miércoles, febrero 09, 2011

UNA BÚSQUEDA

Del otro lado de la calle estaba la mujer más hermosa del mundo. Era imposible cruzar hasta allí. Hoy divago buscándola pero no hay señales concretas. Lo espantoso del destino es que los tiempos, cuando se repiten, lo hacen de una forma infame, imperfecta. Creo que la veo, pero no; creo que la recuerdo, pero no. Y el recuerdo se convierte en un recuerdo medio inventado; algo ya apócrifo. No sé si recuerdo a la mujer más linda del mundo, o si la he soñado, o si ella me ha soñado a mí y nada de esto existe.