martes, septiembre 05, 2006

EL SECRETO DE MI ÉXITO

Al mediodía tuve que hacer un trámite bancario y fui con mi abuela ya que toda mi fortuna está a su nombre porque en este país qué es muy poco serio, un tipo que no tiene documento no puede hacer nada (N de la R: para aquellos desinformados; resulta que mi D.N.I fue renovado en 1998 y por esas cosas de la vida, problemas estudiantiles, enredos románticos, problemas con la policía, muerte súbita y regreso al mundo, me olvidé de buscarlo y fue a parar a la destrucción).
Ibamos caminado por Arenales y casi al llegar a Calláo hay un casa enorme de flores (no se si el mote de vivero es apropiado) y nos detuvimos a ver las plantas (confieso que me gustan un poco las flores y no me disgusta tener cerca algun ramo mientras grabo...le da a todo un poco de color) y como hace unos días le regalé un racimo de no me acuerdo cuales flores a mi abuela, ella me dijo en broma (ya que una orquidea debe salir ahí quinientos dolares) :"Me imagino que las debés haber comprado aca" y yo le dije "Más bien, ¿qué te creés? ¿Qué te voy a regalar algo en una florería de mala muerte?" Lo dije con tono de indignación, y mientras decía esta frase ocurrio algo extraordinario que no me ha pasado jamás: en el momento exacto que digo esto una chica pasa al lado mio y al escucharme se da vuelta para festejarme el chiste. Para sorpresa mia esa chica no era otra que la actriz María Socas. Cuando veo que volteó a mirarme riendo le dije: "y claaaro" con aire de superado y ella empézó a reir más.
Capaz no lo digo muy seguido a todo el mundo pero mis amistades lo saben bien: María Socas me parece una de las mujeres más lindas de este país. Es muy sensual, muy femenina y discreta. Se nota en ella que es una artista en el buen sentido de la palabra. Llama la atención por sí sola (mas allá de su talento por ser una estupenda actriz). Es una de esas pocas mujeres que ves por la calle, vestida con un jean y una remera y no podés dejar de mirarla.
En los últimos meses la cruzé en el supermercado un par de veces ( donde, como ya dije, pasa de todo) y nunca puedo dejar de resaltar lo linda que es (y de mirarala). Hace mucho no la veía por el barrio y jamás cruzé una palabra con ella, pero el hecho de que se haya dado vuelta para dedicarme una sonrisa o, mejor aún, haberla hecho reir y provocar que me mirara a través de eso, es la mejor forma de inaugurar mi nueva edad y aunque mi vida sentimental siempre es un descalabro, no dudaría en lo más mínimo en intentar seducirla. Es una chica para casarse.
Pero esto no termina aca. La casa esta de plantas sigue doblando por Calláo y nos pusimos a ver la otra vidriera que mira a la avenida. Allí estaba también observando la vidriera una rubia muy bonita que pisaba los treinta años y mi abuela comentaba los lindos arreglos florales, y nosotros estabamos más atrás de la chica. Yo volví con mi humor y le dije: "Abuela, cuando haga carrera como actor en Hollywood te voy a comprar todas estas plantas" La rubia, empieza a reirse y ¡¡¡TAMBIÉN SE DA VUELTA MIRANDOME Y SONRIENDOME FESTEJANDO EL CHISTE!!!
Es muy inusual, ya que uno muchas veces escucha comentarios graciosos por la calle, pero es muy infrecuente que alguien se de vuelta para sonreirte o reirse y mover la cabeza diciendo sí, expresando algo asi como "qué bien estuvo eso que dijiste, me encanta" Insisto: nunca me había pasado antes.
Mi abuela me dijo: "Nene, que éxito con las chicas" y no pude evitar sentirme en la gloria. Dos de dos en un mismo lugar es algo genial para uno que está acostumbrado a perder y en los tiempos libres... seguir perdiendo.
Pero lo de Socas aún lo saboreo como un triunfo: le robé una risa a una mujer que me encanta y que por ¿casualidad? unos días antes yo había llegado a casa y estaba ella en un programa de TV y le dije a mi abuela: "Me encanta esa mujer. Es monísima". Cualquiera que la haya visto sabe de lo que hablo.
Ya en el banco, perdí el humor por la espera para ser atendido y mi abuela me dijo, advirtiendo que estaba enojado: "Vos pensá en la chica de la televisión". Y una vez terminado todo, camino a casa, mientras la emoción duraba, la mire a mi cada vez más genial abuela y le dije: "Esto es un éxito...tengo que salir con vos más seguido"

Gracias a mi Abuela, que aparte de tratarme con amor y malcriarme como a un niño, es súper canchera para y en todo y hasta me cubre cuando se me juntan...los problemas.

Y María: si por alguna improbable razón del universo llegás alguna vez a leer esto, sabelo, aca hay un tipo que te admira y al que haz puesto contento con esa sonrisa dedicada y delicada, asi como sos vos.

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