viernes, agosto 01, 2008

AQUELLOS QUE NOS SUEÑAN

Max Brod, en el libro “Franz Kafka”, de 1937, refiere esta historia acerca del autor:

“Una tarde, Kafka me visitó y atravesó impensadamente una pieza donde estaba recostado mi padre. Éste se despertó, y Kafka murmuró, al pasar:
- Le ruego, considéreme un sueño.”


Hace mucho quería publicar esta cita. Me parece estupenda.
Estoy trabajando en dos cuentos que tienen que ver con sueños; donde suceden cosas como en esta anécdota, y este pedido de Kafka me parece casi una súplica. Pedirle a alguien que nos considere un sueño, que nos de el carácter de efímero, es un pedido, como mínimo, pretencioso. Pero es tan poético y maravilloso este pedido, que no puedo dejar de pensar en las personas con las que soñamos y las que no.
Me gusta mucho cuando uno descarta las ideas freudianas y sueña con alguien, para luego preguntarse “¿por qué soñé con esa persona?”. Es fácil adjudicarle al subconsciente la aparición de una persona o una situación. ¿Pero cuando uno no ve a esa persona hace mucho? ¿O inventa situaciones que no están cerca de nuestra realidad? En verdad hay explicaciones para todas esas cosas. Recuerdo que en La Interpretación de los Sueños, Freud refería una experiencia que involucraba a una puerta bajo un puente que había visto 20 años antes de soñar con ella.
Pero quiero abstraerme de las explicaciones prácticas, aún cuando las explicaciones llegan a la misma resolución que el deseo. Porque ese es el punto: tal vez, soñamos con lo que deseamos.

Y también me gusta pensar que al igual que El Fantasma del Arroyo, estoy metido en el sueño de alguna mujer, que ni siquiera me conoce, mientras como un iluso, creo que soy yo quien la estoy soñando. Esa idea me atrae. ¿En el sueño de quién nos estaremos metiendo? ¿Quién soñará con la persona que nos sueña?

Por lo pronto sólo puedo pedir, como Kafka, pero con muchísima más pretensión, que me consideren un sueño; como alguien efímero. O que me dejen llegar, como un fantasma, a ese momento extraordinario en donde estamos sin estar y nos vamos antes de ser advertidos del todo.
Yo, mientras tanto, soñaré que me despierto

5 comentarios:

Adriana Menendez dijo...

"Quizá la serie de sueños no tenga fin, quizá la clave esté en el último" (de El sueño de Coleridge, J.L.Borges)
espero te guste la cita, y espero ansiosa los cuentos. beso

Marce D´Onofrio dijo...

¡Me encanta la cita! Acertaste muy bien. Es un placer ser entendido, captado en el mensaje. Vos, como escritora, bien sabés que uno dice lo que dice, pero también quiere decir, intenta decir otra cosa. Esa cita es estupenda.
Y estoy pensando en Bioy que desconfiaba muchísimo de los sueños (cosa que me he contagiado de él; tal vez lo único que aprendí de Bioy, porque soy muy mal alumno); y volviendo a Borges, tu cita me lleva al poema Ajedrez: "Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios, detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?"

Muchas gracias por tu comentario, me puso muy contento.

Un beso.

MD

Nanu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nanu dijo...

Que bueno...yo me planetie muchas veces eso de los sueños, bueno creo que todos..
Deseos, miedos, eso son los sueños¿? Lo cierto es que salvo ques ean pesadillas a todos nos gusta acordarnos de los sueños...y muchas veces nos dan "pistas" que ayudan en la vida de despiertos..

Anónimo dijo...

Muy cierto lo que decís Nanu.
Yo suelo desconfiar muchísimo de esas pistas que se revelan en los sueños, pero al ser un tipo débil, me rindo fácilmente ante ellas. Muchas veces seguí instrucciones indicadas en sueños. Alguna que otra cosa acerté así también, pero casi siempre es un método que puede ser una trampa.
Y puedo contar que anoche, mientras corregía unos cuentos, me encontré con uno (que ahora no recuerdo cómo se llama, nunca recuerdo los títulos de lo que escribo) en donde describo un sueño y hablo de los edificios y las calles y una mujer; y ese sueño fue un recurso para describir una historia real que también había sido soñada como un recuerdo lejanísimo. Pero al haberla disfrazado de sueño, no pude identificar qué partes eran verdaderas y cuáles las inventadas. Prefiero creer que lo he soñado todo y que ni siquiera he despertado aun.

Un beso enorme.

MD