lunes, febrero 25, 2008

EL CIRCO DE LUTO

El circo del Dr. Cargliostro se viste de negro hoy en su día más triste, tras la trágica muerte de su máxima estrella y atracción principal, el payaso Marlboro.
Todos recordamos a Marlboro, quien tuvo su apogeo artístico en 1971, cuando saltó a la fama por ser capaz de fumarse un atado completo de cigarrillos, uno a uno, durante sus rutinas cómicas, e inclusive llegar a los 40 cigarros antes de terminar su acto (de media hora).
Alberto Pantroro, tal su verdadero nombre, comenzó su carrera con el seudónimo de "43/70", apodo que le fue brindado por sus amigos del bar ya que “se fumaba un faso tras otro, mientras tomaba caña Legui”. Su pasión por el espectáculo había nacido de temprano y sus rutinas lo llevaron a presentarse en diversos circos, hasta cambiar su nombre a Marlboro, cuando fue auspiciado por la afamada marca. Ese mismo año, su popularidad llegó hasta tal punto que los niños veían su programa de televisión tomando Vascolet y fumando.
En el año 1986 fue contratado por el circo del Dr. Cargliostro y allí permaneció hasta el día de ayer, cuando murió repentinamente mientras cantaba el feliz cumpleaños a un niño que había concurrido con su familia al show.

El padre del muchacho (de quien no trascendió el nombre) dijo “Es una pena. Él estaba cantando como hacía siempre, tosiendo, y quedó seco. Yo lo traje a mi hijo porque a mí me traía muchos recuerdos...de pibe Marlboro era mi ídolo y mi viejo me había llevado a verlo en una gira que hizo con Luis Sandrini. Yo quería que mi hijo viviera la misma emoción, pero la verdad es que él no sabía ni quién era...ahora los pibes no saben nada, están todo el día con el jueguito y el e-mail y no saben nada de las cosas buenas”

Su célebre compañero de rutinas, el Enano Cananas, apenas pudo esbozar algunos conceptos debido a la profunda tristeza. Muy compungido dijo: “Marlboro era mi hermano, no sé cómo va a seguir esto...estoy quebrado muchachos, estoy quebrado. Me cortaron las piernas. Pobre Marlboro, estaba cantando ahí el feliz cumpleaños, con el pucho en la boca y no sé qué y de golpe lo vemos que se cae...yo pensé que era una de sus gracias, pero no reaccionó. Estoy partido al medio, hermano. No puedo más”.

Muchos amigos pasaron a despedirlo en el velorio que se llevó a cabo en el circo. El mismísimo Dr. Cargliostro dijo en exclusiva a N.S.N: “Es una tristeza absoluta. Nunca pensamos que iba a pasar esto. El tenía un sentido del humor más bien ácido, no le daba mucha gracia nada. Hace poco el médico le había dicho que largara un poco, que su acto era “extremadamente peligroso por lo tóxico”, no te olvides que ha llegado a fumar en una época casi 50 fasos por acto, con tres presentaciones por noche. Él no lo hacía como un chiste, todos lo vimos a eso. Él hablaba y fumaba, pero los pibes deliraban y aplaudían cuando iba prendiendo un cigarrillo nuevo con el anterior, no paraba. Contaba un chiste y fumaba, armaba esos muñecos de globos mientras fumaba –lo que hacía muchas veces inentendible lo que decía, le pegaba a una patada a Cananas mientras fumaba y el enano le robaba los puchos y Marlboro se desesperaba; a los pibes les encantaba eso, deliraban con esa parte. Pero es cierto que en los últimos años ya el público fue mermando y más que nada venían padres nostálgicos que traían a los hijos que no lo conocían. Por suerte el circo remontó por el lanzacuchillos alcohólico –que cada tanto pifia y eso le encanta a la gente- y por el fakir que se deja tirar clavos y vasos por el público. Pero sí...la verdad lo vamos a extrañar”

Pero la vida de Marlboro no fue toda de éxitos. También se vio envuelto en escándalos, como cuando en 1979, un cigarrillo mal apagado desató un feroz incendio en plena función que por suerte no generó víctimas, pero sí un gran revuelo y polémicas sobre sus actos. Marlboro dijo aquella vez “¿Y qué quieren, loco? Yo soy payaso, no bombero”

En la despedida de sus restos, entre llantos de los concurrentes, sus allegados hablaron y el Dr. Carlgiostro hizo una suelta de leones domados. También, en señal de luto, se disparó un cañonazo al cielo con el hombre bala del circo, quien no regresó luego del disparo y muchos vecinos del lugar dijeron que lo vieron corriendo muy rápido al grito de “¡Soy libre al fin! ¡No vuelvo más!”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo ya hice mi minuto de silencio para el payaso marlboro.

Cuantas familias destrozadas por este terrible acontecimiento. Es más, le di a mi viejo la noticia y mientras se agarraba la pelada me dijo:

"Oh Dios mio!!! Marlboro nooo"

y se le pianto un lagrimón. Pero me dijo que era una basurita.

Y ahora como va a seguir el circo??
Recien iba por la calle y si puedo dar fé que vi corer al hombre bala.