sábado, noviembre 11, 2006

EL AUTO REPORTAJE (O LA MANERA DE DECIR CON ELEGANCIA "ESQUIZOFRENIA")

Estábamos hoy viendo con Gaby Montes algunos textos para su blog (escribe muy bien) y también la transcripción de la entrevista que me hizo y nos reimos mucho. Le confesé que quedé bastante desconforme e intrigado ya que no soy conocido y porque no puedo decir absolutamente nada interesante. Ella insiste. Noté, no sin cierto espanto, que no sólo cuento anécdotas que nadie conoce (aunque la parte más interesante de la nota la va a postear ella en su site, donde hablo de minas, música, vicios y libros sin recurrir a anecdotas ilustrativas todo el tiempo). Pero lo que más me aterró es que no hay ningún tipo de glamour en mis palabras. Nada de escándalos. Y me di cuenta que para hacer una verdadera carrera, de lo que sea, hay que pararse sobre los peores episodios. Por eso, me tomo el atrevimiento de hacerme pasar por Gaby, reportearme a mí mismo y reescribir esta entrevista con todos los elementos necesarios para tener repercusión y quedar bien, como me merezco. Claro que Gabriela no va a publicar esta estupidez, pero si lo llegan a ver en su página...finjan sorpresa.

La exlusiva ya:

Llego al edificio a media cuadra de la Avenida Santa Fe en la tarde del jueves. Hace bastante calor y las personas empiezan a cambiar la ropa. Noviembre nos anuncia el verano. Arreglé el encuentro con Marcelo con mucha dificultad. Él no sabe de horarios. No le interesan. Durante el día anterior no atendió el teléfono celular y le dejé tres mensajes en el contestador. A las 11:30 de la noche recibo un llamado: "Gaby, soy yo. Si querés hablar conmigo, nos vemos mañana". No pude preguntarle a que hora, pero como lo había visto el martes casi todo el día y vi que anda con horarios bastante normales me fui a la tarde. Cuando llegué, me recibió su abuela muy coordialmente. Me explicó que el niño se encontraba en su cuarto, en una reunión y que me atendería en un rato. Tomamos un té y charlamos sobre varias cosas. La puerta que une el living con el pasillo que da a los cuartos se abrió una hora después de mi llegada: una rubia despampanante se acerca a saludarme mientras se peina y se presenta como una "colaboradora". Pregunta mi nombre y vuelve al cuarto para anunciarme. Cuando se fue pensé: "Yegua. Claro, con ese lomo podés tener a cualquier tipo, y te levantás al Flaco que es un tipo codiciadísimo. Muuuuy codiciado. Pero nunca se va a enamorar de vos, porque es imposible engancharlo. Es libre como el viento y usa a las minas como quiere y ese es tu futuro...¡turra!". Pero lo pensé sin ninguna maldad. La rubia vuelve y me dice que puedo pasar, pero me advierte que Mar-c no está del mejor humor. Cuando entro al cuarto, ahí estaba. Más flaco que hace unos días, fingiendo una sonrisa, con la mirada perdida, con el hocico partido, con el rabo entre las piernas...Ahí va el perro arrepentido. Perdón. Ahí estaba, fumando un cigarrillo y tomando un Jack Daniels. Sólo toma eso. Me saludó con cariño y nos sentamos a charlar como dos buenos amigos:

-¿No es un muy temprano para estar tomando eso ahora?
-Bueno...siempre son las cinco de la tarde en algún lugar del mundo.
- Sí. ¡Precisamente acá!. Son las cinco y dos minutos de la tarde.
-Ajá... (comeinza a reflexionar, pero no dice nunca nada)
- Para comenzar a hablar ¿Estás de acuerdo con las nuevas tendencias musicales?.
- No, para nada. Aprovecho esta entrevista para decir que a los Miranda habría que fusilarlos. Empezaron bien y ahora dan lástima.
-Pero es muy fuerte eso que decís.
-Sí, pero no importa. Es la verdad. No hay más bandas buenas en Argentina. Hoy escuchaba a los Stones, como todos los días y están más vigentes que nunca. Acá son todas bandas barriales que son una garcha.
-El rock chabón
-Yo les diría: el rock, ¡chabón! (se rie buscando complicidad, pero el chiste no da resultado).
- Hoy le comentaba a una amiga que es muy loco tener un amigo como vos, porque sos músico, escribís y es muy copado venir a escucharte, interpretar monólogos...
- (distraido sirviéndose otro whisky) ¿Eh?
-¿Creés en la amistad entre el hombre y la mujer?
- (Me mira un tanto confundido y reacciona modulando con dificultad) ¡Ya sabía yo! Dale, tenemos un rato.
-No, no, no. No...¡Epa!

Segunda Parte.

-Estábamos hablando de la amistad entre el hombre y la mujer y me decías que no creés mucho.
-Y...de alguna u otra manera se arruina. ¿Mi remera está ahí?.
-Sí, tomá. ¿Podemos hablar de drogas?
-Claro. Estoy totalmente en contra de las drogas. Creo que no están hechas para todo el mundo. Hay muchos idiotas que las toman. Definitívamente no es para gente con horarios burocráticos...esos entienden muy poco de todo, o mucho de poco.
-¿Por qué lo decís?
- No sé. Queda elegante.
-¿Pero vos tomás drogas?
-Eso es muy privado
-Pero el escándalo vende, baby...
-¡Menos el paco, me gusta todo! (se queda pensando) ¡Pará, el paco garpa una nota entera!...El paco me mata. Me voy a morir usando esa mierda. Me encanta...¿Sabés qué hace una chica de tu edad para conseguir paco?
-No...

Tercera Parte.

-¿Uno o dos hielos, Gaby?
- (Consternada) Uno nomás...está todo mal esto...(se agarra la cabeza) odio arruinar mis amistades. Yo creí que podíamos ser amigos.
-Y bueno, la vida es así. Tomate esto con el wiscacho...clonazepam. Quedás como nueva. Seguimos siendo amigos. Don´t worry.
-Volviendo a la entrevista. ¿Sos amigo de tus ex novias?
-No amigo, pero me llevo bien. Saben donde vivo y donde llamarme si necesitan algo. De alguna manera siempre estoy. Para cosas serias, siempre estoy.
-¿Sos mujeriego?
-Bioy Casares decía, muy sabiamente, que nunca hay que tener una sola mujer, hay que tener dos. Pero no. No soy mujeriego. Para nada, Apenas hago lo que puedo.
-Siempre se te ve bien acompañado
-Hago lo que puedo...
-¿Estás enamorado?
- (Tomando del pico de la botella) El corazón está bien. (Se pone a cantar "corazón con agujeritos" y entusiasmado, hace una versión punk con la guitarra eléctrica).
-¿Qué tiene que tener una chica para enamorarte?
- (Con la cabeza ya en random total) Desde la guerra fria que no hay más pensamiento libre. O sea, me refiero a estar bien del corazón libremente. Si una chica rusa quisera enamorarme, tendría que hablarme en ruso...si es francesa, en francés. Una mina que te habla en francés quiere guerra y no va a estar fria. Pero...me gustan las italianas mucho. No sólo me gusta como hablan, si no que están buenas en serio. En Plaza Italia hay un lugar que vos hablás y el eco vulve al revés. Por ejemplo si vos decís "mano" el eco dice: "onam" y así con todo...yo lo descubrí.
-Por último Mar, ¿algo para decirle a la juventud?
-Sí...Los lagartos y las tortugas pueden ser buenas mascotas, pero algún día crecerán.
-Muchas gracias.
-Gracias a vos

Y me voy, cuando llega una morocha muy linda que, casualmente, se presenta como otra colaboradora. Salgo a la calle y choco con el mundo real. Ya es de noche. Llego hasta el estacionamiento donde dejé el auto y veo que la ciudad sigue andando. Y Marcelo también anda, pero en movimiento constante. Es ahí cuando pienso si será él, o es un invento más de la imaginación. De la mía o de la suya. Si no es más que el reflejo de lo que él quiere que creamos sobre él. De un eterno momento, que es siempre igual, pero, paradójicamente siempre diferente. El misterio de D´Onofrio es, justamente, él mismo. El no saber si existe o no. Paso con el auto por la cuadra de su casa y una piedra cae sobre el capot. Miro por la ventana y ahí estaba Marcelo riendo con maldad. Definitivamente el muy forro existe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

serias violaciones de derechos de autor, serias.

Anónimo dijo...

Ninguna violación de nada. El argumento y desarrollo es original. Sólo comparable con la realidad. En la ficción nadie ha hecho tal cosa