DÍGAME LICENCIADO...

Todavía me río.

Blumeberg reconoció que no es ingeniero pero justificó el hecho con un: "me acostumbre a que me llamaran ingeniero". Argumentó también que nunca quiso usarlo en beneficio propio.
Teniendo en cuanta esto y el Tellerman Gate, debo confesar algunas cosas que estaría bueno reconocerlas públicamente:

Jamás me recibí de abogado con el master en derecho procesal, civil y penal internacional. Pido perdón a todos los que embauqué y mandé a la cárcel por no defenderlos bien (o directamente no defenderlos) y sobre todo pido perdón al Estado Argentino y a la ONU por haberme ofrecido como enviado diplomático en un tema tan delicado como las bombas nucleares y cobrarles tanto dinero y no haber obtenido ningún resultado. Lo hubiera dicho antes, pero me acostumbré a que me llamaran doctor...me sentía importante.

Pido mis más sinceras disculpas también a los 25 pacientes que sí sobrevivieron -hoy con muchas dificultades- a mis operaciones y las familias de los cientos que no lograron tal destreza, cuando me hice pasar por cirujano neurológico. Lo que pasa es que entré al Hospital de Clínicas y yo que tengo un poco de debilidad por algunas minas, cuando una enfermera muy linda me confundió con un médico algo parecido a mí y me dijo "doctor lo esperan en el quirófano" no pude negarme. Nunca quise sacar beneficio propio más que el número de la enfermera, pero tenía un novio muy celoso. Hubiera querido no estar tanto tiempo ejerciendo ilegalmente la medicina, pero bueno...uno no es de hierro. Por otro lado alego lo mismo que antes: me sentía importante.

No puedo dejar de mencionar mi gratitud y agradecimiento a la Asociación de Psicólogos Argentinos y a la Universidad de Buenos Aires, que fueron muy leves en su denuncia, y posteriormente elevada a juicio oral: "Autos, El Estado Argentino contra Marcelo D´Onofrio" en la causa por ejercer (con título ajeno y consultorio) psicología durante cinco años ininterrumpidos. Jamás he intentado sacar beneficio tampoco de este hecho, aun ni siquiera con la posterior publicación de mi libro "Los peores locos del mundo" en dónde explico y narro con nombre y apellido, dándole en algunos casos un tinte humorísitico para alivianar la situación, los más diversos casos de patologías psíquicas. Niego, ya exonerado de culpa y cargo legalmente, que haya tenido que ver con el suicidio de seis de los diez pacientes mencionados en la publicación y sí destaco la coincidencia que justo estuvieran en el capítulo titulado "los ezquisofrénicos más tristes del barrio".

Pido perdón a la sociedad entera por haber estrellado un avión Boeing 737 con 220 pasajeros a bordo. Nunca quise sacar beneficio tampoco por haberme hecho pasar por piloto, pero una vez más debo reconocer, sí, mi debilidad por las faldas, cuando le dije a cierta novia que tuve, que yo ejercía tal profesión. Sé que cuatro cursos de manejo de helicóptero no habilitan a nadie para manejar un avión de linea, pero cuando ella me dijo "quiero acompañarte para ver como despegás" no pude negarme. ¿Qué iba a hacer? No podía dejar que me perdiera el respeto. Por eso tome mi imitación de traje de piloto (con el que me iba de casa justificando mi ausencia y la base de la relación) y mi valijita llena de revistas Condorito para hacer peso, y tomé un avión por sorpresa. No fue, debo confesar, muy difícil el despegue. Lo más complicado fue el momento en que en pleno vuelo agarramos ese poso de aire. Eso sí fue delicado. Si bien tuve que noquear a una azafata y darle con un matafuegos en el marote al jefe de abordo para poder sacar un paracaídas y saltar del avión (que por un motivo inexplicable ya tenía las alas incendiadas), no fue un acto de cobardía, si no más bien algo heroico, ya que les dije a los que abordaban "yo salto y pido ayuda" y prometí "Esto no va a volver a pasar, no voy a volar nunca más, salvo que sí tome un curso de piloto verdadero". Sentí la obligación moral de saltar de ese avión y hacer ese curso. Lo hice por la dignidad de los pasajeros. Por otro lado le pido paciencia a las personas que están buscando a sus familias y, como ya les he dicho, están todos en una isla como la de "Lost" pero no la podemos encontrar. Yo pude escapar de allí pero porque "los otros" no se dieron cuenta.

En fin, como verán la mayoría de las veces hice ostentación de unos títulos que nunca obtuve pero porque me siento capacitado. No me parece justo que para ser un ingeniero haya que estudiar seis años seguidos. Sería más democrático si uno pudiera elegir una profesión y te den ahí el nombre, la matrícula, unas tarjetitas y listo. No puedo pasarme seis años para ser licenciado en economía.
De todos modos siempre lo hago para impresionar a las chicas. Si mi crimen es haber mentido para impresionar, entonces señor juez, soberanos míos, soy culpable. Si se me acusa de amar, entonces me declaro culpable porque he amado más que nadie, incluso estrellando un avión. No me exoneren, porque de todos modos mi alma ya pena. Si por amor he faltado a la verdad... ¡Oh Señor! Juez que todo lo ves, en tus manos me entrego para que decidáis que haréis conmigo, una vez llegado el fin.

También soy actor, sí, sí. ¿Te llama la atención?.. Sí, estudié muchos años con Lito Cruz y estamos por hacer una película...vos tenés mucha cara para el cine; ¿acaso no actuás? ¿Cómo que no? ¿Con esos ojos tan lindos no actuás? Darías muy, muy bien en cámara. De verdad, sí. Esperá, ¿querés tomar algo? ¡Dale!, ¿puede ser un Gancia con Sprite para la señorita y un gin tónic para mí? Muchas gracias. Te decía, no puedo creer que no actúes con lo bonita que sos...porque uno te mira y en seguida queda impresionado. Disculpame un segundito...

Adiós, nos vemos la próxima, estoy ocupado hablando de actuación. Buen fin de semana para todos.