Una bola de billar, que empuja a otra bola, un lebrel, que persigue voluntaria y necesariamente a un venado, ese venado, que franquea un dilatado foso con igual voluntad y necesidad, no obran de un modo más predestinado que yo, en cada uno de mis actos.
VOLTAIRE: Le Principie D´Action, capítulo 13.
sábado, septiembre 19, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario