miércoles, diciembre 31, 2008

(NI PIPO NI EDELWEISS) LOS AÑOS LOCOS

Hacemos un alto en los refritos porque la ocasión lo amerita.

Mientras escribo esto, recuerdo que no soy muy bueno para saludar. Mejor dicho, soy más bien malo para saludar. Todavía: si existiera un ranking mundial de los peores saludadores, creo que podría estar cuarto, quinto, tranquilamente.

Pero, soy muy buen saludador mundano (mejor dicho, soy sólo un saludador mundano)

Entonces, si uniéramos ambas cosas podría intentar un buen saludo, pero no mundano.

Por eso quiero saludar en este año que se va, de dos maneras:

La primera en general:

Jajaa, ¡qué alegría! Un saludo a todos los habitantes del mundo por este año nuevo, que, jaja, comienza.

Y ahora, bajando las luces para oscurecer un poco el ambiente, mirando fijo, con cara de loco peligroso a cada uno de los y las lectoras de este blog, revolviendo el hielo del whisky con obsesión y sonriendo como un psicópata: saludo a todos los que leen este blog, porque, insisto, de algún modo somos amigos ya que nos unen muchas cosas (como el final del blog que es "punto blogspot, punto com").

Así que saludo, mirando a los ojos, que es como saludan los hombres de verdad, a todos los que nos conocemos, a los que no, a los que hablamos, y a los que guardan silencio. A todos esos, a los que llegan con alegría aquí, a los que se molestan en dejar un comentario, a los que se molestan en escribirme para conocerme, a los que me escriben para pedirme dinero, a todos les deseo un muy buen comienzo de año, y -ya incluyéndome en el deseo- que se termine este año infame (que creo que fue espantoso en general, salvo en honrosas excepciones) de una buena vez.

Como consideración final de esta majestuosa tesis de año nuevo, comparto con los que lean, una especie de costumbre o creencia que tengo: estoy convencido de que el año estará siempre signado según se lo empiece.
Por ejemplo: si dan las doce de la noche, y uno está dale que dale pelear con alguien, todo el año será un año de peleas. Si uno empieza las cero horas del nuevo año pensando alegremente en alguien, ese alguien estará ahí. Y si uno empieza ganando, por ejemplo, el gordo de año nuevo...bueno, salvado el cantor y todos los guitarristas.


Así que empiecen el año en tranquilidad, lo más cerca que puedan de la gente que quieren y si no están cerca, acuérdense de ellos, que no hay cosa más linda en el mundo que contarle a alguien "me estaba acordaba de vos".

Yo, por lo pronto, me acordaré de todos.

Feliz comienzo de año

lunes, diciembre 29, 2008

CONTINÚA EL ROBO A MANO ARMADA DE LOS REFRITOS

“Cuando era chico, mi primera obsesión fue el universo y sus límites. Aprendí a leer a una edad muy temprana para poder entender esas letras (para ese niño que fui, un código secreto pero esclarecedor) que acompañaban las fotos de los planetas y del espacio en la Enciclopedia Salvat (que aún conservo). Pensaba que ese aparente infinito podía terminar en algún lado y que en algún punto, quizás, todo chocaría. Pero lo que realmente me daba terror era pensar en estar en otro planeta. No podía imaginarlos huecos, si no como rocas inmensas, que obligarían a sus habitantes (humanos en el futuro), a vivir en la superficie y no en el interior. Me aterraba la idea de estar tan cerca del espacio, sin un cielo previo que me cubriera. Pensándolo ahora, ese miedo se podría llamar “Uno y el universo”.

Luego, cuando fui estudiante primario, supuse que sería grandioso viajar en el tiempo, pero desestimé esa idea con dos argumentos:
El primero es que si los viajantes en el tiempo existieran, ya hubieran aparecido en el tiempo actual (que hoy es pasado).
El segundo y más interesante (para ser el pensamiento de un niño) era que el tiempo está determinado por las personas, y entonces sería imposible volver al pasado, ya que los que allí vivieron, ahora estaban muertos. Para viajar en el tiempo, habría que resucitar a muchos. Cada vez que alguien se va (aunque sea a otro lado), también se va el tiempo y ya no vuelve.

Me convertí en un adulto, y mi capacidad para los asuntos científicos es completamente limitada e inútil; por eso, tal vez, escribí en este blog algunas cartas desde el futuro: para acercarme, aunque sea en tono de humor, a esos misterios que tanto me entusiasmaron y que el paso del tiempo –y una notable incapacidad para un buen entendimiento y una espantosa vagancia para llevar adelante cualquier estudio- me obligaron a dejar atrás.

En esta carta hay una referencia (casi irrespetuosa) a mi querido Adolfo Bioy Casares, citando a uno de los protagonistas de “La Trama Celeste”, y justificando mi viaje con un chiste sobre el argumento de ese cuento.
Más allá de eso y algunas bromas efectivas, creo que este post no tiene ningún mérito mayor, pero lo elijo como un homenaje a ese niño que fui, que quizás algún día, leerá estas líneas.”

CARTA DEL FUTURO


¡Lo logré! ¡Estoy en el futuro! Esta carta está escrita desde el futuro. Buuuuuuuu. Puedo hablaaaar asiiiií como Vinceeeent Priceeee, buuuuuu. ¡Ja! Puedo asustarlos desde el futuro. No, en verdad no hace falta....buuuuuuu.
Hablando en serio; no sé cómo cuernos llegué hasta aquí. Es el año 2032. Puedo explicarlo así: estaba en mis clases de vuelo. Subí a una avioneta con mi instructor, el capitán Ireneo Morris, y en pleno vuelo dijo “tengo una maniobra extraordinaria que antes me trajo unos problemas, pero ya la perfeccioné”. Hizo pim, pum, una voltereta y cuando aterrizamos estábamos en un lugar rarísimo. No lo reconocimos, así que le preguntamos a uno que pasaba por ahí en dónde estábamos. “¿Dónde va a estar? ¿En Hollywood? ¡En Torcuato, mi amigo!” dijo el hombre.
Parece que la maniobra nos trajo al futuro. Es todo muy raro aquí, sobre todo en Buenos Aires. Bueno, Buenos Aires es una manera de decir, porque ahora se llama Montesaires, ya que nos unimos a la vieja ciudad de Montevideo, porque hicieron un puente que unía a las dos ciudades y por un problema técnico-legal hubo que fusionarlas.
La gente anda con unos cascos muy graciosos, pero ellos dicen que deberíamos usarlos también por los rayos no sé qué que son bastante peligrosos, pero yo no siento ninguna diferencia en mis reflejos ni nada, yo no siento ninguna diferencia en mis reflejos ni nada, yo no siento ninguna diferencia en mis reflejos ni nada, yo no ajdaiqjdañda, ni nada. Buuuuuuuuu. ¡Ja!
Debo advertirles a todos unas cosas:
Primero que dentro de unos años me van a culpar de una estafa millonario a un banco. ¡Es falso! Parece que fue un mal entendido con la entidad bancaria hace algunos años (creo que en el 2024), pero me fijé en el VERAZ y estoy bastante embromado (los que leen este blog parece que también están en problemas, porque en el futuro el nuevo sistema crediticio inhabilita no sólo al que tiene una conducta comercial negativa, si no también a todos lo que lo conocen. Eso no lo entiendo bien, pero váyanlo sabiendo).
De todos modos ya no hay moneda papel. Basta con pasar la huella digital en un sensor y directamente te descuentan el dinero (virtual) de tu cuenta bancaria (virtual).
La televisión es muy adelantada. Es en 3 dimensiones y le dicen “teatro”. También hay programas sin actores en vivo y se transmite por hologramas. “Muriendo por un sueño” es el programa más visto. Se trata de un grupo de famosos con unos soñadores que contraen enfermedades mortales, y el que logra prolongar más su agonía gana. El otro día fueron a votación telefónica y cuando perdió una pareja, el famoso dijo “menos mal, muchas gracias, ya no aguantaba más este sufrimiento” justo antes de que se le cayera la lengua (parece que era una derivación de una lepra avanzadísima) y murió en el acto. La gente estaba muy emocionada.
Lo que sí fue una tragedia fue el día que, no sé bien cómo, explotaron todas las computadoras que estaban siendo usadas en Facebook. La verdad, un espanto. Muchísima gente muerta. Lo que no recuerdo es qué día sucedió, pero fue hace bastante (creo que en el 2009, pero no sé en qué mes). Hace poco hubo un acto homenaje a las víctimas de Facebook en todo el mundo.
¡Pero no quiero alarmarlos! También pasan cosas lindas. Los perros pequineses se extinguieron hace mucho (se los vendieron todos a los chinos para apalear la terrible situación de la falta de alimentos y ya se los lastraron todos).
Esta crisis de alimentos obligó a los gobiernos mundiales a implementar la ya famosa “pastilla de astronauta”, pero ha generado algunas controversias. En una parte de Asia, tienen una pastilla que elimina el apetito porque sostienen que “la grandeza del espíritu se da cuando logra abolirse el deseo”. Pero muy por el contrario, la Iglesia Católica impulsa una pastilla de astronauta que da mucha hambre, pero piden “no satisfacer ese deseo, ya que la grandeza del espíritu se da cuando se logra vencerlo, peleando contra él”
De todos modos el asado aun aquí se consigue.
Ayer unos estadounidenses de la parte de Venezuela (un terremoto temible dividió Estados Unidos en cuatro partes y el océano Pacífico arrastró la costa oeste de EE.UU. hasta Venezuela) se tomaron un vuelo supersónico al mediodía (sí, volvieron los Cóncord), se morfaron unos choripanes, una tira, apolillaron una siesta y a las 5 de la tarde estaban de nuevo en Los Ángeles, Caracas.

Bueno, no tengo mucho más tiempo. A las diez de la noche se corta la luz en todo el mundo, por la crisis energética y todo es con velas. Si este año sale todo bien y se ahorra suficiente energía, se extenderá el horario de luz mundial hasta las once.

¡Ah! ¡Me olvidaba! Sepan y estén alertas: los días son mucho más cortos ahora. Tal como habían previsto los científicos, la Luna se fue alejando de su órbita, lo que acorta los días porque acelera la rotación terrestre, pero se les fue la mano, o calcularon mal y la luna se fue bastante más lejos y los días duran cuatro horas. Por suerte los monos de la NASA mandaron una misión con un cohete que llevaba colgada atrás una soga gigante de millones de kilómetros. Le dieron un par de vueltas a la luna con la nave y le ataron la soga; entonces, desde acá, unos tipos van tirando de la soga y acercan un poco el satélite, logrando estirar los días a ocho horas. Este procedimiento se hace con mucho cuidado, ya que una vez se les fue la mano con la fuerza y, entusiasmados con el “tiren, tiren, tiren” se les vino la luna encima, provocando un verdadero desastre. Igual subirla no fue muy difícil, porque sólo tuvieron que atar el otro extremo de la soga a una nave y así la subieron. Pero fueron horas bravas.

Ahora sí, me voy. Les dejo un saludo y espero volver pronto a nuestro tiempo. Ahora mismo, mientras escribo, estoy leyendo esta carta en el archivo de No Somos Nada y me emociona recordar cuando la publiqué, hace tantos años, aunque aún ni la había escrito. Estoy escribiendo algo que será publicado en el pasado y que yo leeré en el futuro.

Les dejo un beso y cuidado, por si no vuelvo, con la lluvia de meteoritos sobre Buenos Aires en diciembre; y esta noche jueguen al 12 o el 42 (no recuerdo bien cuál había salido) a la cabeza en la Nacional.

Buuuuuuhhh. Me despiiiidoooo desdeeee el futuuuurooooo. Yo no siento ninguna diferencia en mis reflejos ni nada

viernes, diciembre 26, 2008

HOY EN LOS REFRITOS: CAGLIOSTRO

“Cagliostro es un caso rarísimo. Tuve ese personaje en la cabeza muchísimo tiempo y hasta llegué a representarlo un largo rato frente a un amigo, para definir algunas de sus características.
Al principio fue un comodín que servía para meterse en cualquier papel que fuera necesario, sin embargo con el tiempo se convirtió en el protagonista de una serie de cuentos policiales que se llama “Los Misterios del Doctor Cagliostro”. Quizás algún día publique el más breve de esos cuentos aquí, ya que el género policial requiere de una duración no apta para blogs.

Lo que siempre estuvo en este personaje es su historia: Cagliostro fue un genial médico neurocirujano que se vio obligado a dejar la profesión por un temblor irrefrenable en la mano izquierda. Luego, en virtud a su amplia capacidad para diagnosticar enfermedades imposibles con resoluciones dudosamente lógicas y esotéricas, se convierte en investigador forense y ayuda a la justicia a resolver crímenes muy complicados (“si puedo abrirle el bocho a alguien, sacarle un tumor, cerrarlo y dejarlo mejor que antes, puedo resolver un asesinato” argumenta Cagliostro a su alumno hipocondríaco Nicolás Wassemberg, en un relato).

Mal humorado, tramposo, un tanto mentiroso, Cagliostro (a quien jamás le vieron el título oficial) aparece aquí como el dueño de un improbable circo que se convierte en noticia tras la muerte de su atracción principal, el payaso Marlboro.

Este personaje es también, desde el comienzo, un homenaje al genial y versátil Orson Welles, quien representó al verdadero y misterioso Cagliostro en una película que vi por primera y única vez a los 12 años y que nadie que yo conozca ha visto.

Con ustedes, el circo.”


EL CIRCO DEL DOCTOR CAGLIOSTRO

El circo del Dr. Cagliostro se viste de negro hoy en su día más triste, tras la trágica muerte de su máxima estrella y atracción principal, el payaso Marlboro.
Todos recordamos a Marlboro, quien tuvo su apogeo artístico en 1971, cuando saltó a la fama por ser capaz de fumarse un atado completo de cigarrillos, uno a uno, durante sus rutinas cómicas, e inclusive llegar a los 40 cigarros antes de terminar su acto (media hora).
Alberto Pantroro, tal su verdadero nombre, comenzó su carrera con el seudónimo de 43/70, apodo que le fue brindado por sus amigos del bar ya que “se fumaba un faso tras otro, mientras tomaba caña Legui”. Su pasión por el espectáculo había nacido de temprano y sus rutinas lo llevaron a presentarse en diversos circos, hasta cambiar su nombre a Marlboro, cuando fue auspiciado por la afamada marca. Ese mismo año, su popularidad llegó hasta tal punto que los niños veían su programa de televisión tomando Vascolet y fumando.
En el año 1986 fue contratado por el circo del Dr. Cagliostro y allí permaneció hasta el día de ayer, cuando murió repentinamente mientras cantaba el feliz cumpleaños a un niño que había concurrido con su familia al show.

El padre del muchacho (de quien no trascendió el nombre) dijo “Es una pena. Él estaba cantando como hacía siempre, tosiendo, y quedó seco. Yo lo traje a mi hijo porque a mí me traía muchos recuerdos...de pibe Marlboro era mi ídolo y mi viejo me había llevado a verlo en una gira que hizo con Luis Sandrini. Yo quería que mi hijo viviera la misma emoción, pero la verdad es que él no sabía ni quién era...ahora los pibes no saben nada, están todo el día con el jueguito y el e-mail y no saben nada de las cosas buenas”

Su célebre compañero de rutinas, el Enano Cananas, apenas pudo esbozar algunos conceptos debido a la profunda tristeza. Muy compungido dijo: “Marlboro era mi hermano, no sé cómo va a seguir esto...estoy quebrado muchachos, estoy quebrado. Me cortaron las piernas. Pobre Marlboro, estaba cantando ahí el feliz cumpleaños, con el pucho en la boca y no sé qué y de golpe lo vemos que se cae...yo pensé que era una de sus gracias, pero no reaccionó. Estoy partido al medio, hermano. No puedo más”.

Muchos amigos pasaron a despedirlo en el velorio que se llevó a cabo en el circo. El mismísimo Dr. Cagliostro dijo en exclusiva a N.S.N: “Es una tristeza absoluta. Nunca pensamos que iba a pasar esto. El tenía un sentido del humor más bien ácido, no le daba mucha gracia nada. Hace poco el médico le había dicho que largara un poco, que su acto era “extremadamente peligroso por lo tóxico”, no te olvides que ha llegado a fumar en una época casi 50 fasos por acto, con tres presentaciones por noche. El no lo hacía como un chiste, todos lo vimos a eso. Él hablaba y fumaba, pero los pibes deliraban y aplaudían cuando iba prendiendo un cigarrillo nuevo con el anterior, no paraba. Contaba un chiste y fumaba, armaba esos muñecos de globos mientras fumaba –lo que hacía muchas veces inentendible lo que decía, le pegaba a una patada a Cananas mientras fumaba y el enano le robaba los puchos y Marlboro se desesperaba; a los pibes les encantaba eso, deliraban con esa parte. Pero es cierto que en los últimos años ya el público fue mermando y más que nada venían padres nostálgicos que traían a los hijos que no lo conocían. Por suerte el circo remontó por el lanzacuchillos alcohólico –que cada tanto pifia y eso le encanta a la gente- y por el fakir que se deja tirar clavos y vasos por el público. Pero sí...la verdad lo vamos a extrañar”

Pero la vida de Marlboro no fue toda de éxitos. También se vio envuelto en escándalos, como cuando en 1979, un cigarrillo mal apagado desató un feroz incendio en plena función que por suerte no generó víctimas pero si un gran revuelo y polémicas sobre sus actos. Marlboro dijo aquella vez “¿Y qué quieren, loco? Yo soy payaso, no bombero”

En la despedida de sus restos, entre llantos de los concurrentes, sus allegados hablaron y el Dr. Cagliostro hizo una suelta de leones domados. También, en señal de luto, se disparó un cañonazo al cielo con el hombre bala del circo, quien no regresó luego del disparo y muchos vecinos del lugar dijeron que lo vieron corriendo muy rápido al grito de “¡Soy libre al fin, no vuelvo más!”.

martes, diciembre 23, 2008

EMPIEZAN LOS REFRITOS

CÓMO LEVANTAR MINAS
“'Cómo Levantar Minas' es todo lo contrario a un post convencional. Es un guión, pero un guión que juega con la imaginación del lector para convertirlo en un programa televisivo. Podría decirse que es un post que se ve.
Creo que la primera de estas “emisiones” fue a comienzos de 2007.
Siempre me llamaron la atención los gurues de televisión; tienen un extraño poder que se basa en el ridículo, pero ese mismo ridículo es lo que los convierte en personajes magnéticos. Es como si alguien dijera ‘si este tipo está diciendo semejante barbaridad con tal convencimiento, algo de verdad debe haber’...o a lo sumo nos gusta que nos mientan.
Una noche, viajando en un taxi, el conductor divisó a una chica muy linda y le gritó insultándola con una palabra irreproducible, y tocando bocina. Rió y me dijo ‘a las mujeres les gustan que las insulten’
Entonces, días después, recordando ese episodio, me pregunté: ¿qué pasaría si alguien diera consejos de seducción por televisión, pero de un modo brusco, sin ninguna sutileza ni respeto por las mujeres?
Así nace este inefable programa.
Tal vez lo que más me gusta de este sketch, además de la ridícula situación de un programa para hombres desesperados, es el surgimiento de Cherquis, -que apareció desde el primer capítulo- y fue desde el comienzo una especie de contrapunto para el espantoso personaje que represento.

Como comentario anecdótico, cuento que casi la mitad de la gente que entra a No Somos Nada, lo hace buscando por google la frase “cómo levantar minas”, acaso como si alguien lo supiera.

Elijo éste capítulo porque creo que fue el único que se publicó este año.”

..........................
N.S.N se enorgullece en presentar su querido y ponderado clásico...

Música con cornetas.

“Cómo levantar minas”

(La placa entra girando a toda velocidad. Se escucha la música muy fuerte).

Locutor:
¡Amigos! Esta noooche, como siempre, como nunca. Con la alegría de vivir. Con la esperanza de conquistar a todas las mujeres del barrio, nuestro conductor. El mesiánico Emeeeee Deeeeeeeeeee.

(Las luces giran a lo loco, explota un cañón con papel picado. La tribuna aplaude a rabiar)

MD: (aceleradísimo) Síiii. Buenas noches. Bienvenidos a la temporada 2008 de Cómo levantar minas. Hoy tenemos un pro-gra-món. ¡Buenas noches, tribuna!

(La tribuna aplaude y festeja)

MD: Qué alegría verlos de nuevo. Tenemos muchas novedades, como la escenografía y saludamos a los amigos de Miami que ahora nos ven por la cadena teleuno. Ya salimos en Miami. Le agradecemos también a Trentuno por el efecto del papel picado. Pero, si bien este programa lo hacemos todos, no sería Cómo levantar minas sin nuestro mejor amigo, ¿de quién hablo? Ya sabemos bien que no hablo de otro que el gran Cherquis. ¡Adelante Cherquis!

(Entra Cherquis con los brazos arriba, saludando)

Tribuna: ¡Cherquis, Cherquis, Cherquis!

MD: Bienvenido Cherquis.

Cherquis: Hola, hola.

MD: ¿Cómo te trató el verano? ¿Mucho levante?

Cherquis: Bueno... No sé si muuucho.

MD: Vamos, ¡cuente, cuente!

Tribuna: ¡Que cuente, que cuente!

Cherquis: Bueno, me fui a la costa, a Mar del Plata más precisamente, y en el restaurante “El pulpo viejo” conocí a la chica de la caja...pero no quiero contar mucho.

MD: Vamos campeón, cuente.

Cherquis: Bueno, está bien. Y mariscos van, ostras vienen...

MD: (cargándolo) ¡Eeeeeh!

Tribuna: Eeeeeeh
Cherquis: ¡No carguen, che!

MD: ¿Le diste?

Cherquis: ...Sí.

MD: ¡Ahí va! ¡Vamos Cherquis todavía! Un aplauso para Cherquis que la sigue poniendo y sigue siendo discreto. Para que aprendan algunos.

Tribuna: (exaltadísimos) ¡Nerpo, nerpo, nerpo!

MD: ¿Dónde era el lugar?

Cherquis: En Mar del Plata, "El Pulpo Viejo"...

MD: Turro, estuviste garroneando comida y pasás el aviso acá. Bueno, el año pasado estuviste haciendo notas en la calle y eso ha gustado mucho. Este año también saliste a la calle ¿no?

Cherquis: Sí, sí.

MD: Y estuviste en un lugar rarísimo para esta nota.

Cherquis: Sí. Aprovechamos la primer noche del cacerolazo y fuimos a la Plaza de Mayo para saber cómo conquista un referente del prototipo de argentino promedio.

MD: ¡Claro! Porque no hay más argentino que el de Santa Fe y Callao. ¿A ver la nota?

(Se ve a Cherquis en Plaza de Mayo con gente enfervorecida y furiosa)

Cherquis: Hoy vamos a ver cómo levanta un señor en medio de una protesta.

(Se ve a un hombre entrado en años, con anteojos y dos botellas de plástico)

Cherquis: Señor, según su experiencia, ¿cuál es la mejor manera de conquistar a una mujer?

Señor: Bueno, vea joven. En mi época era diferente. Todo era mucho mejor. Ahora las muchachas sólo piensan en sexo. Sexo, sexo, sexo. En mi época usted debía cortejar a una joven hasta que los padres lo conocieran y recién ahí uno podía darle la mano. Era todo mejor.

(Se ve a una pareja de unos cincuenta años, el hombre es más bien tranquilo, pero la mujer está sacadísima, pegándole a una cacerola con una cuchara, cantando “que se vayan todos” con la cabeza en alto y un cartel en el pecho que dice “estoy con el campo”)

Cherquis: Usted que es casado, ¿cómo conquistó a su mujer?

Hombre: Bueno, mire... (se dificulta el sonido por los gritos y los golpes de la mujer). La verdad que no fue muy difícil. Yo me estaba por casar con otra, y unos días antes la conocí a mi señora.

Cherquis: ¿Y cuánto llevan de casados?

Hombre: (suspira) 30 años (vuelve a suspirar).

Cherquis: Señora, ¿usted se dejaba seducir por su marido, o lo hizo trabajar mucho?

Mujer: Vea señor, mi marido es un hombre de bien. No como estos gobernantes que son unos inmorales. ¿Me quiere decir adónde vamos a ir a parar? Yo a Cristina, no la voté. Que quede bien clarito.

Hombre: Pero el muchacho te pregunta por nuestro casamiento...

Mujer: Bueno, sí. El era un caballero en esa época. Antes tenías que ser un caballero. Mi padre no lo quería mucho, más bien no lo quería nada. Pero después lo fue aceptando. Esa época era todo más sano. Había amor verdadero, la gente se casaba y tenían hijos, como Dios manda. Ahora todo es un viva la pepa. Lo chicos están todo el día con eso de internet y se hacen homosexuales y se agarran esa enfermedad que ni la quiero nombrar. Antes no había nada de eso. Ahora no hay más valores. Antes era un mundo sano e inocente. ¡Cuántos recuerdos! La música se podía bailar y no era de degenerados. Estaba Nino Bravo. Estaba Manolo Galván, los Pimpinela. ¡Qué época maravillosa! Ahora se drogan y toman alcohol. Está lleno de cartoneros y delincuentes. ¿Dónde están los Derechos Humanos para nosotros, los ciudadanos de bien? ¡Porque a los de Derechos Humanos no les importa que la gente decente vivamos enrejados y los delincuentes anden por la calle, ¿eh?!

Cherquis: Muchas gracias.

Mujer: ¡Cuántos recuerdos! Un saludo a Formento que lo escucho siempre en su audición.

(Vuelve al estudio)

MD: Muy buena la nota Cherquis. Saludamos al marido de la señora que después de eso le dio un ACV lo que le provocó una isquemia. Va a estar unos cuantos años callada, lamentablemente.
Gracias, Cherquis.

Cherquis: La semana que viene te adelanto que tenemos una nota sorpresa, pero con un personaje imperdible.

MD: Buenísimo. Muy bien, ahora vamos a recibir a un invitado que ya es un amigo de la casa. Lo invitamos de nuevo porque cuando estuvo acá demostró que era un ganador, pero ahora le pasó algo que lo convierte en un ganador de tiempo completo. Me refiero a nuestro querido amigo, ustedes ya saben quién es...Carlos Pantop. Fuerte ese aplauso

(La tribuna aplaude. Entra Carlos con un pantalón negro y una camisa plateada).

Carlos: Gracias, gracias por invitarme de nuevo.

MD: Gracias a vos por venir, querido. Sentate nomás. Bueno, contanos qué te pasó. Yo te digo la verdad, cuando me enteré dije, tenemos que invitarlo a Carlos de nuevo porque es un fenómeno.

Carlos: Muchas gracias. Pero todo te lo debo a vos porque me compré tu nuevo libro-cd “Convierta a la más difícil en una dama de compañía”.

MD: Le contamos a los espectadores que ya está a la venta en todos los quiscos del país.

Carlos: Sí. Y bueno, lo que me pasó es que como vos ya sabés yo soy extra de televisión y después de haber venido acá empecé a trabajar mucho. La gente en el barrio me paraba para pedirme un autógrafo, iba a la fiambrería y me regalaban, así como una gentileza ¿no?, cien gramos de cocido. Y yo estaba otra vez en el éxito, que viste cómo es esta carrera, un día estás arriba, otro día no, pero yo estaba sintiendo el cariño de la gente. Y eso Marcelita no lo empezó a tomar bien. Estaba un poco celosa...Viste como son las mujeres.

MD: Sí. No soportan el éxito de uno.

Carlos: Exactamente. Lo que pasa...yo la entiendo, de golpe estás con un hombre que en la esquina lo para una mujer linda para pedirle una foto con el celular y ella se ponía mal. Me decía que lo que querían las minas era acostarse conmigo, que solo me querían por mi fama.

MD: Le contamos a la gente que tu novia no era otra que la famosísima Marcela Brane.

Carlos: Claro. Y bueno, pelea va, pelea viene, me cansé un día y le dije “si tengo que elegir entre mi carrera y vos, elijo mi carrera. Muchos años busqué este momento. Vos sabés bien que yo trabajé con Darín, con Dumont...no iba a dejar que una mina me lo arruinara.

MD: ¡Pero claro, hombre!

Carlos: Y después de la separación, se me hizo un agujero.

MD: Claro, un agujero emocional.

Carlos: No, un agujero en el estómago. Me dio una úlcera tremenda de la angustia. Y ahí me empecé a deprimir y el trabajo empezó a bajar. Mi popularidad descendió y el día que fui a la fiambrería y no me regalaron el jamón, ese día me di cuenta que tenía que hacer algo. Me hizo un clic. Y entonces compré tu libro y recuperé la autoestima, me dije “Acá estoy yo. Vamos Carloncha, no afloje” Y un día que fui a cobrar a la Asociación de Extras, me encontré con Marcelita; hacía tiempo que no hablábamos y ahí nomás la agerré y le dije: “Oíme bien. Vos estás para que yo te ame y vas a volver conmigo porque soy un ganador y te vas a tener que bancar a un tipo exitoso como yo. Porque vos podrás quererme para vos sola, pero yo soy del pueblo”

MD: ¿Y qué te dijo?

Carlos: Se largó a llorar y me dijo que tenía razón. Y volvimos.

MD: ¡Un aplauso para Carlos, por favor!

(La tribuna aplaude y vitorea).

MD: Tenemos unas fotos exclusivas de la reconciliación.

(Se ven unas fotos espantosas, como de imagen de filmación congelada, en donde aparecen abrazados, con fondo blanco)

MD:
Carlos, muchas gracias por estar acá de nuevo con nosotros. Nos alegramos mucho por este nuevo éxito.

Carlos: Muchas gracias. Y ya te digo, nada de esto hubiera sido posible sin tu libro-cd.

MD: No, no. El éxito es tuyo. Vos te lo merecés. Gracias por venir. Y bueno, yo me quedaría todo el día con ustedes haciendo este programa, pero el tiempo se nos acabó hoy. Les agradezco a todos por estar ahí; a la tribuna, a Cherquis, a Carlos Pantop y a las autoridades del canal por confiar nuevamente en nosotros en esta propuesta para el macho argentino. Nos vemos en el próximo...

Tribuna: ¡Cómo levantar minas!

(Música, títulos finales, fin).

domingo, diciembre 21, 2008

¡MINGO, DON´T TALK!

¡Miren! Si quieren reírse un rato largo con un tipo que escribe comedia disfrazada de temas serios, no dejen de ver este blog.
Pero aparte, los comentaristas disfrutan la comedia y se lo hacen saber con una obsecuencia insólita. ¡Más divertido aún!: los que no se ríen y se lo hacen saber, son respondidos con frases del estilo "ud se equivoca, percevere y encontrará la verdad"

Lo que es ser un incomprendido...

viernes, diciembre 19, 2008

LA IMPUNIDAD DE LA VEJEZ (Y UNA MUY BUENA NOTICIA AL FINAL)

Algunos posts de este blog están escritos con alguna anticipación; aunque sea un día antes. Lo demás son improvisaciones. Algunos quedan una afuera por motivos de estilo, duración, temática o simplemente quedan abandonados e inconclusos.
Revisando esos out-takes encontré uno aburridísimo sobre una jornada en un banco. Como fue un episodio real, al leerlo uno puede quedarse dormido al tercer renglón. La debilidad de este tipo de relatos se encuentra en que uno cree que todo lo que nos sucede es digno de ser contado. Craso error.
Pero me di cuenta que ese post tenía la intención de describir algunas situaciones que protagonizan personas mayores.
Ser viejo, digámoslo de una vez, implica creer que se es impune (de hecho se puede pedir el arresto domiciliario, lo cual impulsa a los vetustos a incrementar sus creencias de “puedo hacer lo que quiero porque soy muy viejo).

Estuve ese día (enero pasado) atrapado tres horas con, exactamente, 140 personas (en su mayoría jubilados) y ese lapso me dejó ver algunas cosas.

Rescato de ese relato trunco estos pasajes:

“Luego concluí también que ser viejo es un problema enorme o una bendición absoluta. Las personas grandes están abstraídas de todo. Se mueven con impunidad.”

“(...) un señor apareció, no sé de dónde, vestido con traje beige, alpargatas de tela azules y anteojos negros de carey; se paró al lado mío y le preguntó a la empelada de informes si no podía pagarle ella su jubilación ya que “no quería tener que esperar tanto”. La chica le dijo que eso no era una caja de cobros o pagos (el tipo pretendía que la mina dijera “sí señor, cómo no, espere que tengo el dinero en el cajón ¿cuánto cobra usted”) y que, si prefería no esperar, podría retirar su sueldo en el cajero automático, sólo para que el señor respondiera “es que yo le tengo idea a al cajero”.

“Otro viejo rarísimo, con audífono gigante y un camperón de lluvia (recuerdo que estamos en enero con temperatura promedio de 30º), igual al pingüino de Batman, interpretado por De Vitto, pero tal vez de unos 200 años, iba de aquí para allá saludando a todos los empleados que veía, gritando: “¡lo felicito!”

Espero que al ser viejo (a eso de los 120 años), mis nietos digan “ahí está el abuelo quejándose de todo, otra vez” mientras pego con el bastón arriba de la mesa y gritando “¡en mis épocas había internet y nadie se quejaba! ¡Ahora están todo el día con eso de la teletransportación y ya no se respeta nada, mocosos del diablo”

Recuerdo que una vez con Ibarrola conversábamos acerca de este tema y concluimos que seríamos definitivamente viejos cuando no entendiéramos cómo funciona una máquina de teletransportación o un teléfono celular telekinético, que serán, obviamente, los aparatos que se usarán en el futuro, junto a las patinetas voladoras de Volver al Futuro.

Y hablando de vejez, esta noche tengo una reunión de compañeros de escuela primaria (luego de no haberlos visto a casi todos en 13 años) y confieso, que la idea me aterra un poco...bastante. Veremos qué pasa.

Y mañana, si estoy de buen humor, sólo si estoy de buen humor (porque soy muy temperamental), voy a publicar una reflexión sobre esta mentira de la crisis económica mundial que le va a volar la peluca a más de un economista y a los prestigiosísimos estudiantes de esas “ciencias” y de marketing (que hablan con una autoridad como si se dedicaran a estudiar la división del átomo y la búsqueda del Campo de Gibbs).

Así que ya están advertidos sobre la polémica que se viene (y espero que se vayan anoticiando las grandes eminencias de Estocolmo, a ver si van soltando el Nobel para este lado de una buena vez, porque ya me estoy cansando de pedirlo. Porque después va a ser tarde y van a decir “ay, ay, ay, se lo tendríamos que haber dado, ¿ahora qué hacemos?” y van a tener que ir a llorar a la iglesia. Así que amigos suecos, el cheque pónganlo nomás “al portador” que yo me encargo del resto).

ACTUALIZACIÓN DE ULTRA ÚLTIMO MOMENTO:

Viniendo a publicar este post, acabo de ver la revista Newsweek con Charly García en la tapa, presentando una nota exclusiva.
Se lo ve fenomenal, y quiero decir aquí, con una alegría hija del cariño y la amistad, que el nuevo estado (que vengo siguiendo desde el primer momento desde lejos, pero con información de primera mano) de mi querido maestro, es una de esas situaciones que me producen felicidad y que, sin ningún pudor, comparto con ustedes, a quienes considero también mis amistades.

¡LARGA VIDA AL GRAN GARCÍA!

martes, diciembre 16, 2008

COSAS QUE NO HAY MÁS

Aquí una vez se hizo una investigación muy profunda sobre cosas que, por motivos misteriosos, no hay más.

El primer resultado había dado como objeto víctima del olvido, a los barriles de madera, como aquel que había en el bar "El Verde", en los 80´s lleno de maní (sí, lo conocí pero era muy chico); o el mismísimo barril del Chavo.

Sin embargo, tal vez por el desdén y la ingratitud, advierto que ha desaparecido otra cosa que no es una cosa de por sí, si no que es un recurso: el de las películas de detectives que interrogan a los sospechosos apuntándoles con un reflector directo a la cara para hacerlos confesar. Eso no hay más.

¡Pero cuidado! Porque en estas mismas películas había un truco que tampoco se lleva a cabo actualmente: golpear paredes con atención para descubrir, a través del sonido, si existía una cavidad hueca, que podía ser el escondite del arma homicida. Eso tampco hay más.

Por eso, en resumen, a la tristísima lista de cosas que se van olvidando, se le suman a los barriles, los sospechosos interrogados a punta de cañonazo de luz, y las paredes huecas.

¿A dónde se ha ido todo eso?

jueves, diciembre 11, 2008

MÁS ANUNCIOS

Resulta que por alguna razón muy extraña, que nada tiene que ver con lo que en el noticiero llaman "el cansancio de fin de año" o "el stress de fin de año" o "el asesinato preventivo de fin de año, para evitar males mayores...a fin de año", este blog cuando entra, justamente, fin de año, entra en un estado muy raro, en donde le da una euforia, y de golpe se deprime, y otra vez euforia.
Para lograr lo que llamo "el efecto hartazgo de fin de año", siguiendo una tradición de la tv, la radio, las revistas e incluso algunos libros, la última semana tendremos los refritos de N.S.N. con los mejores momentos del año (y una lista de los peores y más bochornosos post de este 1997, más alguna sorpresa).

Pero eso en la última semana.

Y también:

FM ISER, en un acto de irresponsabilidad y locura, le ha dado a Culpa de Todos (ese programa donde digo unas cosas onda "en un promedio general sí, pero en lo particular no lo sabemos") un nuevo día, y una hora más, ampliando su transmisión a dos horas.

¿Cómo sucedió esto? Pues yo no lo sé, pero lo que sí se es que desde este lunes, todos los lunes de 19 a 21 hs, Culpa de Todos, en FM ISER. Y además desde la página web del ISER se va repetir el programa, pero por las dudas, también estará disponible para escucharlo a lo loco toda la semana en www.culpadetodos.blogspot.com

Este lunes vamos a tener a Lito Cruz, que va a pintar un cuadro por radio y Juan Carlos Marecco lo va a mirar en silencio, ¡también por radio!

Así que la verdad, el que se lo pierde, es por ganas no más.

domingo, diciembre 07, 2008

SOBRE DIOS Y ALGÚN DESTINO

En Santa Teresa, figura aquella frase que dice que son más las lágrimas vertidas por las plegarias escuchadas, que por aquellas que Dios, piadosamente desoye.
Esta crónica no pretende ser un ensayo teológico, ni de pretensiones filosóficas o semiólogas. Aventuro a decir que ni siquiera es un ensayo por su breve extensión. Es apenas, con mucho esfuerzo, una reflexión.
Debo advertir al lector que quien escribe esto es un confeso agnóstico. No sé si existe Dios o varios. Para el caso es lo mismo, ya que mi opinión aquí, en un tema tan serio, no importa ni es relevante.
Recuerdo que una vez Bioy Casares dijo que era agnóstico porque era una pedantería decir “Dios no existe” como si acaso alguien pudiera afirmarlo. Tal vez en el fondo, todos aquellos que dudamos o descreemos, guardamos la esperanza de algún suceso extraordinario que nos demuestre lo contrario.
Afirmar la existencia de Dios, no permitir la duda, y darlo como única posibilidad, es también una pedantería. Por supuesto desde aquí no iremos a resolver nada (incluso espero, como una ambición, generar más confusión al asunto, aunque para eso hay que ser muy inteligente).

En una disertación sobre el Determinismo de Laplace, por el profesor Stephen Hawking, en la Universidad de Oxford, el físico llega a refutar a Einstein cuando dice “Dios no juega a los dados” y arremete con un polémico “Dios no sólo juega a los dados, si no que lo hace todo el tiempo y en cada lugar que puede”.
¿Por qué estos dos brillantes científicos (como cientos de ellos), usaron y usan a Dios en sus teorías?
Tal vez porque la ciencia intenta buscar un porqué; el funcionamiento de las cosas desde el plano lógico, pero a la vez, entiende (o sospecha) que hay un punto en que esa magnífica casualidad del orden universal, al ser perfecto desde una supuesta imperfección, no tiene explicación. Dicho de otro modo: nada en el universo sucede porque sí. Para que algo ocurra y dé origen a las cosas deben combinarse millones (infinitas) opciones, con otras incontables (también infinitas) variables. De esa combinación aparentemente azarosa, sucede todo. La gran pregunta es: ¿cómo puede darse entre esas infinitas opciones, la combinación justa que permita el nacimiento de las estrellas, la creación de los planetas, o la expansión del universo? Allí es donde muchos científicos dicen que eso es Dios, que esa genial combinación de factores es algo que no puede surgir porque sí; a partir de allí todo puede explicarse.

La religión, por su parte, no sólo dice que esa combinación es Creación Divina, si no que todo lo demás que puede explicarse desde la lógica, también es obra de Dios.
Si consideráramos el factor casual, debemos convenir que es una casualidad que no nos alcanzaría la eternidad para dejar de asombrarnos. Si lo hubiera hecho Dios, nos llevaría la misma cantidad de tiempo asimilarlo.

El destino es también algo digno de estudio y lleno de supersticiones.
Así como la religión enmarca estas cosas, y plantea un destino signado por Dios, otros sostienen, tanto ateos, como agnósticos, dos variantes disímiles: el destino es inexorable e inalterable por causas predeterminadas; o el destino está en manos de cada persona a través de su propia voluntad.
Quizás lo único que une a estas tres posiciones es el destino final, el de la muerte. De allí nadie escapa. Pero en el medio, se pueden optar por estas diversas creencias (si cabe el término).
Así como Sartre sostenía que el hombre es responsable por sus actos y forja su destino desde sus decisiones, algunos otros (no religiosos) terminan diciendo “he decidido, pero de algún modo ya estaba escrito”
Recuerdo la parábola de Oscar Wilde, que cité aquí alguna vez, sobre el libre albedrío, en donde cientos de raspaduras de acero se dirigían a un imán, convencidas de que lo hacían por determinación propia.
No creo que sea relevante optar por alguna posibilidad, pero sí creo que no está mal ayudar a que las cosas sucedan, aunque estén escritas de antemano (hecho que me permito dudar), y no dejar que todo ocurra azarosamente. Al menos no todo el tiempo. De todos modos, el universo (con todo lo que comprende, como la vida) nos sigue sorprendiendo.

Por último quisiera referir esta historia:

Cuentan las páginas transcriptas de un libro improbable, que un hombre (tal vez días atrás) quiso que su voluntad se inclinara hacia el cumplimiento de un deseo propio. El hombre no confiaba en la intervención Divina, probablemente porque nunca vio nada en donde Dios se manifestara.
Pensó que quizás Dios se muestra, casi como un recordatorio, en los desahuciados y en los que nada tienen. En aquellos que, por alguna razón, Dios parecía haber olvidado. Creyó, no sin inocencia, que Dios no se olvida de nadie, no por bueno, si no porque quizás no conoce a nadie. Si acaso inventó esas combinaciones milagrosas que dan principio al funcionamiento de un todo, aún no ha llegado a conocer la vida (hecho fortuito en medio de muchos otros infinitos hechos).
Pero también pensó que tal vez Dios prefiera no atender las plegarias, para evitar males mayores.
Aunque no descartó esta última opción, por piedad a los sufrientes, prefirió creer en la primera.
Y así pensó en su deseo. (Es probable) que haya levantado su cabeza como buscando lo eterno, y se dirigió al destino. Le pidió que cruzara, en ese destino propio, el hecho, el deseo que estaba buscando. Si el destino estaba escrito, pensó que el guión podría acelerarse, o simplemente era hora de cumplirlo. “Iré hacía allí, pero necesito que las líneas paralelas se crucen. De todo lo demás me encargaré yo” dijo.
Entendió entonces, que es mejor pedirle algo al destino y no a Dios, porque, conjeturó, que si hay un Dios, no vale la pena molestarlo con cosas mínimas, como el deseo propio, que al fin y al cabo, en un universo que ni Dios podría haber terminado de conocer, sería el grano más chico en medio de un planeta de arena. Y a la vez, si Dios existe, estaría demasiado ocupado atendiendo plegarias mucho más importantes.
“Si Dios existe, no está para resolver esta voluntad tan insignificante en medio del infinito; en cambio el destino, escrito o no, de algún modo es mío” se dijo a sí mismo y se quedó dormido.

Es una linda idea.

Por cierto, ese hombre de la historia, soy yo.

martes, diciembre 02, 2008

¡LÍDER!

Tengo una historia buenísima, quizás la mejor que me pasó en la vida, y es real. No sabía si contarla, pero me parece divertida.
En este afán de arrepentimiento de soltero onda Dean Martin, (aunque sin dinero, ni la altura, ni el estilo, ni la amistad de Sinatra) decidí buscar novia en lugares insólitos (en realidad se presentan más que nada en lugares insólitos).

Caminaba por la calle arenales el domingo a las 10 de la mañana, volvía de un lugar, estaba cansado, sin dormir, y pasé por la puerta de una -en mi inoperante opinión- secta, que ya había visto varias veces. Pasé, miré buscando información del lugar y, de casualidad, vi a la chica que estaba en el mostrador. Retrocedí, entré y dije "buen día, quisiera saber todo sobre este movimiento".
No quisiera tener que nombrarlo, para evitar más problemas, pero es obvio de cuál movimiento de moda -en Hollywood- hablo.
Nos pusimos a hablar con la muchacha, bonita, simpática, convincente, y me explicó que todo lo que sucede allí es religión, pero no creen en ningún dios.
Casi media hora después me invitó a ver un video sobre la biografía del creador de esa religión. Por supuesto, ya más por curiosidad y por lo insólito del momento, acepté encantado.

Vi 15 minutos de la vida, bastante bien explicada, del tipo y cómo creó toda la pelota. Nos quedamos hablando más y más, se hizo más de una hora de charla y sucedió lo mejor:
le dije que volvería en la semana a medirme el alma (porque te miden el alma) y deslicé un comentario piropeador. Ella dijo "vos también" y por algo que no puedo explicar por falta de destreza, se me pasó en la mente un flash de un segundo (o menos) en donde entendí que si la invitaba a salir iba a tener, no sólo, que medirme el alma (cosa que de sólo decirlo me entusiasma), si no que unirme sí o sí a la secta.
Ahora, con los días que pasaron, pienso que podría salvarla, sacarla de allí, hacerla reaccionar (con sacudones y gritos del estilo "¡Reaccioná! ¡Reaccioná, carajo!") , pero sería inútil, porque toda su familia está allí (me lo contó ella), y tarde o temprano volverá al lugar que la vio partir (conmovedor).

Igual, ya haber estado ahí viendo el video, garpa toda la situación.

Entrar a una secta por una chica, o a un lugar raro, sea el que sea, por una chica, es algo noble, pero bobo.
Sólo me quedan los recuerdos del amor que no fue y un montón de folletos...

Nananananananananá, ¡lideeeeeer!

Actualización de (no tan) último minuto:

Dije yo arriba que ésta fue la mejor experiencia que me sucedió en la vida, pero estaba olvidando, muy injustamente, un hecho que fue significativo en mi vida de niño y aún hoy de adulto: ésta anécdota rankea casi cabeza a cabeza con el emotivo e inolvidable día que fui entrevistado por el mismísimo zar de la televisión Alejandro Romay, en una nota simpatiquísima en vivo en el Canal 9 de Figueroa Alcorta (que tenía otra entrada por Gelly 933), y como para darle un broche magnífico, fue en el programa de la señora Mirtha Legrand, cuando Romay hizo la conducción del programa, ya que la señora Legrand había enviudado.
Estaba olvidando ese hecho, que es ya es una parte mía. Cuando escriba mis memorias, ahora tengo dos historias, y no sólo una. El episodio de la secta es groso, pero Romay saca unos metros de cabeza. Habrá que esperar a que se emparejen. Quizás, dentro de 15 años vuelva a pasarme algo así como estas dos cosas, pero hoy, si tuviera que rendir cuentas ante un Jurado Celestial, ya tengo con qué defenderme.

Nananananananananá, ¡Romaaaayyy!