miércoles, enero 10, 2007

LUCES, FINALES Y PRINCIPIOS

Para un tipo como yo, con una vida muy poco prometedora, sin ningun tipo de atractivo físico, incluso un poco torpe, poco sensible, mal amigo, pésimo amante y mal novio, mal humorado y mentiroso; que una señorita se tome el trabajo de buscarme y encontrarme, de preocuparse por mí y demostrar un cierto interés, sólo habiéndonos visto una o dos veces, es algo casi insólito por no decir sorpresivo y agradabilísimo.
Porque para un tipo con algunas virtudes físicas y mentales, debe ser algo común, pero en mi vida es casi imposible que pase tal cosa.
Claro, uno puede creerse un seductor y ser rechazado. Debo ser el seductor más rechazado de este país por lejos. O sea que como seductor fui y soy un fracaso. Pero cuando una mujer se acerca a uno porque ha visto algo que ni siquiera uno mismo sospecha qué es, ya es, como mínimo, sospechoso o extraño.
En este caso dejo de lado las sospechas y me dejo llevar porque ya dije, es muy agradable y le devuelve a este muchacho desesperanzado una luz que no sé de donde viene, pero es muy seductora de seguir...
Acaso los mejores corazones son aquellos que aunque sin fuerza, se empeñan en mantener la lucesita esa prendida. Me doy cuenta hoy, que tal vez nunca apagué esa luz, pero no lo sospechaba. Tal vez mi corazón no es de los mejores, bastante ingrato es, pero alguna nobleza lejana debe tener. Entre tantas injusticias y calamidades, ser buscado por alguien es casi un premio Nobel, o algo mejor.
No importa si el amor surje del todo o no. Eso lo dirá el tiempo. Lo que importa es que mantener una esperanza aun sabiendo que las esperanzas son efímeras, fantasiar con construir algo sin saber ni siquiera qué, es ya algo gigante, invencible. Aquel que cree que puede ser querido y redescubre esa luz, ya es alguien que sabe que todo tiene un fin, pero es más emocionante aun, buscar el principio.

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