martes, septiembre 26, 2006

EL MISTERIO DE LA PARED ENCANTADA

Esta es una historia terrible. Me encontraba hoy haciendo un trámite bancario y en la fila había un hombre que estaba un poco perturbado. Entablamos conversación y procedió a contarme su tremenda vivencia.
Resulta que este hombre era amante de una mujer muy bonita en el barrio de Belgrano. Se veían casi todos los días y una tarde ella le dijo:
-¿Qué te parece Raul si nos vamos a mi casa?-.
- Al fin-. Contestó el pobre Raul, cometiendo el peor error de su vida.
Fueron nomás, y ahi entre los besos se escucha un ruido y la mina le dice:
-¡Es mi marido! Escondete en algún lado-.
El pobre hombre, desesperado, viendo que el placard estaba lleno de pilcha, se metió detrás de la biblioteca. La mujer recibió al marido que dijo: -"Aca anduvo un tipo"-, y sacó un revolver. La mujer le dijo con indignación:
-"Ay Ernesto, que exagerado. Siempre que me encontrás desnuda y atajándote en el living, decís lo mismo"-
El marido se tranquilizó, guardó el arma, la mina se vistió y se fueron al cine.
Mientras tanto el pobre Raul estaba aún escondido detrás de la bibioteca y viendo que el matrimonio tardaba, se quedó dormido. Al otro día escuchó las conversaciones de la pareja y un poco por pena y otro poco por falta de oportunidad e indecisión, se fue quedando ahí y no se fue. Se iba alimentando con cosas que el marido de su amante (que ya lo había olvidado) dejaba en la biblioteca, como un sandwich, galletitas y esas cosas.
Pasó el tiempo y el matrimonio decidió pintar el departamento. Vinieron los pintores y ahi Raul sintió miedo porque podría ser descubierto y más se preocupó no por su amante, si no por su propia vida (no hay que olvidar que el tipo tenía un revolver).
Se salvó porque Dios es grande y porque los que pintaron la casa eran unos pintores muy distraidos y cuando corrieron la biblioteca, en vez de decir: "¿qué hace este hombre aca?", estaban hablando entre ellos y le pasaron el rodillo por encima, camuflándolo con el color de la pared. Lo insólito de todo esto es que los dueños de casa decidieron correr los muebles y sacaron la biblioteca de lugar. Raul se quedó ahi parado, inmóvil para que no lo vieran.
Fue pasando el tiempo y un día la mujer llega con otro amante. Y al rato se escuha el ruido de la puerta: -¡Mi marido!- exclama la mujer y le ruega a su amante que se esconda, pero esto no sucedió y el marido entró en la habitación y dijo: -¡Conqué tenés un tipo aca!-. Y procedió a sacar su revolver. La mujer intentó negar todo, pero fue imposible. Argumentó que se trataba de un robo, que el hombre era un ladrón... y en eso ven que la pared se mueve y dice:
-"Ningún ladrón. Ese tipo es tu amante. Tan amante como era yo antes de quedar atrapado en esta pared"-.
Todos se quedaron quietos mirando a la figura blanca y ahi la mujer recordó y dijo: -"Uuuhhh...cieeerto. ¿Cómo era tu nombre?-
El marido, atónito ante la escena exclamó: -"Ya me parecía qué a esa pared había que darle más revoque"- Ahi reaccionó y gritó:
-"Dos tipos a falta de uno"-. Y se puso a disparar. Raul salió corriendo y no lo embocaron porque medio que corría contra la pared y se dificultaba encontrarlo por el color blanco. Logró escapar.

Todo esto fue ayer. Cuando esta mañana me lo terminó de contar le pregunté cuanto tiempo había estado viviendo asi y me dijo: "seis años".
Nos despedimos y se fue caminando lo más lejos posible de la pared , no vaya a ser cosa que le pasen pintura y lo confundan con un cuadro.

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