miércoles, octubre 08, 2008

LA BRUJERÍA IMPERFECTA

La esperaba ahí. Desde la habitación, el ventanal apuntaba a la Avenida de Mayo.
Inmutable miraba la calle desde el tercer piso; no muy lejos de la gente, pero con suficiente distancia para no ser advertido. Tenía esa idea estúpida de que la vida es una película que le sucede a otros. Quizás le gustaba esa idea de ser el testigo de la vida de los otros. Cada tanto veía a los autos esperando cruzar el semáforo e intentaba imaginar o inventar la historia de los que iban en los vehículos. Inventaba tramas familiares, amorosas, de enemistad; todo en los segundos que tarda un semáforo en cambiar de luz.
Ahí esperaba.
Por alguna razón, no es relevante –o sí- se había confinado a ser testigo de la vida de los otros. Vio algo, alguna situación que lo hizo acariciar el vidrio. Se dio cuenta de que estaba frío, cosa que nunca sentía o no le había prestado atención hasta ese momento.
Últimamente le importaban muy poco los movimientos de la casa. Cada vez daba más días libres a sus empleados y les pedía, amablemente, que al salir apagaran las luces del departamento.. Quería estar solo.
Escuchó el ruido de la puerta principal. Escuchó la voz de Virginia llamándolo. Virginia abrió la puerta de la habitación.
- Marcos- le dijo preocupada, - ¿por qué no contestás?
Marcos se mantuvo en silencio.
- Marcos, ¿qué te pasa? – seguía preguntando inútilmente. - ¿Estás enojado? Perdoname que vine sin avisar...
-Pensé que ibas a venir- contestó en seco sin despegar la vista de la ventana.
-¿Por qué sabías?
No hubo respuesta. Marcos prendió un cigarrillo.
-Vine a devolverte las llaves- comentó Virginia un poco por dar conversación.
-Llevalas. Tengo muchas.
-Estoy muy preocupada por vos. No te puedo ver así.
-¿Cómo querés verme?
-Bien.
Marcos siguió mirando el vidrio, en un punto fijo, pero sin ver nada. Pensó que la vida es una serie de restas; una tras otra, siempre daba cero.
-¿Sabés cuánto da la suma de las vidas?- le preguntó a Virginia.
-¿Qué?- pregunto muy confundida.
-Si sabés cuánto da la suma de las vidas...da cero. Son restas, nunca suma. Por cada cosa que llega, todo lo demás se pierde.
Virginia no supo qué contestarle. Tal vez no había nada que decir. Dio media vuelta, le dijo que lo quería y antes de irse, volvió hacia él e hizo la confesión esperada:
-Marcos, no sé cómo lo vas a tomar...cuando me fui...no te quise cerca...
-Bueno, es uno de los motivos por los que la gente se va, porque ya no te quieren cerca. Más bien, porque ya no te quieren. Es lógico, ¿no?
- No, no. Sí te quise, y te quiero. Sólo estaba confundida y enojada. Yo sé que no creés en estas cosas, pero, no sé por qué, vi a una bruja, y te hice un trabajo de brujería para mantenerte lejos. Sé que es una estupidez, pero te pido perdón.
Marcos olvidó el punto fijo y bajó la vista. Perdió otra vez la mirada, ahora en los autos que pasaban.
-Ya lo sabía.
Virginia se sorprendió. Pensó que Marcos le mentía, pero no pudo evitar preguntar:
-¿Cómo sabías? Jamás creíste en brujerías.
-Es verdad- le contestó después de un silencio larguísimo. – Pero lo que sí creo es que esas cosas tienden a fallar. Y a vos te falló.
- ¿Por qué?- Insistió Virginia muy confundida.
-Porque la suma es resta y todo da cero- Marcos se dio vuelta y la miró por primera vez. –Y así como por cada cosa que llega, todo se va, cuanto más lejos me quisiste, más cerca estuve.
Marcos volvió la vista a la ventana.
-La brujería hubiera funcionado si yo no estuviera acá viendo la gente pasar, si no te estuviera escuchando. Pero ya ves, el guión no es mío, y mientras miro a los otros, me veo a mi.
Y Marcos ya no habló y Virginia se fue. Pensó que sus palabras eran tontas, pero escondían algo de cierto; y también pensó que en esas historias que tramaba en los que veía pasar, en algún momento se cruzaría con él mismo, en ese instante cuando conoció a Virginia.

4 comentarios:

B dijo...

funcionan
lamentablemente

más llá de mi acotación: me gustó mucho tu relato. Que tristeza tiene.

Martín dijo...

Loco, llegue a tu blog por el post del facha martel y las drogas... hacía MUCHO (pero MUCHO con mayúsculas) que algo no me causaba TANTA, pero TANTA con mayúsculas, gracia!

Seguí leyendo y me gusto más aún.

Sos groso.

Saludos desde la despensa del humor

Marce D´Onofrio dijo...

Blanc:
Hola, bienvenida. ¿Funcionarán? Yo no lo sé. Ojalá que sí...terminaríamos con muchos problemas.
Pero ojalá que no, que no funcione, para que no nos metan en más problemas!
Es un tema raro. No sé si creer o no. Habrá que esperar algún resultado inesperado (y favorable)
Muchas gracias por llegar hasta este lugar.
Un beso grande.

Martín:
Gracias por venir también. Me acuerdo de ese post del Facha, fue hace bastante pero me acuerdo que se publicó algo, lo voy a releer. Creo (no estoy seguro) que hay dos post del Facha.
En cuanto pueda voy a pasar por la despensa del humor.
Un abrazo y gracias por firmar.

B dijo...

de nada, no es la primera vez, pero parece que la anterior no me viste (...)
sobre lo otro que ponés para mí: muy largo de escribir, pero sí tiene respuesta.
saludos!