jueves, abril 06, 2006

Cartas dadaistas (¿y qué?)

Queridos lectores:
En este espacio, he decidido sacar del freezer un viejo proyecto que es el siguiente: durante algún tiempo me sedujo la idea de publicar correspondiencia electrónica con los miembros de El Clan Romano y sobre todo con mi socio de Sol Abierto el afamadísimo Dr Ibarrola. Por cuestiones de buen gusto y, por sobre todo, para preservar cuestiones personales que involucran a terceros (en su mayoría señoritas que preferirían mantenerse en el anonimato), la cartas que se publiquen aquí tendran algunos cortes y algunas modificaciones de nombres de aquellos que no pertenezcan a la banda ni al grupo literario.

Hace un tiempo escribí a mi amigo Manuel Ibarrola para enterarme de su situación, ponerlo al tanto de mi vuelta en aquel entonces (2005) con mi vieja banda No Dirección y sobre todo porque se rumoreaban algunos proyectos un tanto extraños acerca de su persona. Paso a copiar parte del mail:

"Querido Manuel:
¿Cómo andas?
He estado desaparecido debido a mis múltiples ocupaciones (...)Fuera de eso, las cosas andan bien. Como diría Mick Jagger, traducido por Charly García casi, casi textualmente: sexualmente bien, sentimentalmente tirando, económicamente mal. Asi que para reveritr este últime último problema me planteé tres opciones: conseguir un trabajo decente, volver a armar la banda que tenía antes (No Dirección) o pintar con tiza todos los domingos a la mañana sobre la avenida 9 de julio una interpretación libre del Guernica de Picasso. Ésta última era una opción muy tentadora, sobre todo por los reditos monetarios que implica, pero al darme cuenta de que no tengo tizas y que trabajar es para gente con patologías serias, opté por la segunda opción.

(...)¿Es verdad, como salió en el clarín, que planeás dar la vuelta al mundo en bicicleta con una mano mientras leés el Código Da Vinci en voz alta en los diferentes idiomas de los paises por los que vas pasando?.
Escribime cuando puedas para contarme todas las novedades que haya.
Te mando un abrazo y nos estamos viendo.
Saludos.
El Hombre Sub-acuático."


Recibí en respuesta este correo:

"Bueno, bueno... Qué feliz que estoy, qué feliz... Has vuelto. Un poco más viejo, un poco más sabio (...) Me alegro también de saber que has vuelto con No Dirección a las andadas, banda con la cual tuve el placer de compartir escenario en el año 1999 o 2000, por aquellas épocas en las que el pelo no se caía y las mujeres arrojaban su ropa interior ante nuestra presencia. Recuerdo que pateamos a un roadie borracho y le dijimos "si no consigues una copa de brandy llena de M&Ms marrones, no salimos a tocar". O lo ví en una película, no me acuerdo. Eran días muy locos. Si vas por Rancho Viejo avisá, que tengo parientes, pero no de mi familia.
Paso a desmentir las falacias que la prensa sigue imprimiendo a costas de mi fama. Lo cierto es que sí, IBA a dar la vuelta al mundo en bicicleta con una sola mano, pero no iba a leer El código Da Vinci, sino que con la otra mano iba a estar comiendo un alfajor. Esto surgió como propuesta de Terrabusi, para promocionar su nueva línea de alfajores "Revolution" en sus dos sabores: anchoa y sardina. Hay que admitir que el nombre por lo menos es acertado. Yo no iba a emitir palabra alguna, porque no accedieron a pagarme la suma requerida para tal fin, lo cual a fin de cuentas me vino bastante bien porque la vuelta al mundo implica pasar por varios países cuyos idiomas soy totalmente incapaz de comprender, y mucho menos de hablar, como por ejemplo el ruso, que es un idioma bastante difícil. El tema es que a alguien se le ocurrió decirle a la gente de Terrabusi que crear una línea ictícola de alfajores los iba a llevar a la ruina, y el proyecto se vino abajo. Por eso no los vas a encontrar en los kioscos. Así que NO, NO VOY A DAR LA VUELTA AL MUNDO EN BICICLETA CON UNA MANO. Avisá, por favor, porque me estoy cansando de que la gente me pregunte sobre el tema.
(...) Tenés que hacer un programa llamado "plánchame las polainas: la verdadera historia de Marcelo D´Onofrio". Como el trabajo decente ya lo voy a tener cuando me reciba, entonces pensé en la tercer opción.. el arte callejero. De esta manera me instalé en Lavalle y Florida, lugar sumamente turístico en los últimos tiempos, y me puse a vender lo que los turistas compran: regionalismo. Entonces me puse con una quena (instrumento de los indios, que para los turistas es algo bastante regional) y toqué una y otra vez el tema de La guerra de las galaxias, que está bastante de moda y la gente lo puede entonar sin mayores problemas. Estuve una semana hasta que pasó un conocido y me dijo "¿Manuel? ¿Sos vos?". Yo agaché la cabeza, dejé caer una lágrima y dije "al final mamá tenía razón", y me fui. Y aquí estoy, con mi vida igual que siempre... estudio, entreno, y de vez en cuando toco la guitarra.
Saludos
Atte
Hidro, el hombre del brazo hidráulico"


Cómo podrán ver, está claro, o somos genios o gente en grave estado...creo que se evidencia a todas luces (la genialidad por supuesto)

1 comentario:

Guillermina dijo...

A mi la palabra genialidad no me gusta, salvo en casos de que se trate de "genios" muertos, por ejemplo, Mozart es un genio, Lennon es un genio, pero ni me puedo imaginar un genio vivo, pero eso es cosa mia y aca no le importa a nadie.
No creo que estén locos, sino que gracias a Dios son personas que pueden expresarse de otra manera y lo hacen. Y me diverti muchisimo, años después de que fue escrito, lo disfrute muchisimo. Gracias y besos!
Guillermina