viernes, diciembre 01, 2006

PUBLICIDAD

Estaba pensando (a veces se me cae alguna idea, sí) una nueva forma de publicitar productos.
Breve explicación: estoy harto de los avisos comerciales. Son una basura, y ahora, en ideología coincidente con varios interlocutores, estoy más que saturado de los avisos cómicos. Como soy un tipo que escucha radio, más o menos estoy enterado de lo que se viene haciendo en materia publicitaria (carrera, que le cuento al que no sepa, ya que he visto que este poooobre blog se lee en México (en serio), he cursado un año y he abandonado con el mayor orgullo y placer) y es agotador oir a los locutores con esas voces de idiotas que les piden poner para decir dos imbecilidades. Para empeorar el panorama, se nota demasiado que lo creativos son tipos jóvenes que vieron muchísimo Los Simpson y creen que cualquier cosa es más efectiva si es en chiste. ¡Pues no! No es efectivo, porque no da gracia. Es lamentable. Y encima una vez terminado el guión saturado de estupideces se escucha la voz del locutor que dice que las bases y condiciones son sólo para la Capital y no sé donde más y que está sujeto a bases y condiciones y que Dios es argentino y que las manos de Perón las tiene la C.G.T y un millón de cosas más todas relatadas a una velocidad ridícula y que encima la aclaración de todo eso lleva más segundos que el comercial en sí.
Otra forma lamentable, un poco más en ocaso a Dios gracias, es la de la apelación a los sentidos y los sentimientos como si fueran la misma cosa (onda: hacé lo que quieras, viví el hoy, llorá, ponete un diente nuevo, escapate de la rutina, etc).
Entonces todo lo que promocionan lo hacen con la idea que los consumidores les creemos que nos vamos a sentir bien comprando la basura que venden. Les digo (entérense) que NADIE, (de nuevo) NADIE, cree que se va a sentir mejor por comprar algo que vio en un aviso (exculyendo que si te duele la cabeza y te comprás una aspirina sí te sentís mejor), pero no por ir a comprar un auto de porquería voy a agarrar y decir: "¡Ahora sí soy feliz y estoy realizado! Me compré un auto La Garcha 905 en veinticinco mil pagos y un montón de pintura para pintar mi casa, la tuya, la de tu vieja y la de la lora".
Quieren ser Felini y les sale cualquier cosa. Nunca tienen sentido.

Ejemplo práctico:

"Viene un tipo con un cuchillo en la boca, camina muy despacio. Lleva puestos guantes negros y una polera azul. Entra en escena una mina muy sexy y le dice: "¿Tenés fuego o sólo ese cuchillo?" El hombre se la queda mirando y de golpe salta por la ventana. Cae arriba de un toldo y de ahí a la calle. Se para, y al lado de él está el doble de Sandro y le dice: "Si querés fuego, yo tengo mucho. Jajaja" El doble de Sandro se sube a un auto descapotable y al lado está la misma chica sexy de la habitación. Se van en el auto y el protagonista del aviso se saca el cuchillo de la boca y se queda mirando atónito. El locutor dice: "A todo lo que le ponés mostaza Cadorna sale mejor".

Así son los avisos publicitarios, o como me gusta llamarlos, las propagandas.
Por favor, las pobres personas que tenemos que ver un programa de televisión o escuchar un programa de radio estamos podirdos de las genialidades publicitarias cómicas, abstracas o emotivas. ¿No pueden agarrar y decir: "el rollo Kodak saca hasta treinta fotos" o "el teléfono celular poronguín aguanta hasta doce llamados por segundo"? Listo. Y chau. La información del producto y nada más. Cortenla con esos dialogos que no tienen nada que ver con el producto.

Un abrazo a todos

5 comentarios:

Niño Lobo dijo...

Pero si venden un producto sólo por lo que hace y no por lo que "te hace", serían todas publicidades aburridísimas... imaginate una publicidad de una heladera: "Hola, ésta heladera congela acá... y tiene estas puertas así.. con este cosito acá para poner huevos... y acá van las verduras... cuesta $2500"

Yo sigo prefiriendo las publicidades de chicles que te hacen ver como un ganador, aunque todos sabemos que es mentira. Yo igual no compro chicles.

Anónimo dijo...

¡¡¡Pero es justamente eso lo que pido!!! El ejemplo de la heladera es perfecto. Con un aviso me compro una heladera aunque ni la necesite

Niño Lobo dijo...

A lo que me refiero yo es que estás mezclando dos cosas distintas, a saber:

- El "producto-publicidad" y

- La publicidad de un producto.

Lo que digo es que las pautas publicitarias son un producto en si y eso es lo que compra una empresa para poner por sobre su producto publicitado... O sea, desde mi perspectiva, la publicidad no tiene nada que ver con el producto que se publicita sino con la "imágen empresarial". Por eso mi corolario al comment anterior: "yo igual no compro chicles".

Anónimo dijo...

No(siempre empiezo cualquier frase así). Nada tiene que ver una pauta publicitaria con el branding de una marca. La pauta publicitaria no tiene nada que ver con productos o lo que las empresas compran para dar cierta imagen. Esa imagen se logra con ciertas estupideces de marketing y un ida y vuelta entre la agencia y el cliente. Si el cliente quiere parecer superman y posicionarse así en los consumidores, la agencia trabajará sobre eso. Entiendo de todos modos bien lo que decís, pero no funciona así ni técnicamente ni teoricamente. Lo que pasa es que no importa cuantos comen chicle o cuantos no, no nos hace más inteligentes no comprar la imagen de una marca, lo interesante sería que las marcan no insistan tanto en creer que los consumidores creen todo lo que dicen y no nos tomen tanto de imbéciles.

Anónimo dijo...

Coincido y no, esos comerciales (como creativo publicitario chanta lo digo) no son apuntados a gente como usted, mi excusa para no sentirme tan mal con mi trabajo es pensar "bueno, si la gente es tanidiota de creerlo, que se joda" y asi sobrevivo mientras hago chistes para pasarla bien un rato, que voy a hacer? trabajar de traje en uan oficina? jaja
ya lo charlaremos mas seriamente que con este mensaje, insisto, ni usted ni sus cofrades son target de los comerciales, son mentes libres, no idiotas. sientanse orgullosos y jamas crean nada! jamas!