martes, mayo 02, 2006

AL CLAN ROMANO LO INVITAN A UNA FIESTA Y SE VIENE TODO ABAJO (LITERALMENTE)

ADVERTENCIA: Lo siguiente que van a leer puede parecer un paso de comedia, sin embargo es una HISTORIA REAL que hemos vivido nosotros hace mas o menos, si la memoria no me falla, una semana y media. El dato más preciso es que esa misma noche peleó Jorge "Locomotora" Castro y este dato no es menor, ya que gran parte de la noche y los horarios en los que nos movimos se forjaron gracias a esa pelea (fuera de que aposté guita a que llegaba al round 8 y todavía estoy puteando la maldita confianza que tuve).
Dicen que la realidad supera la ficción. A veces creo en eso, pero este caso fue tan divertido como trágico y surrealista.
Para darle un toque más divertido (ya que es muy difícil explicarlo a los que no estuvieron ahí) algunas cosas serán relatadas en forma de guión, pero los dialogos son igual a esa noche. No hay trucos de cámara ni conversaciones de más, ni inventadas. Todo fue como voy a contarlo.
Algunos dirán: ¿Para qué escribe esto? Fácil. Primero porque hoy no tuve mucho tiempo para desarrolar ideas nuevas y segundo y no menos importante, para dejar una pequeña impresión de estos días que estamos pasando nosotros y tal vez ustedes también. Asi son nuestros sábados a la noche.
Por último gracias a la Licenciada Rocío Berra que sin cuya intervención hoy estaría escribiendo esto enyesado.

La cosa es asi:
Unos días antes de ese sábado, el Doc Ibarrola me invitó a una fiesta a la cual había sido invitado por unos allegados. El plan era juntarnos a cenar y ver la pelea (yo quería ir al Luna, pero la negociación fue más sencilla si nos juntabamos en su casa), luego iriamos a la fiesta. Ya en sábado, recluté a unas amigas y nos tomamos un taxi hasta el domicilio del doctor. Recibí en el auto un llamado de la Lic. Berra diciendo que iba a la fiesta con Nachito (uno de los tipos más cómicos e inteligentes que he conocido en años. Siempre que Nachito está todo es muy divertido). Eran cerca de las 12 y yo estaba muy nervioso porque no quería llegar y enterarme que se había terminado la pelea y asi perder los 20 pesos que le había jugado a Ibarrola hasta el round 8. En vano fueron sus advertencias "Mirá que acaba de salir de un accidente" o "Está muy gordo". Nada me importaba. Tomé coraje y le dije: "20 morlacos al 8". Se echó a reir.
Ya en la casa, mientras mirabamos como mis 20 pesos se iban y mis amigas reian por mi trágica decisión impulsiva de apostar, los llamados iban y venian.

Manuel: Llamó Carlos. Dice que viene directo a la fiesta.

Marcelo: Perfecto. ¿Quién más viene?

Manuel: Juanito y Freddy.

Todo iba en orden. Los Romanos ibamos a estar todos en una prometedora fiesta. Por insistencia de las chicas nos fuimos caminando hasta nuñez y tronador, pero sólo hicimos un poco más de la mitad de camino. Despues de veinte o treinta minutos, tomamos el único taxi que vimos en toda la noche por aquella zona. Cuando llegamos había mucha gente en la entrada. Era una casa chorizo que parecía funcionar como estudio de grabación. Ya saben como son esas casas: un pasillo central, y cuartos. En este lugar había 3 cuartos sobre el lado derecho del pasillo y uno más en el fondo que funcionaba de cocina/bar en donde se vendían los tragos. Hacia la izquierda había un patio un tanto incómodo y allí nos encontramos con Rocío Berra, Nachito y el gran Matías (creador entre otras cosas de un personaje llamado "el cura sintético"). Se escuchaban muchas voces en inglés, lo cual me hizo inferir que había muchos extranjeros (no fue muy difícil inferirlo por cierto).

Marcelo: ¿Por qué no van yendo a uno de los cuartos que yo voy con las chicas a comprar unas cervezas?

Rocío: Sí, vamos.

Marcelo: (mirando en la tercera habitación) Qué ganas de entrar aca. Hay un entrepiso. Quiero subir a ese entrepiso. Bueno, vamos a comprar.

Dejo a las chicas en el bar y me voy a buscar al resto. No los encuentro por ningún lado, ya que la visión era dificultosa. Los encuentro en la segunda habitación.

Marcelo: ¿Por qué no vamos al otro cuarto? Hay un entrepiso y gente bailando arriba.

Rocío: No, aca es mejor. Aparte hay unos sillones.

Efectivamente, había un sillón bastante grande forrado en algo asi como leopardo, en donde había algo asi como unas gordas rubias que hablaban en inglés. Este dato tampoco es menor porque dije:

Marcelo: A esa gorda le doy.

Manuel: ¿A cuál?

Marcelo: A esa.

Rocío: Estás hecho mierda.

Sostengo con Matías una conversación acerca de un pasaje mal interpretado de la biblia con el vino y el fernet y salgo a buscar a las chicas al pasillo. Ahí estaban, buscandonos. Las hago entrar.
Ellas se sientan en el sillón, y yo, por no pedreder mi costumbre de dandy las acompaño. El cuarto iba llenandose de gente y las luces eran rojas. En el cuarto restante (el primero) había como una mini discoteca que parecía un chiste.

Nachito: Mi abuela escucha la radio más fuerte que eso.

Veo que llegan los otros Romanos. Carlos, Freddy y Juanito. (Aclaro que el Doc. Rebora no estaba con nosotros porque se encontraba en un torneo deportivo en la provincia de Santa Fé)
Carlos vestía una indumentaria súper moderna a la cual definió más adelante como el look "villero del futuro".
Se acerca el señor Carlos a saludar al sillón y le presento a las chicas. Carlos saluda y también saluda a las rubias para preguntar luego:

Carlos: ¿Vinieron con ustedes?

Marcelo: No.

Carlos: Entonces saludé al pedo.

Mantenemos una conversación acerca del "Auto Fantástico" y Nebbia me explica que "Michael Knith" antes era "Michael Long". Pensé que era una de sus clásicas mentiras, pero después confirmé que decía la verdad.
Una de mis amigas se encontraba en profundo silencio, como preocupada. Le preguntamos que le pasaba y dijo que estaba bien.
Se escucha un estruendo y tiembla la pared derecha.

Marcelo: Epa, pasó algo.

Carlos: ¡Están cagando a tiros a uno! Ya no se puede ni venir a una fiesta.

Marcelo: (siempre preocupado por las problemáticas sociales) Ah. Entonces sigamos conversando.

Una de las chicas se levanta y al rato vuelve diciendo:

Camila: Se cayó el entrepiso de al lado

Ingrid: No, no puede ser.

Levanto la mirada y veo que el entrepiso sigue también en el cuarto que estabamos nosotros. Me levanto inmediatemante pensando que eso se viene abajo. Me aproximo a la puerta del cuarto. No se puede salir porque hay gente moviendose en los pasillos. La música sigue y en el primer recinto no saben de nada porque el groove tapa el escándalo.

Rocío: ¡¡¡Pero estos son unos pelotudos!!!

Rocío se va y no se sabe como (digamos que tiene carácter fuerte) hace apagar la música y el silencio deja escuchar los gritos de muchas chicas en el pasillo. Se ve que van sacando gente y veo que sacan una viga. Al notar esto sospecho que lo que tenemos encima se nos cae.

Rocío: Quedate tranquilo

Marcelo: (casi blanco) No, estoy bien. Pero vení más para la puerta que si se cae el entrepiso de acá de este lado no nos toca.

Carlos: (a los gritos) ¡¡¡No queremos otro Cromagñon!!! ¡¡¡No queremos otro Cromagñon!!!

Marcelo: (atónito) ¡Callate la boca!

Carlos: (pasando de simpático a loco) ¡¡¡No queremos otro Cromagñon!!!

Ibarrola ve que la cosa se pone un tanto intrincada y se mete a sacar gente y a atenderlos.

Manuel: ¡Nooo! ¡Ese tipo está inconsciente! ¡Levantenlo, no lo lleven arrastrando!

De golpe una persona se acerca a la puerta y empieza a gritar: "Todos afuera"
Salimos y lo primero que veo es un muchacho ensangrentado. Por los gritos yo pensaba que había varios heridos graves. O sea, se cayó un entrepiso lleno de gente con más gente abajo todavía ¿entendés? Por lo menos uno sin marulo tendriamos que haber encontrado. Por suerte no pasó eso.
Ya en la calle había como 200 personas y un grupo muy grande de gente rodeando a uno que estaba tirado. Manuel lo atendía.

Marcelo: (sin querer mirar) ¿Qué tiene el tipo? ¿Está bien?

Manuel: Sí. Sólo tiene una fractura en la muñeca.

Marcelo: ¿Llamaron a la ambulancia?

Manuel: Dicen que sí.

Carlos: Ah no. Hay que seguir llamando (hace el llamdo y efectivamente ya venian en camino)

Ibarrola entra a sacar más gente, pero no había más heridos complicados. Sólo golpes o algún corte.

Marcelo: Que bajón loca.

Rocío: ¿Viste?

Marcelo: Menos mal que dijiste de ir al cuarto del medio. Yo quería el del entrepiso.

Rocío: ¿Ves? y vos que nunca me querés hacer caso.

Y ASI FUE AMIGOS. LA NOCHE RECIÉN EMPEZÓ AHI PORQUE DESPUÉS NOS FUIMOS A UN BAR EN LA AVENIDA JURAMENTO Y TODO TERMINÓ A LAS 8 DE LA MAÑANA. EL ASUNTO DE LA FIESTA TERMINÓ AHI CUANDO LLEGÓ LA POLICIA Y YO FUI GANANDO LA ESQUINA POR CUESTIONES QUE NO VAN AL CASO. DESPUÉS LLEGARON COMO TRES AMBULANCIAS Y AHI NOS FUIMOS.

MORALEJA: SI ESTÁS EN UNA FIESTA, JAMÁS TE PARES ABAJO DE UN ENTREPISO. QUEDATE CERCA DE LA PUERTA (SE PUEDE HUIR MÁS RÁPIDO)