domingo, mayo 07, 2006

FUMANDO TE ESPERO EN PARÍS

Hace unos días metiendo las manos en los bolsillos encontré, Dios sabrá como llegó ahi, una moneda de 1 Franco acuñada en 1973. Creo que nunca había tenido una. Es plateada, muy linda. De un lado dice Republique Francaise y del otro tiene impresa las máximas de la Revolución Francesa: "Liberte, Egalite, Fraternite" y la fecha de emisión.
Calculo que me la habrán dado como vuelto de algo y no me di cuenta ya que es muy parecida a simple vista a una moneda de 25 centavos. Algún vivo habrá querido ahorrarse un cuarto de peso argentino y cometió el error de darme este invaluable ya que, según entiendo, no se usan más estas monedas y se cambiaron por los frios euros.
En cuanto caí en cuenta de lo que tenía entre manos y más aun cuando leí la fecha "1973", mi imaginación se disparó directo a Francia y no pude evitar una felicidad instantanea.
En 1973 en Francia pasaban muchas cosas.
Esta misma moneda pudo haber estado en manos de uno de mis máximos ídolos: Jean-Paul Sartre. Tal vez el gran filósofo la tuvo mientras contaba las chirolas para pagarle un café a Simone de Beauvoir en algún bar parisino, mientras se maldecía por no haber aceptado el Nobel que le habían dado hace casi diez años atrás.
O tal vez la tuvo Michel Foucault mientras pergeniaba publicar el ensayo"Vigilar y Castigar" y repasaba sus ideas acerca de las normas de la sociedad y el adoctrinamiento del individuo, comparando las leyes y reglas con el panóptico carcelario.
Y más adelante en el tiempo, esta moneda pudo haber estado en manos de grandes de la cultura como actores, músicos, directores de cine, de teatro, pintores, etc, etc.
Me imagino a Gerard Depardieau pagando un vino con varias monedas y entre ellas, esta misma.
Por eso ¿cómo enojarme con la pequeña estafa de la que fui victima, si en verdad salí ganando por lejos? Lo lamento por aquel que me dio esta moneda. Tanta imaginación me ha inspirado diversos argumentos para cuentos.
Gracias. Gracias a aquel que me hizo el favor de permitirme liberar las fantasias hasta lo imposible.
En fin...como me garcaron.