ROMEO Y JULIETA (LADO B)

Julieta limpia el balcón con esmero y la delicadeza digna de una dama de su estirpe.

Julieta: Este Odex ya no sirve ni para ver quien viene...¿Qué pasa acá que siempre hay mugre? ¿Pasó un tsunami o lo qué?

(Llega Romeo, vestido de blanco con una mandolina colgando en la espalda y un sombrero).

Romeo: ¡Oh Julieta!, muchacha débil en apariencia pero fuerte en alma. Daga roja que destroza cada una de mis viceras. Dolor, mas dolor que de faltarme moriría en la penuria...

Julieta: Romeo, ya sabés que no podés venir. Nuetras familias son enemigas y mi viejo si te agarra te achura.

(Sale al balcón la mamá de Julieta).

Mamá de Julieta: Acá tenés nena, proba con el Pulloy a ver si sale la tierra esa...¿Pero que veo ahí? ¿No es ese el hijo del viejo Capuleto?

Julieta: ¡No mamá! Es el pibe del diario, o el lechero. No sé, me preguntó la hora y le dije que no sabía.

Romeo: ¡Mentira! Ya no ocultéis más esto Julieta. Oh, amada Julieta, dulce flor impregnada con el néctar del amor, verte es como respirar el rocío de cada mañana. No puedo seguir ocultando este amor, imposible por la vanidad y el orgullo de nuestras familias, mas real por nuestras decisiones. ¡Deje usted señora que mi amada elija por sí sola y no por la terquedad de vuestras voluntades!

Mamá de Julieta: ¿Eh? ¡Mandate a mudar atorrante! ¡Borracho!

Julieta: ¡Mamá! No le hables así. Aparte es sólo un bebedor social.

Romeo: ¡Muy cierto! Aquí está mi primo, escondido tal Cyrano, que no dejará, con su testimonio, que usted siga con sus infamias. Ven querido primo.

(Aparece el primo, como quien no quiere la cosa)

Primo: Pará loco, yo no quiero...disculpe doña...Romeo, ésta mina...ya te lo dijimos macho, ésta mina no te conviene. Encima la madre está re piantada.

Mamá de Julieta: ¿Cómo? ¡Te escuché bien, drogadicto! Igual que tu primo, que mirá como anda vestido con esas calzas...tiene una pinta de maraca que se cae. Los dos balas. ¡Con razón! No, si ya lo dije yo antes, en esa familia no se salva uno.

Julieta: ¡Mamá!

Primo: ¿A quién le decís bala? Vieja loca. Si andan diciendo en todo el barrio que te comprás cuatro tretas de Termidor y te quedás dormida en el 41 yendo a Munro a comprar ropa.

Mamá de Julieta: ¿Queeeé? Ah no no. ¡Voy a llamar a la policía! Dejá que llegue mi marido y vas a ver

Romeo: Por favor, os pido cordura.

Primo: A ver se va al cine doña. Y su marido...viejo tramposo. Lo vieron en la avenida Córdoba con las coperas. Jeje, le gusta al viejo andar de trampa...

Julieta: (conmocionada) ¿A mi papá?

Primo: Sí flaca. Tu papá. Por no contar que tu vieja anda con medio barrio.

Julieta: ¿Qué?

Primo: Sí sí sí. Así es la cosa.

Mamá de Julieta: (horrorizada) No no no. Dame las llaves y la escoba que a estos dos los saco de acá a palazos...

Romeo: (intentando tranquilizar la situación toma su mandolina) Os cantaré esta hermosa canción que traerá la paz a la razón y amor al corazón. "Ooooh si pudiera volar, te llevaría hasta una isla donde nadie pueda veeeerme" (mientras canta hace un simpático pase de baile que con las calzas se ve muy gracioso)

(Aparece el papá de Julieta que en verdad estaba durmiendo una siesta y sí estaba en su casa. Es un tanto gordo y con un bigote tipo comisario de provincia).

Padre de Julieta: ¡Qué es tanto escádalo que no dejan dormir?. ¿Qué pasa acá?

Primo: ¡Ahhh, mirá quien vino! Con qué el viejo no estaba...mirale la pinta Romeo. Estaba durmiendo la mamúa.

Padre de Julieta: ¿Cómo? Uuuuuh, la paliza que te voy a dar nene. (A julieta) ¿Y vos querés salir con éste?

Julieta: ¡No! Yo quiero salir con el primo (señala a Romeo, que sigue cantando y bailando lo cual hace de la situación un cuadro surrealista).

Padre de Julieta: Uyuyuy. Está en el horno... (A los gritos) ¿No ves que sos una atorranta igual que tu madre?

Mamá de Julieta: ¿A quién le decís atorranta? ¿A mí qué me metés, basura?

Padre: ¡Si señor! Tu hija es una perdida igual que vos, porque esa manía de andar con esta clase de gente la sacó de vos...

Mamá de Julieta: Bien que cuando nos casamos ese problema no lo tenías. Porque por si no te acordás me casé con vos.

Padre: ¡Y cómo no acordarme! Mi vieja tenía razón...ni sé para que me casé con vos, que sólo me traés cuentas y una hija que es un desasssstre.

Julieta: (Al borde del llanto) Papá, yo no hice nada...

Padre: Callate vos...¡Loca como tu madre!

Romeo: (Deja de tocar la mandolina) ¡No señor! No os permitiré tal insulto a mi amada. ¡Exijo una satisfacción!

Padre: Primero decile a tu viejo que me pague lo que me debe y después hablamos.

Romeo: Infame cobarde. Os reto a un duelo...

Padre: Pero mirate, ¡si no podés ni caminar logi! Andá a laburar y tomatelás... (A Julieta) ¡Y vos, entrá y te quedás castigada y ya vamos a hablar! Qué fracaso por Dios tener una hija así. Qué descepción. ¡Si me hubiera muerto de pibe me ahorraba el disgusto de tener una hija como vos!

Julieta: (En colapso total, llorando a más no poder) Papá...por favor basta.

Romeo: ¡Mi Julieta! Te amo. Te rescataré de las garras...

(El padre le tira con una maceta que de casualidad no le parte la cabeza. Viene la policía y Romeo y su primo son detenidos por disturbios en la vía pública y se descubre que el primo estaba cumpliendo una libertad condicional por doblar motos. Romeo es internado luego en un instituto mental por sufrir delirio y esquizofrenia múltiple. El padre de Julieta es también llevado a la comisaría por intento de homicidio con una maceta y Julieta fue llevada por una ambulancia del SAME, acompañada por su madre, por una crisis nerviosa que derivó en un brote sicótico).

FIN