sábado, mayo 30, 2009

AUTOR DE ESTE BLOG ENLOQUECE Y SE CREE ORSON WELLES VERNÁCULO

Estoy metido en una aventura bastante divertida que la mayoría de mis amistades ya saben: estoy escribiendo un cortometraje, que pienso filmarlo en cuanto esté terminado. El guión recién está en etapa de borrador y, en un verdadero combate contra mi sobrenatural tendencia a la vagancia, puedo decir que va bastante bien. De todos modos me cuesta muchísimo escribir, busco excusas para no seguir adelante y cuando encamino las escenas me da la impresión de que el libreto se hace más largo que Ben-Hur.
Usé una trampa para no rendirme: empecé a buscar aliados en esta locura, y ya hay actores, actrices y gente del cine amateur que van a estar en el proyecto, y si yo llegara a abandonar la idea, sería odiado mucho más de lo que soy ahora.

¿Por qué escribir, actuar y dirigir un cortometraje?

Fácil: El argumento surgió una madrugada cuando, intentando calibrar una historia para una obra de teatro, recordé un episodio que involucra a un matemático. Ahí supe que eso no iba a poder ser una obra teatral por limitaciones técnicas. A parte, podría ser representada una vez, a lo sumo dos. Al otro día intenté dar con el dato concreto del matemático y fue bastante difícil, porque es una historia bastante desconocida. Llevó días, pero el dato apareció y me puse a trabajar en el guión. La idea de convertirla en un corto es mucho más práctica. Gracias a internet un film puede llegar a cualquier lugar y ser visto en todas partes. Por eso escribo esta comedia; porque intento que el mensaje llegue a todos los lugares posibles. Ahora, si el mensaje es bueno o malo, si sirve o no, no lo sé.

He decidido actuar porque accedo a gentiles pedidos de mis amistades que me han sugerido muchísimas veces dedicarme a la actuación. Yo creo que soy un pésimo actor, y cuando repaso algunos diálogos para ver cómo quedan, siento que los arruino completamente. A diferencia de mi madre, que es una estupenda actriz, yo creo que no tengo ese don. Por lo visto, algunas cosas no son genéticas

Dirigir sí puedo. Tengo algunas nociones y creo que podría realizar un trabajo decoroso en ese sentido.

Hasta compuse la música, que es una linda pieza entre blues y jazz, para piano

Pero estas tres preguntas se contestan mucho más fácil: si no escribo, ni dirijo, no actúo porque de otra manera no podría obtener un buen papel. La voy de protagonista, me escribo los mejores chistes, flirteo con chicas lindas y encima doy las órdenes. ¡¿De qué otra manera podría hacer todo eso si no desenvuelvo todos esos roles?!

También hay otra explicación: se me hace casi imposible trabajar en un proyecto en donde no tenga el control total de todo lo que sucede. No sé relegar ni aceptar órdenes.

Sí, soy un tipo raro, histérico y caprichoso y pretencioso, porque querer abarcar todas estas actividades sin algún talento para ellas, es bastante pretencioso.

La historia habla sobre las parejas. Las distintas formas que toma el amor, las separaciones, los nuevos romances y la dificultad de encarar una pareja sin cometer errores que en algunas personas, más que malos hábitos, parecen una condena.
¿Y qué tiene que ver la matemática en todo esto? Ah, ah, ah, ah. Eso es una sorpresa. Incluso creo que cuando esté todo listo, ese dato ni se va a entender, aunque es lo que desencadena todo el argumento. Pero me gusta mezclar el amor con teorías matemáticas. Creo que tienen mucho que ver.

El tiempo dirá si todo sale bien o mal. Nadie lo sabe.

Y allí está la otra pregunta: ¿qué importa todo esto que digo?

Respuesta: No lo sé. Se me ocurre que intento comunicarme. Pero no sé bien con quien y , ahora que lo pienso, en verdad no sé nada. Por eso viene a mi mente algo que tiene que ver con el compromiso filosófico con respecto a todo lo que uno hace y dice. Pero de eso no voy a escribir hoy, si no en alguno de los posts de esta semana.

Igual, si quisiera comunicarme, sería mejor hacerlo por teléfono.

¡Ah, me olvidaba! Desde que uso mi celular en modo silencioso, mi vida es muchísimo mejor. Se los recomiendo. Uno dice: “a ver si llamó alguien”, eligiendo el momento de saber quién se ha comunicado o si tiene mensajes. Es maravilloso.

Los dejo, voy a ver quién llamó.

1 comentario:

Perón dijo...

"los únicos privilegiados son los niños".