martes, marzo 06, 2007

LA ALEMANA Y GARCÍA MÁRQUEZ

Resulta que como hoy es el cumpleaños de Gabriel García Márquez, en Madrid se juntó desde ayer un grupo de escritores,intelectuales, actores, manosantas y toda gente de la cultura a leer entre todos "Cien Años de Soledad". Esta lectura va a terminar hoy a la mañana -probablemente en el horario que voy escribiendo esto- y lo que no sé es si el autor agasajado se encontraba ahí. De ser así, entonces interpreto que la va a pasar muy mal.
Debe ser algo espantaso que te festejen un cumpleaños con horas y horas de lectura. Si yo hubiera escrito un libro y en mi cumpleaños aparecen un montón de amigos que dicen: "¡Eeeh, feliz cumpleaños, trajimos tus más grandes exitos literarios para leer hasta mañana!", ahí nomás me voy. A lo sumo aguanto hasta la página tres y entonces pregunto "¿pero a qué hora se baila?"
Y si me contestan que no hay baile agarro los regalos y me las tomo. Total cuando es una lectura general, donde se van turnando, a las dos horas ya no saben quién fue a la fiesta y quién no. A menos que te sienten en el medio y se pongan todos en ronda para leer y te monitoréen para que no te piantes.
Aun peor sería que haya lindas minas y uno en virtud de estar en una reunión y más en virtud aún qué esa reunión sea con motivo de su cumpleaños, inevitablemente el homenajeado se acerca a alguna señorita y utiliza frases del estilo "¡Qué fiestón eh!" o "No parece un cumpleaños mío" o la siempre tan efectiva "¿Vino sola a mi cumpleaños?". Pero he ahí un detalle fundamental: si la chica en cuestión disfruta de la lectura, uno puede acercarse y decirle "ese libro lo escribí yo" y así anotarse un punto. Pero pueden suceder dos cosas terribles: que la mina sea una colada que vino con una amiga y no le importe nada, ni la fiesta ni el libro; o que esté tan interesada en el argumento de la novela que te pida que te calles para no perder la trama.

A mí me ha pasado una cosa parecida ciertamente muy triste:

Fui a la presentación de un libro de un autor argentino. Llegué, como de costumbre, tarde y entré y saludé a las personas que conocía y a las que no que son las que generalmente creen conocernos de otra parte. En eso veo que entra una chica muy linda. La vi un poco despistada, como desconociendo el ambiente y me acerqué a invitarla una copa de champagne. Ella me dice que sí y me explica que era hija de un agregado dioplomático alemán. La habían invitado a la presentación del libro por una formalidad y porque ella había leido algunas cosas de este autor y le parecían buenos ensayos y esas cosas y ahí dijo: "¡Ay, si yo conociera a Jorge Asís me enamoraría enseguida!". Y en una especie de reflejo le digo: "Qué tal, encantado; Jorge Asís en persona".
Y ahí la alemana me preguntó si era yo y le contesté que sí. Como el libro no tenía ninguna foto pude decir que lo había escrito yo. En eso aparece uno que se sube a un atril y dice: "Bueno, ahora vamos a leer una un fragmento del libro con su autor en persona" Y aparece detrás de una cortina el verdadero Asís y la gente aplaudía. Entonces agarré y para no perder la mirada de la mina levanté la mano y lo saludé al autor que me respondió el saludo por cortesía. Ahí le expliqué a la chica que ese era el presentador que iba a leer varias cosas y que no lo hacía yo porque no se acostumbra en Argentina a que el autor lea sus propios textos. Ella me dijo que era yo muy modesto y remató la frase con un "¿Ves Jorge? Eso es lo que tenés de bueno, aparte de talentoso, sos humilde y sincero", mientras yo le pedía que nos fuéramos alejando del lugar lo más rápido posible. No se quería ir porque quería escuchar los relatos y se sorprendió porque la gente no me miraba a mí si no al que leía, que era el verdadero Asís. Entonces le conté que también se acostumbra aquí a mirar sólo al que lee o recita algo y no al autor. Ella dijo que nunca había estado en un país tan respetuoso.
Cuando terminó de leer, la gente siguió aplaudiendo y uno gritó "¡grande Jorge!", a lo que respondí con un "gracias, lo hago por ustedes". Logré salir de allí con la alemana, no sin cierta dificultad, y me hice pasar por Asís durante una semana entera, pero se me terminó el amor cuando fui a comer a la embajada de Alemania invitado a todo trapo por el embajador. El tipo me recibió diciendo que era un gran admirador mío y en eso que estoy conversando con los invitados -que sospecho qué uno se dio cuenta porque dijo "qué raro está Jorge"- entra el verdadero Asís medio agitado (no lo querían dejar entrar porque dijo que era él y los de seguridad le dijeron que era imposible ya que Jorge Asís ya había llegado, así que entonces entró a los empujones) y grita: "Ese es un impostor, yo soy el verdadero Asís" a lo que respondí con un "Miente este vil hombre. ¿Puede acaso demostrar lo que dice?" Y dijo que sí. Yo escuchaba los comentarios, el mismo de antes decía "¿cuál será el verdadero?" y me cansé, miré a mi novia, al embajador, al escritor, a los concurrentes y con la voz firme dije: "Podrá ser tal vez este hombre el verdadero Asís, tal vez no. Podré ser yo apenas una sombra de lo que fui o incluso un recuerdo improbable. Quizás un invento de sus percepciones. Hoy no soy Asís, mañana él será yo, yo seré ustedes y ustedes Asís" La gente quedó consternada y ahí aproveché y salí corriendo para escapar de tan humillante situación pero me pude llevar un tenedor de plata que conservo de mi visita a la embajada de Alemania.

Hoy recuerdo a la alemana esplendorosa.

En fin, ojalá que García Márquez no se aburra mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaaaa.
Que historia.
Pero se cuentan muchas cosas de vos
pero parecen mucho mas falas que esas.
Es verdad que una vez inventaste que Sergio Denis se había muerto para levantarle la carrera?
Es verdad que una vez te metiste en la facultad para impresionar a una novia?
Es verdad que una vez rompiste un teclado en un recital?
Es verdad que una vez saliste con la de acoso textual?
Es verdad que el extraterrestre está hecho de xilofón?
Un abrazo enorme...

Anónimo dijo...

amigos a Garcia Marquez lo admiro pero el nro 1 es Rodriguez Dùques.

el vecino

Anónimo dijo...

Rodríguez Duques. Está muy bien eso.
A mi amigo personal Vengador del Futuro le respondo que nada de eso es cierto, tal vez algúna cosa parecida pero sólo en detalle, ahí está todo muy exagerado. Y con respecto a lo de la chica de acoso textual creo suponer que se refiere a la doctora Paola Prenat con quien ya aclaré que nunca tuve nada que ver y lo aclaré en este blog. No sé de dónde ha salido ese chiste y ya me lo han preguntado varias veces y todas las veces lo niego. Nada más me gustaría en el mundo que ratificar ese rumor tan misterioso y gracioso, pero no puedo porque estaría mintiendo. Le agradezco profundamente al que creó el mito de ese romance ya que se nota que conoce algunas de mis preferencias, pero no creo que la doctora Prenat tenga tan mal gusto de fijarse en un tipo tan poco agraciado como un servidor.

Anónimo dijo...

Ay, me encanta como escribe. Adoré ésta historia.

Pues, mire... esa gente no hace más que aparentar. No me importa qué tan reconocidos sean. Leé "Cien años de soledad" en tu casa, en una plaza, en tu estudio, en un avión, donde quieras. Pero no seas un mediocre de 24 horas que cree festejar el cumpleaños de García Márquez como él se lo merece.

No creo que un grupo de personas haga aún más gloriosa esa obra de la literatura.

He dicho, me voy indignada, corriendo y sin tenedor.