martes, octubre 24, 2006

LAS PEORES PALABRAS DEL MUNDO

En un servicio más a la comunidad, ponemos a vuestra disposición, las peores palabras y frases del idioma castellano (y a la vez más usadas).

1) Espectacular:
Si bien esta palabra fue usada siempre, logra su máximo apogéo en los años noventa. Su implementación se arrastra hasta nuestros días con impunidad. Es habitual escuchar este infame adjetivo para describir cosas buenas. Inclusive es usado tres o cuatro veces en una misma frase y para diferentes cosas. Así, uno puede enterarse de cuán espectacular es un paisaje, una casa, una nave espacial o una baraja de naipes. Logra su máxima ambiguedad cuando es usada para describir a una persona, pero a la vez no dice absolutamente nada. Ej:
-¿Cómo es Carlitos?
-Espectacular- responde el mamerto de turno, sin especificar nada.
Es frecuentemente usada también, inútilmente, para describir mujeres y dar a entender que están buenas, o todo lo contrario.
Su uso se da en personas de los 15 a los 45 años.
Pocos se detienen a pensar en el origen de este vocablo y este no pensamiento provoca el mal uso de la palabra. Espectacular, viene, claro está, de espectáculo. El espectáculo no es otra cosa que un show montado y ficticio (fuera de los espectáculos naturales como una lluvia de meteoritos que son también descriptos como "fenómenos"). Espectacular, es en verdad algo falso, guionado, una ilusión actoral.
Por eso cuando se describe a alguien como "espectacular" habría que se saber que antes que una virtud, es un insulto.
Es también dicha muchas veces en forma resumida, como "petaculá" o sin la c del medio y pronunciada todo junto a velocidad considerable "espetacular".
-¿Como estás?
-¡Espe()tacular! ¿Cómo voy a estar? Espe()tacular querido...

2) Espectacular
(ídem)

3) Espectacular
(Por si no quedó claro)

4)Imactante/impactó
Este adjetivo convertido frecuentemente en verbo es, en todo lo rimbombante de su sonido, una expresión vacía y carente de sentido. Es muy utilizada por adolescentes cuando quieren describir una trama de algún film.
-¿Cómo es la película?
-¡Espectacular! La trama es impactante. Me impactó mucho- Responde la joven niña que está empezando a cursar comunicación social en la UADE.
Se utiliza esta palabra sacándola de su órbita natural (también para fenómenos naturales. Ej: Un meteorito impactó en la zona de Lanús) y utilizando el contexto de su significado, toma diferentes variantes sicológicas, sociológicas y hasta místicas, para explicar algo que golpea con consecuencias en uno mismo, sin dejar en claro si es para bien o para mal. Parece más elegante decir: "me impactó" que "me golpeó". De todos modos ninguna de las dos formas de expresión es muy afortunada.
Utilizar también el término en forma de adjetivo, es tan inútil como tratar de describir el cielo.
Esta clase de palabra forma parte de una larga lista de híbridos que parecieran nacer para describir cosas buenas y no logran nada. Llamar a algo impactante no dice nada. ¿Es golpeador? ¿Es bueno? ¿Es malo? ¿Qué es?
He aqui un ejemplo:
"Fulana es una chica hermosa"
"Fulana es impactante"
Claro, la segunda expresión es tan mala y horrible en lectura y sonido, que deja en nuestra mente la idea de que es Fulana es linda. Miremos el caso contrario:
"Fulana es una chica horrible"
"Fulana es impactante"
Termina convirtiéndose en una palabra sensible a cualquier cosa y con tal de no describir algo, vamos en busca de un común denominador como si se tratara de matemáticas...¡Desterad! ¡Es el lenguaje!

5) "Para mí que..."
Expresión utilizada por aquellos que no saben nada y desconocen no saberlo. Escudados en la libertad de expresión, confunden opinión con desconocimiento y subjetividad.
Claro, algunos podrían argumentar que no se puede ser objetivo, sin embargo eso es falso, ya que hay hechos irrefutables. Ej: "Para mí que los volcanes no existen. Yo nunca vi uno"- Dice la señora en la panadería, o inclusive la misma estudiante de Comunicación Social de la UADE del caso anterior. Pues NO. Los volcanes existen igual, aunque no hayamos nunca visto uno. Es irrefutable, pues ya han sido descubiertos. En esos casos sí se puede ser objetivo. Resuelto este punto, puedo despotricar contra todo el mundo, inclusive contra mí.
Hay cosas no tan irrefutables, pero carentes de sentido que son argumentadas con este infame inicio de frase:
-Para mí que la Antlántida no existe-
-¿Y cómo sabés?-
-Ah no sé. Pero para mí que no existe-
Y la embarramos, porque en vez de decir: "Bueno, estuve haciendo unas investigaciones y según las latitudes descriptas por diferentes escritores y especialistas geográficos, no hay sustento científico como para avalar la existencia de un contienente perdido, tal como lo describía Platón. Podría existir, o haber existido, pero no hay pruebas suficientes."
Pero no; agarramos y decimos:
"Aah, no sé. Para mí no existe."
La subjetividad en todo tipo de temas, como la economía, el futbol, la cosmogonía, la literatura o La Atlántida hace perder todo argumento válido, para convertirse en una estupidez carente de sentido.
Bien dicho está si dijeramos:
"Para mí es más cómodo si llegamos a las nueve de la noche".
En los asuntos personales sí está bien usado el "Para mí", pero hay que erradicarlo urgentemente en los temas universales. Digo, para mí que no habría que decir "para mí"

La conclusión de esta pequeña lista de malas palabras y malas expresiones, es que el denominador común es la falta de sentido y el poco contenido en la forma de expresarnos. Es más fácil usar estas palabras (que son casi justificaciones y modas), que andar pensando el artículo indicado o más apropiado para cada caso, aun a riesgo de quedar como un idiota. No como yo, que quedo como un idiota, sin necesidad de hablar bien, ya que me toman por estúpido de antemano, sin decir nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Déjeme aclararle que la "subjetividad" de las opiniones se da en virtud de que quienes las emiten son sujetos.

Anónimo dijo...

Nadie ha dicho que no a ese punto. Creo que el texto es claro. Pero por si no llega a serlo del todo lo digo de nuevo: los sujetos en vez de instruirnos, opinamos de cualquier cosa aplicando una garantía con no sé cual valor. ¿Qué me importa la subjetividad de un tipo que no sabe nada de literatura y venga a explicar que como Cohelo vende más que Sartre, para él tiene más valor intelectual? No. Todo tiene un límite. Justamente la lo mejor que tiene la libertad, es que nos permite estudiar, para diferenciar algunas cosas.

Anónimo dijo...

Para mi este fue un posteo espectacular que realmente me impacto, o sea, es tan impactante que no podria explicarlo, pero bueno...