martes, septiembre 05, 2006

SEGÚN PASAN LOS AÑOS (GRACIAS)

Ya es de madrugada, y hace un rato terminé con la celebración de mi cumpleaños.
En verdad, detesto, como en varios blogs y fotologs, este tipo de comentarios, contando hacia atrás para ver cuantos minutos faltan para tal conmemoración y páginas atiborradas de fotos de festejos.
He intentado mantener el asunto con la mayor discreción posible. No dije jamás en las últimas semanas que se acercaba mi cumpleaños, y hasta llegué a olvidarlo, pero algunos se empecinaron en recalcarmelo. Fuera de la familia, confieso que pensé que nadie iba a recordarlo, pero la sorpresa fue increible, ya que desde el domingo recibo llamados y mensajes de salutaciones. Comenzé el día con mi abuela Olga y la señorita García y luego recibí mensajes y llamadas que me pusieron muy bien y fui visitado por amistades que se acercaron en plena madrugada de lunes a felicitarme. Hubo un momento de tensión en algún momento de la noche, con un incidente que me hizo enojar y si bien soy capaz de levantar la voz, si estoy realmente enojado hablo en un tono bajo y agresivo. Luego que las cosas se pusieron en su lugar, la alegría volvió y todo fue olvidado mientras tomabamos helado.
Pensé que eso iba a ser todo, pero no fue asi. Desde las nueve de la mañana los mensajes comenzaron a atiborrar el teléfono por parte de personas que jamás esperaba que recordaran la fecha en sí. Así que de improviso armé una reunión nocturna que ni yo sabía como iba a terminar. Quedé sin palabras y emocionado por un mail con una tarjeta postal virtual que recibí de parte de una persona que jamás pensé que iba a saludarme y ese detalle será guardado con todo el respeto, adimiración y amor del mundo.
Ya por la noche, en casa, el primero en llegar fue El Gran Manuelo con Azul y fuimos a pasear en auto a buscar una torta de nuez (aquella con la que pasaba mis cumpleaños de niño) que hizo mi querida Elba, amiga de mi super abuela.
Fue una noche espléndida que tuvo su momento cumbre con la llegada de Rocío. Qué linda que es. Que feliz me hace cenar al lado de ella, haciéndonos chistes al oido y riendo en complicidad. Por momentos nos vamos a mi cuarto, olvidando casi que hay una celebración y mientras fumamos un cigarrilo, reimos y compartimos la vida. Ella es tan lady, tiene tanto estilo y me enorgullese tanto ser su amigo y saber que estamos cortados por la misma tijera, que me inflo de felicidad de sólo recordarla ahora mismo.
Mi padre también estuvo, nos hemos reido mucho y algunos se impresionaron por la forma de llevarnos, pero es tal vez nuestra forma de mostrarnos cariño. Mi hermano Tomás estuvo fantástico y me dijo que se divirtió mucho, lo cual me pone también muy contento ya que me pone feliz tenerlo cerca. Mi madre y mi otro padre me han llamado al mediodía y me llenó de alegría también escucharlos.
Fui homenajeado de forma estupenda. Rodeado de la gente que quiero y rodeado también de la gente que ya no está conmigo, pero están todos los días en mi recuerdo y esta noche no fue la excepción.
No se si merezco tanto. A veces me cuesta entender porqué soy tan querido.
Tal vez todo esto es demasiado personal, pero quería contarlo, porque la emoción en serio me desborda. Sé que anoche lloré, pero no sé porqué, no lo recuerdo y en el fondo no me importa porque tal vez yo quiero creer que fué por felicidad y no por tristeza.
Siento (sé) que estoy en el mejor momento de mi vida. Alguna vez pensé y sentí que eso fue a los 19 años y si bien en aquel entonces lo pasé demasiado bien, estos días son superiores, tal vez de forma diferente. Pero veo el futuro y me entusiasma.
Tengo más de lo que merezco; no sólo el cariño, si no también el respeto de mis contemporaneos, algo a lo que uno aspira, pero cuando llega te pega una trompada que es una sorpresa extraordinaria. Como todos estos días donde no hago más que recibir halagos por este humilde blog que si bien está hecho con cariño y algo (poquísimo) de ingenio, no es más que un simple medio de comunicación en bajísima igualdad de condiciones con respecto a los grandes nombres y marcas. Y sin embargo aqui estamos, todos los días dandole un poquito y cosechando esas palabras tan generosas de parte de ustedes.
Gracias a todos por este cumpleaños, gracias por la generosidad, por acordarse de mí y por el respeto y cariño que me expresan siempre.
Es invalorable.

Me sobran agradecimientos para hablar y me faltan palabras para agredcer.

Espero quebrar mi voz y perderla de emoción, siempre. No encontrar palabras y sonreir por los que quiero y siempre recuerdo.

Espero estar a la altura.

INFINITAMENTE GRACIAS.

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