jueves, mayo 03, 2007

DIÁLOGOS DE INMORTAL

- Usted, ¿cree en la inmortalidad?
- Vea, es más bien una cuestión filosófica antes que un asunto de fe.
- ¿A qué se refiere?
- La vida tiene diferentes aristas. O más bien podemos llamarlo etapas. Creo, como buen ignorante, que cada etapa comienza y termina con un amor. Uno que llega, otro que se va; algún amor que aún estamos recordando, inclusive sin saber bien si existió del todo. O simplemente anhelando el amor por venir, que es tal vez el mejor amor, el próximo. Pero usted me preguntó de la inmortalidad y lo que puedo contestarle al respecto es que en cierta manera uno sí es inmortal, porque tenemos muchas vidas. Ya alguna vez le expliqué que uno nunca es el mismo. Contamos con la bendición de la evolución. Tenemos la posibilidad de un hecho extraordinario y menester: la metamorfosis. Nos convertimos constantemente en otros tipos muy diferentes a los que éramos. Y usted dirá ¿y cómo se llega a la inmortalidad así? Bueno, lo único que nos permite expandirnos en el tiempo y a la vez, desde una misma base, convertirnos en otros siendo los mismos es un sólo punto en común: la memoria. Los recuerdos nos permiten enlazar las etapas vividas.
Supongamos que ayer me dejó una mina. Bueno, ahí estaré llorando una cantidad de tiempo interminable, digamos un día y medio (la costumbre hace que se perfeccione este punto. Hay un caso de alguien que conozco que marca por abandono de mina veintiséis minutos de llanto, estableciendo un record de dejadas menos lloradas). Luego de esa congoja usted hace lo que tiene que hacer, se afeita, se empilcha y se mueve en los lugares que debe moverse quien sufre por amor. Si bien va a estar sufriendo, hay un pequeño secreto para ir olvidando esa pena y si usted lo descubre luego de un tiempo conocerá a otra mujer que lo convertirá de nuevo en un soñador soñado. En una sombra. Y cuando usted caiga en las redes de ese amor ya no será, no sé si el que no fue durante el noviazgo anterior, pero que va a ser usted otro totalmente diferente al antepenúltimo desengaño, eso seguro. Ahí usted ya será otra persona en el mismo cuerpo, pero con una conciencia diferente. Con un sentir diferente. ¿Y qué lo une a ese tipo que usted ya no es más? La memoria. Hay una especie de reencarnación recordada, de vidas pasadas que tenemos presentes de algún modo, de situaciones, de las cuales estaremos imposibilitados de volver. Y el simple recuerdo de eso, de las otras vidas, de todas las vidas que se convierten en ninguna no es otra cosa que la inmortalidad en sí misma. Porque el inmortal tiene una desgracia, una maldición: no sólo no puede morir, si no que no puede volver hacia atrás. No puede volver a tocar la mano de la amada que se fue. ¿Y qué cosa es más inmortal que una vida que no es vida? ¿Cómo se va a morir ese que fui si ya no soy más aquel? Pero puedo recordarlo como alguien parecido a mí. Tal vez haya sido yo. No lo sé.
Pero si eso no lo conforma hay algo que nos garantiza la inmortalidad ya que perdemos nuestra identidad al ser amados porque tal vez aquel que aquella chica ama no soy yo ni aquel que fui, si no una sombra de otro amor que ella recuerda. No somos más que un recuerdo de otro recuerdo, y como es bien sabido, los recuerdos nunca mueren.

7 comentarios:

Mai Lirol Darling dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mai Lirol Darling dijo...

Marcelo dice:

"Si bien va a estar sufriendo, hay un pequeño secreto para ir olvidando esa pena y si usted lo descubre luego de un tiempo conocerá a otra mujer que lo convertirá de nuevo en un soñador soñado".

Pienso que ese pequeño secreto se llama TIEMPO. Algunos necesitan más que otros, pero esa transición es un momento sumamente fertil y valioso para reconstruirse y alistarse para seguir dando la batalla.

Ya lo dijo Miguel Bosé en un programa -un poco ordinario- mexicano(minuto 4:27). Les dejo el enlace.
Adiós.
http://www.youtube.com/watch?v=_FXHBfazmi4

Anónimo dijo...

Don MD (Acá lo respeto) me hizo acordar, muy gratamente, a "El inmortal" de Borges. No es que lo compare con él (porque ya veo que me dice "No exagere señorita, Zorra"), es que la temática y las múltiples vida, los recuerdos, me refrescó esa obra maestra.

Creo que aquello de los amores es muy, pero muy cierto. Siempre somos otros, recordando lo que fuimos y especulando con lo que podemos llegar a ser... en qué mutaremos. Es por eso que nada es igual, porque nadie puede reaccionar de la misma manera. Somos extraños... y tenemos memoria (algunos somos reconrosos, pero ese es otro encanto).

Bueno, creo que un par de horas de sueño me permitieron expresar algo al respecto, no me pida mucho.

Un besote enoooorme.

Anónimo dijo...

Me digno a responder estos comentarios que son muy buenos y que no he hecho antes no por falta de ganas si no de tiempo.
Adriana: En parte es verdad lo que decís, el tiempo ayuda, de hecho el tiempo es implacable, igual que el universo, todo lo olvida, todo lo destruye, pero todo lo acomoda también. Pero confieso que cuando escribí esto no estaba pensando en el tiempo como solución a la pena, si no en otro secretro que ya expliaré bien, pero que sin la ayuda del tiempo sería inútil. El tiempo, es cierto, es necesario ante cualquier problema y también en las soluciones, así que es bien valido el comentario.

A Zorra le digo que siempre me trata con respeto y le agradezco la referencia a Borges (ella me conoce bastante bien y sabe que me roba una sonrisa diciendo esas cosas y creo que todo lo que yo digo ya lo ha dicho Borges antes, soy un imitador, muy malo por cierto, de él). Me ha gustado eso de "somos extraños...y tenemos memoria" Me hizo recordar una frase de alguien que dijo: "somos todos iguales, tenemos los mismos recuerdos". Pero me gusta más aún la idea de ser extraños, de gente que no se conoce, que no reacciona igual, pero recordamos algo en común.

Gracias por estos comentarios, me encanta que me dejen pensando. Hay en este blog una cosa que pasa en muy pocos sitios: una idea dispara a otra mejor.
Muchas gracias.

RocanLoveR dijo...

¿estamos hablando de la inmortalidad de sucesos en vida?
Porque como todo, un día se acaba, la vida, los deseos, desamores, los recuerdos con ellos y todo lo demás....

Coincido con vos y lo sabés en que por suerte, algunos nos trangredimos, nos transformamos, somos "otro" sin dejar de Ser todo lo que ayer fuimos y no solo cuando lloramos un amor padecemos ese cambio....

Me gustó mucho tu texto de verdad, pero me queda una pregunta, ya que me siento obligada a encontrar el punto de no coincidencia :P y es ¿Cómo puede ser inmortal una vida que no es vida?

Dejaria algunas preguntas más pero no quiero quitarle las alas a tus palabras, te mando un abrazo grande, inmenso, de esos que no mueren :P

Como diría un amigo, besoles Marce

Lucas J. dijo...

MD, creo que su inmortalidad es bastante parcial. No se lo tome a mal, es que coincido con rocanlover cuando dice ¿cómo es inmortal una vida que no es vida?
A mí parecer lo más maravilloso de la vida es que se termina, y que saber que se va a terminar es el mejor estímulo que tenemos para seguir adelante; ¿o nunca nos preguntaron que haríamos hoy si el mundo se terminara mañana?. Por supuesto que la memoria es una excelente conexión con las cosas que fuimos (sí, cosas) y con las personas que conocimos, pero creo que el aprendizaje surgido de las experiencias vividas vale más que el recuerdo de las experiencias mismas. ¿Por qué? Porque es escencial para lo que Ud. llama vidas futuras.
Dejo esto acá para que alguien más retome el tema y porque tengo miedo de morir presa de mis palabras si sigo escribiendo.

Saludos!

Lucas J. dijo...

Y dejo una más para que la piensen:

"sum es esse fui" ó traducido "soy eres ser fui".

Saludos!