viernes, abril 27, 2007

FACTUREMOS UN POCO

Música con cornetas. Una placa débil que viene girando desde el fondo de la pantalla dice: “Cómo Levantar Minas”

MD: ¡Sí amigos! Hola y bienvenidos al primer programa de hombres y para hombres: “Cómo Levantar Minas”. Tenemos una escenografía medio chota pero el programa se banca. Tenemos también este panel de ganadores, un aplauso para ellos.

(El panel se aplaude a sí mismo. Esta conformado con unos 30 tipos, uno más perdedor que el otro. Dan lástima de sólo verlos)

MD: Bueno. Usted dirá ¿y para qué es éste programa? Y la respuesta está en el título: ¡Para levantar minas! Yo le voy a enseñar a usted, que es un hombre cabizbajo, patético y que le tiene miedo a las mujeres, cómo conquistar a cualquier chica. Vamos a aprender técnicas infalibles y para eso tengo a un acompañante que será las veces de asistente, pero después lo presento. Ahora vamos, ya mismo, al primer llamado.

Llamado: (Con voz nasal) ¡Hola!

MD: ¿Qué tal? ¿Quién habla?

Llamado:
Ricardo...Ricardo de Sarandi.

MD: Qué tal querido. ¿Cuál es tu consulta Ricardo?

Ricardo: Bueno...O sea, yo tengo un problema que viene sucediendo hace tres años con una compañera de trabajo. Más bien ella trabaja en la misma cuadra que trabajo yo y cuando yo salgo a la vereda ella me mira y me parece que se me insinúa. ¿Qué puedo hacer?

MD: Sí...Ricardo. Este es un caso típico que vemos todos los días, todos los días. ¿Qué es lo que pasa? Uno sale a la calle y aparece una mina cualquiera, llamémosle “X”, y “X” no puede resistirse a verlo a uno, que, bueno, en fin, es de carne y hueso y es un ganador ¿y la mina qué dice?: “Este tipo es un ganador y me encanta” y ella, como es mujer, se nos insinúa todo el día, entonces uno tiene que pegar un salto como si se tratara de una presa.

Ricardo: ¿Y qué hago?

MD: Muy fácil querido. Ella, por lo que vos me decís, ya está seducida, porque una mina que nos mira, es porque quiere guerra (la tribuna aplaude y gesticula y afirma, festejando el comentario). Lo que vos tenés que hacer es decirle algo que la derrita. Quiero representar la escena y mostrarte cómo se hace. Para eso vamos a llamar a mi asistente Cherquis Bialo que me va a ayudar. Entrá Cherquis.

(Entra un tipo joven con un leve, muy leve y lejano parecido al periodista Ernesto Cherquis Bialo, lo cual le da su apodo)

Cherquis: (Entusiasmado con las cámaras, pero un tanto deprimido) No me gusta que me digas Cherquis.

MD: ¡Eeeeh! (A la tribuna) ¡No le gusta que le digan Cherquis!

(La tribuna grita entusiasmada y empiezan a gritar al unísono “Cherquis, Cherquis”)

Cherquis: (sonriente) Bueno, bueno. Está bien.

MD: ¡Ahí está! ¡Vamos Cherquis todavía! Bueno ¿cómo es el nombre del pibe que está e línea?

Ricardo:
Ricardo.

MD: Bueno Ricardo. Prestá atención. Cherquis, vos hacés de la mina, parate ahí. Bueno, fijate querido. Yo hago de vos y estoy en el trabajo. Salgo a fumar un cigarrillo y está la chica mirando ésta carne argentina (la tribuna aplaude) y me acerco a ella, no es muy linda, pero bueh. Le digo...quedate quieto Cherquis, le digo: “Hola linda ¿solari? Acá vengo a decirte que así como vos estás acá, es evidente que yo estoy acá también porqué el destino escribió esto en algún lado, capaz en esta esquina, y por eso te voy a recitar este poema que escribí pensando en vos, con la ayuda de un ángel que es una copia de lo que vos sos, y dice así: no importa que tenga que caminar doscientos años para llegar, si tu amor está tan lejos, igual te voy a dar”. ¿La captás Roberto?

Ricardo: ¡Sí, es buenísimo!

MD: Porque lo que las minas quieren ¿qué es?, anoten muchachos, ¡quieren que uno sea guarro! Pero a la vez, hay en el discurso un romanticismo ¿te das cuenta? No quieren un tipito que venga y diga: pipipipi. ¡NO! El hombre tiene que ser macho y romántico a la vez.

(La tribuna explota de alegría y se escucha un “tiene razón”)

Ricardo: Sí. ¡Es verdad! Viste cómo son las minas...

MD: ¡Todas iguales son! Quieren que seas así, asá. Chau loco, uno es así y listo. Vení Cherquis ¿Vos cómo lo viste? ¿Puede ganar el hombre?

Cherquis: Para mí que sí. Sí le habla así, sí.

MD: ¿Está...querido?

Ricardo: Sí, sí. O sea...me lanzo directo.

MD: Te lanzás directo. Vos mismo lo dijiste. Chau eh, un abrazo.

Ricardo: Chau, chau. Un abrazo y muy bueno el programa.

MD: Bueno, vamos a charlar ahora con uno de nuestros invitados que tenía muchos problemas para conquistar a las mujeres, y ahora sale con una que es un lomo con papa fritas. Él es Carlos Sarlobe. ¿Cómo andás Carlos?

Carlos: (El tipo tiene un bigote tipo Guy Williams y una camisa como la que usaba John Travolta en “Fiebre de Sábado por la Noche”) Muy bien Marcelo. Gracias a tu curso corto de cuatro sesiones pude conquistar al amor de mi vida.

MD: Qué lindo esto. Contanos un poco.

Carlos: Bueno, yo andaba perdiendo, me había separado de mi señora, nos llevábamos muy mal y bueno, que por los chicos, que por la casa, que el sueldo, no me separaba. Al final me separé y tenía muchos problemas. Yo iba a los bailes ¿no? Y no enganchaba nada. Y yo me decía “Qué raro Carloncha”, porque mis amigos me dicen Carloncha, "no podés enganchar nada, tenés que ganar” Y completamente desesperado estaba por llamar a mi señora, la que acababa de separarme ¿no? Y ahí es que vi el cartel de tu curso de levante minas…

MD: El “levante minas en cuatro sesiones”

Carlos: Exactamente. Y después de eso, con tus consejos, me convertí en un ganador.

MD: Qué lindo testimonio. (Mirando a cámara) Y no se olviden que están abiertas las inscripciones para este mes de “Levante minas en cuatro sesiones” donde usted va a poder ser un ganador como Carlos y tantos otros. ¿Y qué pasó después, Carlos?

Carlos: Y…me convertí en una máquina sexual de ganar mujeres (la tribuna aplaude muy fuerte). Era una cosa que no podía parar.

MD: Y ahora estás saliendo con una mina que es… ¡Un espectáculo!

Carlos: Sí, sí.

MD: Y que no es otra que quién, ya todos saben quién es, la famosísima…¿lo decís vos o yo? Lo digo yo, ¡salís ahora con la famosísima Marcela Brane! Un aplauso para Carlos

(La tribuna aplaude y se ven unas fotos de la pareja que por cierto son fotos muy mal sacadas, horribles, con fondo blanco)

MD: Nos alegramos mucho por Carlos y te damos este fuerte aplauso para celebrar esa machosidad ganadora que hay en vos ahora que sos un tipo nuevo. (La tribuna aplaude)
Bueno amigos, el tiempo como saben es tirano y nos tenemos que despedir, vení Cherquis, ¿querés decir algo?

Cherquis: Un saludo a mis viejos.

MD: Este Cherquis, vos sos el primero que hay que anotar en este curso. Bueno amigos, la semana que viene va a estar con nosotros Silvio Soldán que nos va a contar como sigue siendo un ganador a pesar de todo. Y vamos a seguir dándole consejos al hombre común para que puedan tener a la mujer de sus sueños. Nos vemos la semana que viene en éste, el programa de los hombres para los hombres…En…

Toda la tribuna: “Como levantar minas”

Placa que gira con el nombre del progrma y títulos finales.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡ME ENCANTÓ!!!

Negro, lo adoré. Típico programa de machistas perdedores que se reunen para ¿Reirse? de sus desgracias alegando que todo es culpa de las "minas". Me encantó.

Además me imaginé las caras de todos y cada uno de los hombres. Genial.

En una parte dije "Faaaah, reveló un secreto", las mujeres queremos que sean guarros pero románticamente. Somos jodidas, lo sé. Un ejemplo sería: "Mi amor, nunca fui tan feliz. La chupás de maravilla" bueeeeno, está bien, no tan guarro, pero la idea es esa.

Creo que hasta la famosísima Marcela Brane necesita un Carloncha desesperado. Casi todas necesitan alguien que las "persigan".

Le cuento un secreto: nos gusta que nos necesiten. Pida ayuda... otra que "Cómo levantar minas".

Un besito.

Mai Lirol Darling dijo...

Muy bueno Marcelo! Que ingenio señor. Espero que cuando vaya a Argentina en agosto no me encuentre por la calle tipos como Carloncha (porque así le dicen los amigos) o no podré resistirme a sus encantos y no sé que será de mi. ¡Cuidado mujeres! Hay por la calle muchos que ya hicieron el curso...

RocanLoveR dijo...

Sí! es verdad Adriana!! Es mejor estar prevenidas jaja...

Ahora seriamente pregunto yo, mujer de cuerpo y alma, ¿Porqué nos tienen tanto miedo los hombres? Si somos una dulzura (A)
¿Es así o me parece a mi?

Un abrazo MD, libre...

Lucas J. dijo...

Les tenemos miedo porque muerden... Ah, no es porque nunca en la puta vida se sabe que les pasa por la cabeza... ¿O será porque sabemos que dependemos absolutamente de ustedes pero nos da vergüenza admitirlo?... Quizás sea porque hay demasiados pelotudos mirando "Como levantar minas" y los que no los vemos somos discriminados por ese prejuicio de "son todos iguales".

Sr. MD, usted debería ser creativo de televisión (a ver si así cambia un poco la cosa).

Saludos!