POR QUÉ SOMOS LO QUE SOMOS – Vol.1

Por qué somos lo que somos, y no somos otra cosa? Eh? Por qué la gente puede decir de uno “mirá, qué grande” o bien decir “mirá, qué pavo” o simplemente “mirá” sin señalar nada? Eh? Bueno. Nosotros somos como somos por muchas cosas. Entre otras, porque nos gusta decir:

1- Y qué? – Excelente manera de terminar cualquier frase. No hay respuesta a lo que se que uno haya dicho. Ejemplo: a mí me gusta de vez en cuando ir a aeroparque a ver si puedo correr más rápido que los aviones que despegan, pero sólo los más chicos, los que son a hélice. Y qué?

2- Ah si si – Algo nos entusiasma y tenemos grandes planes para cumplir con ese elemento. Tenemos objetivos que van aflorando rápidamente en los breves segundos posteriores al descubrimiento del objeto en cuestión. Ejemplo: situación: jueves a la noche en el Roxy, caminamos los Hermanos Romano lado a lado cuando dos hermosas señoritas cruzan nuestro camino, a lo cual los dos exclamamos, no para ellas sino entre nosotros… “Ah si si”. Nota: el tono que le imponemos sólo nosotros es lo que lo hace tan particular. No lo intenten en sus casas.

3- No sé, no sé – Más que duda, demostramos desinterés en cualquier tipo de explicación, dando por perdida la causa en cuestión. Ejemplo:
-Te juro que me olvidé que vos estabas ahí esa noche, por eso nos fuimos directamente… sino te hubiera avisado!
-No sé, no sé…

4- LA MATO/LE DOY – Bueno… eso… Pero con mucho tacto. Y en mayúsculas. Ejemplo? Para qué? Bueno, acá va el ejemplo:
-Ayer conocí a una chica que…
-LA MATO (así, sin esperar)

5- No señor! – Indignación. Con voz firme, rozando el grito, es una expresión capaz de frenarle el carro a cualquiera. Y en cualquier discusión es aplicable. Ejemplo:
-Creo que tendrías que escuchar lo que él tiene para decir.
-Por qué? Los hechos son los hechos, eso no se cambia con palabras.
-Bueno, pero pensá que él puede estar arrepentido y…
-No señor! Eso no cambia nada. A mí no me van a venir con ese cuento.

6- … me gustan como las mujeres – Aplicado a casi cualquier cosa, casi nunca tiene sentido, pero siempre parece aplicable. Debe ser seguida de un amague de explicación, como si se fuera a trazar un paralelismo entre ambos elementos (las canciones me gustan como las mujeres… delicadas pero decididas), pero tal explicación nunca debe aflorar, dejando la incógnita, y que la gente se pregunte cómo llegó uno a conectar ambas cosas. Ejemplo:
-Me compré un banco de plaza para poner en el patio de mi casa nueva, me pareció muy original. Está lindo, vas a ver, te va a gustar.
-A mí los bancos de plaza me gustan como las mujeres…

Preguntas o comentarios, escribir a: sisi,escribiqueyatecontestamos@hotmail.com
Después viene la segunda parte. Y si va bien, viene más. Y sino, escribo otra cosa. Porque lo que es escribir, te escribo lo que quieras. De ahí a que gane un Pulitzer… bueh…

Dr. Ibarrola
Sí... Dr.
Y qué?