocable... Los recuerdos mandan.

Pero me pongo a reflexionar en lo que escribió y no puedo dejar de pensar que uno existe pero la esencia nos la dan los demás. Le explico: usted existe, lo puedo ver, tocar y escuchar... pero depende de mí cómo serán sus acciones, su comportamiento, sus deseos, su esencia. Y el resultado será: un buen o mal recuerdo.

Me despido con los siguientes versos...

De las generaciones de las rosas
Que en el fondo del tiempo se han perdido
Quiero que una se salve del olvido,
Una sin marca o signo entre las cosas

Jorge Luís Borges


Un abrazo enorme y un beso gigante.

Mai Lirol Darling dijo...

Pero que envidia y que conmovedor fue ver en los noticieros esas imagenes de los bonaerenses saltando, los niños jugando y la gente celebrando esa nieve que por acá los Colombianos jamas veremos...

RocanLoveR dijo...

Querido Marce, en primero lugar quiero disculparme por estar un poco desaparecida, de todas maneras que no comente no indica que no lo lea.

Este post en cierta forma me obliga nuevamente a dar mi opinión contrariando la suya, si me permite voy a tratar de ser, desde mis ignorancias, lo más clara posible.

Es demasiado simple además de triste pensar que uno no es más que el recuerdo de un amor, o el recuerdo de lo que sea, uno es mucho más que eso -si quiere obvio- y el recuerdo en los demás es apenas un pequeño souvenir de nuestras vidas....

Existimos porque aquí estamos con vida, y dando cada paso a plena conciencia, con los sentidos encendidos, nos sentimos vivos de verdad...

(interrupción laboral de pormedio...)

Perdí el hilo, pero te dejo un texto, que puede llegar a ser ilustrativo...

"La vida, a pesar de todo, merece la pena sólo por la alegría; es entonces cuando el pasado adquiere un relieve comprensivo; el futuro se ve con confianza y se espera con él, todo lo bueno que pueda traernos." El rio del tiempo, en equilibrio con el rio de la vida.



Marce, te mando abrazos inmensos, uun placer leerte, una vez más.. :)