viernes, octubre 20, 2006

AHORA SÍ

(Este es el texto original que debía ser publicado ayer y por problemas técnicos tuvo que ser reemplazado. Aquí está, con algunas consideraciones nuevas, pero la idea es parecida. Pido las disculpas del caso)

Debo retractarme por mis anteriores palabras, dando a entender de forma implícita, mi renuncia a este sitio.

He llegado a la conclusión que NO se puede renunciar al arte.

Es cierto que han sido días difíciles (en ostracismo) y no quise (y no quiero) convertir este lugar en un diario semi-íntimo, o semi-público de penas... Estas mismas líneas ya son en sí casi esa basura, pero nobleza obliga a explicar algunas cosas.Creo, sin ningún tipo de humildad, que se necesita dentro de esta máquina, especie de súper weekypedia y Truman Show, algo que sea otra cosa, fuera de las estupideces reinantes.Hay (debe haber) muchísimos blogs, flogs y páginas web dedicadas a algún tipo de arte y de búsqueda, a veces innecesaria y otras interminable, y este lugar es sobre eso. Podría yo escudarme en la cantidad de buenos sitios inteligentes, transgresores (transgresión bien entendida y noble), provocadores y no previsibles, pero es cierto también que si somos más, entonces sumamos, no restamos.

Si bien ya me he dado la cabeza contra la pared (inclusive la pared a veces se me viene encima) y tengo agendado hacerlo hasta el último día de mi vida, aún sin saber cuando es ese día, creo que es obligación seguir haciendo las cosas que hacemos, por sobre cualquier problema o pena pasajera.Los mejores versos que se me ocurrieron no los recuerdo, pero debo admitir que aquí están algunas de mis mejores gambetas literarias, ya que son pequeños textos, que como ya he dicho la última vez, buscan hacer reir. Pero también pensar.

Al fin y al cabo hay aquí alguna que otra ficción (como "La Esfera de los Espejos" pettit cuento que amo) y hay también delirios, que sé que divierten a los lectores de este lugar (qué confirmé son varios pese a que no dejan firmas aquí, ya que anoche mi msn fue invadido por la pregunta clave acerca de mi alejamiento de este blog).
Sé también que este lugar no es leido por timoratos, si no más bien por personas inteligentes y respetables. Almas sensibles que están en la misma búsqueda que un servidor.

Justo hace un rato Dolina decía, hablando sobre las desventuras de un buscador español quien quería encontrar la isla "El Dorado" hecha de oro y que jamás encontró y terminó volviéndose loco, que ese es el modelo de un verdadero dandy: aquel que busca algo incansablemente, aun sin estar del todo seguro (ni de forma mínima tamoco) de su existencia.

Adhiero y compartí esa idea toda mi vida.

¿Qué es lo que busco? ¿Qué buscamos algunos muchos?
Respuesta: ¡Qué sé yo! ¡Qué me importa! Poco y nada me dice el final del camino; me interesa mucho más el recorrido y las distracciones que hay ahí, sin saber siquiera adonde se va especificamente. Y si, por alguna razón supieramos a donde nos dirigimos, lo más adecuado es que esa meta sea bastante improbable.

Soy una especie de Marta Minujín en versión masculina: Arte, arte, arte. Vivo en arte, sin importarme mucho nada. Aun a riesgo (y con ese miedo presente desde hace mucho) de volverme loco debido a las múltiples abstracciones que esto implica. Hay que vivir en arte. Es una responsabilidad innecesaria, que no nos pide nadie, pero somos responables de hacerlo.Será que a veces no nos hacen gracia lo que a la mayoría sí. Este no es el blog de aquellos que buscan la obviedad y que el día del animal ponen una foto grupal saludando a sus amigos. Pero esto no es mejor ni peor. Símplemente es. Prefiero, insisto, el arte

Por eso, ante la obligación moral de hacer algo (tal vez mal llamado, pero aplicable) lindo, por lo menos yo ando. Como si el dolor, la pena, la ingratitud me sirvieran a la vez de motor. Paso las noches inventando cosas sin sentido, pero también escribiendo y haciendo música. Redescubriendo los temas que compuse en los últimos doce meses, o en los úiltimos cinco años, da igual. Podría grabar diez discos de aquí a fin de año y todos distintos, nobles, armónicos, afinados, irreverentes, respetuosos, sobrios y discretos, pero también compadritos. Y cuando escucho eso que hice, me emociono, porque sé que cada canción me ha costado muchísimo. Pena eterna, a cambio de tres minutos de música y una poesía digna, inspirada y elegante que acompañe la melodía...es buen negocio. Casi como venderle el alma al diablo, pero sin esperar a morir, ya se puede ir sufriendo aquí mismo.

Agradezco a todos los que se preocuparon por mí; por mi salud espiritual, mental y física.
A propósito, como ya he dicho ayer, he sido llamado dos veces en un día por una misma persona para eneterarse de la situación y tenderme una mano y que me ha devuelto parte del buen humor. ¡Que hayas noviado conmigo alguna vez, mujer, habla muy bien de mí!

Y ahora sí, volvamos a las actividades y como decía Borges: ¿Qué le parece si escribimos?

Sigamos, por favor, buscando cosas que no existan, pero con la ilusión (aunque sea fingida) de que sí aparezcan.

No se olviden: Vivir en arte (en Marte, amarte)

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