lunes, diciembre 10, 2007

NO SEÑOR, NO ME HABÍA DADO CUENTA ¿EN SERIO NO ES REAL?

Lo que quiero comentar no es ético. Tampoco quiero que se vea como un golpe bajo de humor tendencioso, pero tal vez merece una consideración. Es cierto que se ha tocado el tema con banalidad y de un modo pueril, pero tal vez aquí podríamos abordar el tema con altura.
En el libro "Monólogos Rabiosos" de Mario Mactas, el autor critica, en un capítulo, a la gente que dice lo que voy a decir. No voy a caer en la demagogia de escribir que lo digo con respeto y esas cosas. Yo pensaba que Mactas tenía razón, hasta que me crucé esta semana dos veces con una persona que traía este adminículo. La primera vez no hice ningún comentario, la segunda fue demasiado: no entiendo a la gente usa peluca.
No estoy en contra de tratar los problemas capilares, muy por el contrario. Pero ¿usar peluca?
Inclusive creo que ahora hay algunos métodos de implante muy eficaces, casi ni se notan, pero las pelucas son terribles.
Pero lo más extraño es que uno cambia radicalmente su comportamiento en frente de alguien con peluca. Es algo tabú. Uno puede estar riéndose de lo lindo mientras está hablando de cómo le fue de mal en la última cita que haya tenido que si aparece alguien con peluca, uno se pone serio y solemne, como mostrando un poco de respeto, otro poco de vergüenza y mucho de "no vaya a pensar que me estoy riendo de la peluca".
La persona que he visto es un tipo que lleva una peluca negra, muy negra y enrulada. Es algo muy notorio.
Y esto es lo que más me llama la atención: la peluca se nota, pero el que la lleva hace de cuenta que no se nota.
No sé cuánto hay de autoengaño o de confianza. No sé que tipo de seguridad hay en esa cosa. Es como si el que la llevara estuviera diciendo: "Qué buena peluca, no se nota, sólo yo lo sé. Es un secreto y nadie se va a dar cuenta jamás"
Y he aquí el problema; frente a la seriedad que he mencionado antes, el portador de peluca se termina de convencer que no se nota.
Si yo tuviera un amigo cercano que tenga que usar peluca, creo que le diría "Mirá Lito, eso que llevás ahí se nota un poco...demasiado". Pero por lo menos que sepa que la gente se da cuenta.
Es verdad que uno no tiene derecho a burlarse o llamarle la atención a alguien por sus decisiones. No se puede ir alegremente por la vida diciendo "ese saco no me gusta, se le notan los dientes postizos, y esa peluca es evidente" porque uno sería un estúpido. Pero habría que buscar un punto intermedio.
Por ejemplo: si yo usara peluca tendría en cuenta que la gente lo sabe y en virtud de eso, usaría una diferente todos los días, inclusive de colores y texturas de lo más variadas. Un día llevaría una peluca un poco ondulada tipo tanguero de la vieja guardia (esto no lo digo por nadie en especial, ojo al piojo, si no que estoy pensando en algunos viejos que veo en SADAIC -como en el tema de Serú Girán "A los jóvenes de ayer", que describe personajes que aún existen, y que si uno va a este lugar todavía están ahí cobrando sus cheques y son simpatiquísimos-) Al otro día usaría una peluca negra y lasia, y después una roja estilo afro. De esa manera cubriría la calvicie, y la gente no se vería en la obligación de fingir que no se dan cuenta de semejante cosa.
Usar peluca y no admitirlo es un engaño. Si uno conociera a una mujer que, supongamos, no se da cuenta (que es imposible, pero usemos la imaginación), a la hora de la intimidad, en algún momento va a tener que sacarse el bisoñé. Eso sería algo realmente incómodo.
Con los dientes es lo mismo, miren si uno tuviera una dentadura y en el momento culmine de la lujuria uno dijera "momento amor, que voy a guardar los dientes". En estos casos recomiendo implantes, que si bien son muy caros, evitan muchas descepciones amorosas. Como los dientes de Mick Jagger, que son un trabajo odontológico excelente. Yo los he visto en primerísimo primer plano y no te das cuenta cuáles son los implantes y cuales no. Claro, Jagger puede pagar fortunas, pero la calidad ya en Argentina es igual que en todo el mundo. Se reemplaza la raíz por titanio, que se funde con el hueso de la encia, y allí se enrosca el implante. Antes, en los 70´s se hacía en Suecia, pero hoy es común en todo el mundo.

Pero este informe era sobre las pelucas.

Así que, si usted usa peluca, sepa que nosotros lo sabemos.
Aunque ahora que lo pienso bien, tal vez si yo usara peluca, usaría una bien, bien evidente y esperaría que alguien me diga "¿Se ha puesto peluca?" a lo que yo contestaría "De ninguna manera" y lo negaría rotundamente hasta convencerlos a todos de que ese adminículo es algo real.

Pero bueno, si conocemos a alguien que usa tupé, no nos burlemos, pero busquemos un punto intermedio...o todo lo contrario.

Los dejo, debo ir a probarme el bisoñé para esta tarde, pero si me ven por la calle, hagan de cuenta que no se nota, porque de todos modos lo negaré a ultranza.

4 comentarios:

Flavia dijo...

Es exacto el análisis... Y me pregunto, como mujer... ¿Qué piensan los hombres sobre otro tipo de cosas que se usan, simulando ser reales, pero que es evidente que son plásticas? Hablo de las lolas de ciertas mujeres, que se parecen más a pelotas de fútbol, o de baloncesto, que a lo que pretenden asemejarse. Pero no sé, tal vez a los hombres les parezcan reales, o si se dan cuenta, no les importa.
Como mujer, a mí, un hombre que use hombreras exageradas para simular que tiene una espalda digna de atención, definitivamente tendrá toda mi atención. Pero del mismo modo, definitivamente lo tacharía de mi lista.
No sé, en fín, como no sé tantas cosas. Pero simulemos que sabemos.

Anónimo dijo...

Licenciada;
Qué gusto que andes por aquí.
Quiero contestar lo que has preguntado porque inclusive da para un analisis extenso, pero en resumen creo que las siliconas están bien, no son tan molestas (me sale el baboso de adentro, you know, I´m a man). Pero esto se debe a que no deben ser sacadas de su lugar. Pero con respecto a lo que mencionás de las hombreras, el equivalente en una mujer sería el relleno de corpiño o también los push up´s que son una verdadera descepción.
Está muy bien lo que decís de simular que sabemos, creo que es lo más piadoso. Si a mí me tuvieran que decir todo lo que saben o se dan cuenta (las prótesis dentales, el bótox, la tintura, el tabique de titanio y la pierna postiza) no podría salir a la calle, así que agradezco que sepan disimular los inconvenientes.

Por otro lado, recibí tu mail de las fotos de antes y después y te digo que después de haber visto la de Clooney, guardo una esperanza bastante grande.

Un beso.

Anónimo dijo...

Mark Twain decía que el mejor sentido del hombre era el común.
No hay nadie que le avise a esa gente lo mal que quedan esos adminículos capilares?
Un gusto leerlo marce.
beso mio!

Flavia dijo...

Sí, lo de Clooney deja esperanzas varias. Lástima que digan que es gay... Aunque igual, no voy a conocerlo, así que ¡qué me importa!
Beso, Marce.
Hasta prontito!!!