domingo, julio 29, 2007

FRANZ HERV HOCK

Terminando de ver la segunda temporada del Dr. House (sublime último capítulo) pienso, ahora mismo, escuchando "La Última Curda", habiendo pegado el faltazo a la grabación de hoy por problemas vocales, y teniendo muy poco que decir, me limito a incursionar en algo que no había hecho antes: la crítica literaria.

En verdad no voy a hacer ninguna crítica, si no reseñar un libro que terminé de leer ayer y se consigue en algunas librerías aun.
El libro en cuestión es "Vidas Imposibles" un rarísimo ensayo del austríaco Wendekin Landsteiner sobre el escritor Alemán Franz Herv Hock quien tuvo el extraño mérito de escribir, durante el siglo XIX y principios del XX, doce novelas y más de seiscientos cuentos (algunos de ellos casi tan extensos como una novela) y jamás ser considerado un escritor importante hasta un día antes de su muerte.
El título del libro remite a uno de los cuentos de Hock, en donde el protagonista pierde la memoria tras un accidente y recorre Viena buscando su identidad.
No es casual la elección de ese cuento como título: Hock había sufrido un trauma similar a los 31 años luego de caer de un caballo mientras se encontraba de vacaciones en la capital austríaca. Cuando despertó en un hospital, sin saber quién era, escapó y divagó por la ciudad. Este episodio de su vida es fundamental ya que sus consecuencias son también un caso médico inexplicable. Dice Landsteiner en el capítulo donde aborda el accidente del autor alemán:

"(...)Solo y sin perspectiva. Sin recordar de dónde era natural, recorrió, igual que el personaje del cuento que escribiría años después, las calles, taciturno, como si fuera un ebrio. Intentó traer a su memoria alguna información de su vida, pero esto fue en vano. La policía lo encontró al amanecer en la puerta del teatro Josefstadt mirando el anuncio de un concierto. Cuando le preguntaron quien era contestó "Franz Herv Hock, concertista". Horas después fue devuelto al sanatorio y los médicos se sorprendieron de que no recordara nada salvo su nombre. Pero más sorpresa ocasionó cuando, ya habiendo convencido a los doctores de su profesión, su mujer llegó a Viena procedente de Berlín para encontrarse con él y explicó que su marido era escritor, no concertista. Hock no reconoció a su esposa y negó todo lo dicho por ella. A continuación pidió que se lo llevara a un salón con piano -algo que había pedido insistentemente todo el tiempo- y los médicos accedieron al requerimiento. No menor fue la sorpresa cuando interpretó la sonata para piano k23 en la mayor de Mozart casi sin equivocarse. Franz Hock había estudiado violín sólo un año durante su infancia y jamás había tomado lecciones de piano. Descubrieron años más tarde que no sólo poseía oído absoluto (condición que por aquella época se desconocía), si no también una disfunción provocada por el golpe llamada "sanistéxitia"; esta rara enfermedad provoca un desarrollo espontáneo del lóbulo derecho del cerebro, lo cual le permitió a Hock desplazarse como pianista profesional con sólo recordar la melodía que iba a interpretar. Si el oído absoluto es infrecuente (un caso cada un millón de personas), la sanistéxitia es más insólita aún: un caso cada veintitrés millones de personas. Mientras Hock iniciaba un tratamiento para recobrar su memoria, tocaba para los médicos y pacientes y luego, cuando fue trasladado a su casa, compró un piano para tocar las mejores piezas de la música clásica, de la cual era devoto.
Intrigado por el asunto, el mismísimo Sigmund Freud analiza el caso con cierta gracia en una de sus obras "Sospecho que la sanistéxitia desarrollada en Hock, más allá de un efecto fisiológico, es un disparador de recuerdos, lo mismo que los sueños, sólo que él tuvo la precaución de recordar todas las músicas y reproducirlas por un extraño fenómeno en sus oídos. Pero al igual que en los sueños, Hock despertó y todo fue un recuerdo de algo que apenas podía recordar. Como soñar con una calle por la cual uno ha pasado hace veinte años "
A lo que Freud se refiere es que a medida que Hock recordaba su vida olvidaba las notas en el piano. Cuando recobró totalmente su memoria, nunca más pudo tocar una canción. No recordaba cómo hacerlo".

Debo destacar, para que el lector comprenda más el asunto, que en otro capítulo del libro Landsteiner explica que durante este período de amnesia, su familia le mostraba sus publicaciones y el las negaba cabalmente.
Luego Hock escribió el cuento Vidas Imposibles, recreando en la ficción lo que a él le había pasado en realidad.
Sufrió años durísimos ya que las editoriales lo tildaban de estridente y pretencioso, pero logró consagrarse, como he dicho, el día antes de su muerte: su novela "Las Novias Secretas de Napoleón III" una sátira del segundo emperador francés fue un éxito comercial y de crítica. El 4 de septiembre de 1908 le dieron el premio a las letras de ese año y en su discurso dio un apocalíptico mensaje:

"Durante toda la vida me negaron este premio. Durante toda la vida me negaron su cariño y reconocimiento. Pero teniendo en cuenta que voy a morir mañana, los perdono y les agradezco esta distinción. Teniendo en cuenta esta delicada situación (de la muerte) les sugiero que hagan lo mismo conmigo"

Nadie sabe cómo, pero lo cierto es que Hock nunca amaneció al otro día.

La historia de Franz Herv Hock es ciertamente atrapante e interesantísima, porque más allá de los detalles extraordinarios y únicos de su existencia, era un gran escritor. Les recomiendo conseguir esta biografía y también leer alguno de sus libros, que son difícil de conseguir, pero con paciencia se encuentran.

Nos vemos mañana.

miércoles, julio 25, 2007

EL DÍA DEL DESAMOR

Ha sido el día del amigo y hasta recibí algún mail al respecto.
Soy un tipo de bastantes amigos, todos muy buena gente y entre nosotros tenemos un poco la idea de no andar festejando estas cosas.
Al igual que San Patricio, es algo innecesario. Este tema creo que ya lo he hablado aquí, pero el festejo de estas cosas tiene que ver conque todos quieren sus quince minutos de fama, ser iluminados por el reflector (síndrome Gran Hermano) sin tener ningún talento. En vez de estudiar, prepararse, saber cantar, tocar algún instrumento, actuar, escribir, es mejor salir por televisión sin todas las virtudes anteriores. Y si no hay televisión, vamos a un bar a gritar y llamar la atención.
Eso, básicamente es el día del amigo (sumado a la incoherencia de la llegada del hombre a la luna) y de todos los festejos así.
Nosotros preferimos, por ejemplo, celebrar que estamos vivos y enteros. O que uno se esguinzó el tobillo en un partido de fútbol, pero cualquier día. No son necesarias las fechas preanunciadas, como si fuera una obligación.
Por eso, como para cortar un poco el entusiasmo pelafustán, y ya que se festeja cualquier cosa, propongo establecer "El Día del Desamor".
El Día del Desamor puede ser considerado, tal vez, el 15 de febrero, después del día de los enamorados. Pero podría ser cualquier otro día.
Incluiría no sólo a los que no están enamorados, si no a los abandonados, a los que abandonan, a los que lloran amores que no fueron, amores inconclusos, desengaños y toda clase de desidia amorosa.
Incluso podría anexarse con el día de "Aquello que Jamás Llega", ya que no tendría fecha fija. El que quiera celebrar eso, no sabrá con exactitud cuándo es; así que podrían considerarse ambas fechas juntas.
El festejo sería más bien moderado. Es fundamental que el desenamorado se siente en un bar y se pida una botella de vino. Deberá beber en soledad, recordando la pena, pagar la cuenta, decirle al mozo algo así como: "que triste es todo, hermano" y luego divagar por las calles.
Podrá decirle a las señoritas, que vendrán también recordando sus fracasos, un piropo, pero de tono leve.
Luego tendrá que ir a su casa y escribir un poema triste, leer un pasaje de algún libro que abarque este tema y luego se irá a dormir, o a una milonga para buscar una señorita que le haga olvidar a las anteriores.
De ningún modo el apenado podrá andar saltando por las calles con una calabaza de halloween en el marote, o escuchando música techno en un auto, lo cual le quitaría toda sobriedad y solemnidad que se requieren en estos casos.

Por El Día del Desamor...


Antes de irme, dejo este verso para que algunos se dejen de bailar y de tanta televisión y agarren más los brolis:

Quisiera ser canfinflero
Para tener una mina,
Mandarselá con bencina
Y hacerle un hijo aviador,
Para que bata el record
De la aviación argentina.

(El Apache Argentino, circa 1910)

sábado, julio 21, 2007

COMO LEVANTAR MINAS (II)

Auspician este programa:
Entel, años y años comunicando a la gente.
Casa Lamotta, donde se viste Carlota.
Ferreterías Garch. Siempre hay un Garch cerca de su casa.
Ital Park.
Hotel "La Tapada", el escondite perfecto del amante exitoso.

Música con cornetas a todo volumen.
Gira una placa con letras amarillas de modo muy torpe.
"Cómo Levantar Minas"

(Entra MD al estudio con la clásica tribuna aplaudiendo a rabiar).

MD: ¡Buenas noches! ¿Cómo anda esa tribuna? Bienvenidos al programa del hombre ganador, del hombre que si quiere se puede levantar hasta su mejor vecina. Esto es...

Tribuna: ¡Cómo levantar minas!

MD: ¡Sí! y ya damos paso a mi querido y fiel asistente...¿dónde está? Ahí está, miralo...¡Cherquis Bialo! Entrá Cherquis.

(Entra Cherquis y saluda levantando los brazos. La tribuna lo aplaude y gritan "Cherquis, Cherquis")

MD: ¿Cómo estás Cherquis?

Cherquis: Muy bien.

MD: Se te ve mejor, te cortaste el pelo. ¿Sabés a quién estás parecido? A Román Liuj. (La tribuna se ríe). Bueno, ¿qué nos contás?

Cherquis: Estuve saliendo a la calle, haciendo notas.

MD: Así es. Y me han dicho que trajiste un material espantoso (la tribuna sigue riendo). ¡Mentira Cherquis! Parece que lo odio, pero lo quiero. ¿La anduviste poniendo un poquito, Cherquis? ¿Algo? ¿Te sirven las cosas que te enseño?

Cherquis: Sí, son muy buenas.

MD: ¡Ahí va! ¡Un aplauso para Cherquis! Que la pone y es discreto.

(La tribuna estalla en un aplauso y corean "Olé, olé olé, Cherquis, Cherquis" cada vez más fuerte).

MD: Bueno, vamos a ver el informe de Cherquis.

(Se ve a Cherquis parado en la calle Florida con un micrófono).

Cherquis: Hoy salimos a la calle para saber qué hacemos los hombres cuando nos gusta una mina.

(Aparece un hombre bastante gordo, de bigotes y la voz muy gruesa).

Hombre: Yo mina que quiero, mina que tengo. Y a mi hijo le enseñé lo mismo. Si veo una que me gusta le grito una guasada, porque no hay nada que les guste más a las mujeres que les digan guasadas. Imaginate, vos mujer, vengo yo y te digo "sos tremenda ****, la**********. Si te agarro ********* y******* y no te salvás". Se derriten. Eso es lo que quieren las mujeres. Son todas iguales.

Cherquis: ¿Y a tu hijo le enseñaste eso?

Hombre: ¡Y sí, papá! Mirá. Este que tengo de hijo era un desasssstre. Y me dije "lo tengo que avivar" ¿Y qué hice? Le lleve una trola a casa. El pibe entró a casa y ahí estaba. Bonita era. Le saqué unas fotos y todo... como de recuerdo ¿viste? Después los dejé solos.

Cherquis: Un mensaje final para la juventud.

Hombre: Sí. A las minas hay que putearlas que les gusta eso.

(Termina la nota)

MD: Qué bueno Cherquis. Muy bien. Qué importante lo que decía este hombre ¿no? A las minas hay que putearlas. Ese es un macho.

(La tribuna aplaude)

MD: Vamos a recibir ahora a un invitado lujosísimo, pero antes el locutor nos va decir quien auspicia este segmento.

Locutor: Auspicia a este invitado "Vaselina Castillo" la vaselina de los ganadores.

MD: Así es. Con nosotros un amigo de la casa. Carlos Mastandrea.

(aplausos)

MD: ¿Cómo estás Carlos?

Carlos: (con smoking celeste) Muy bien, gracias por invitarme.

MD: Gracias a vos por venir. Contanos tu experiencia Carlos.

Carlos: Bueno, yo estaba muy mal porque había terminado de grabar una novela de...

MD: (interrumpe) Vos sos actor.

Carlos: Sí. Yo pertenezco a la asociación de extras y hago de extra en las novelas. Trabajé con Darín una vez. Bueno, y terminé de laburar y viste cómo es la televisión. En el barrio me veían las mujeres y, por ejemplo, yo estaba en la fiambrería y me decían: "¿Usted no es el que sale en la novela?". Y yo contestaba que sí. Y bueno, la continuidad de trabajo me permitía tener mucho levante. Este medio es así. Un día estamos en la cresta de la ola y al otro día nada. Y yo dejé de trabajar y no enganchaba nada. Hasta que compré tu cd de autoayuda "Levantar minas es más fácil que pegarle a una pelota" y no sólo me repuse en las conquistas, tengo seis candidatas y estoy haciendo de extra en cinco novelas a la vez.

MD: ¡Un aplauso para este hombre, por Dios!

(La tribuna aplaude muy fuerte)

Carlos: Por eso quería agradecerte por este éxito, porque en parte es tuyo.

MD: No, no, Carlos. El éxito es tuyo. Yo sólo soy un puente entre vos y el éxito. Y Usted señor también puede ser como Carlos y conquistar a todas las mujeres que quiera y tener trabajo comprando "Levantar minas es más fácil que pegarle a una pelota" llamando a los números que salen en pantalla. Gracias por venir...Ricardo.

Carlos: Gracias a vos.

MD: Bueno, y nosotros, como ya sabrán que el tiempo en la televisión es tirano, nos vamos y nos vemos en la próxima emisión de

Tribuna: "¡Cómo levantar minas!"

(Títulos finales. Fin)

jueves, julio 19, 2007

MARCELO EL REMISERO

Hace días que vengo recordando a un personaje muy particular que tuve la suerte de conocer hace unos años, y aunque tal vez a nadie le importe, quiera compartir la bizarra historia de Marcelo.
Para esto primero debo aclarar algo: de las únicas dos virtudes que tengo, creo que una de ellas es que tengo cierta capacidad para interpretar las características de las personas. Puedo pasar horas y horas viendo a la gente en determinadas situaciones (en muchísimos casos la misma situación) y estudiar como reaccionan ante el mismo o diferentes estímulos. Eso me ha interesado toda la vida. Entonces creo que si tuviera que definir ese aspecto de mi vida se llamaría "estudio de idiosincrasias"
Una de las cosas que más me llama la atención es la necesidad de expresión de los sujetos, tal vez ante mensajes innecesarios, pero resultan también, hijas de este afán de expresión, conclusiones y frases muy ingeniosas y hasta lúcidas de parte de la gente menos pensada.
No espero que un abogado me explique los vericuetos de la justicia, sería algo redundante y estúpido en sí. Podría decirse que inclusive tiendo a desconfiar en la gente que se preparara en los ámbitos universitarios. Tampoco pondero a los que no han estudiado nada (como mi caso), pero en éste modesto análisis que hago todos los días, encuentro mejores resultados en los menos preparados (salvo en mí, que hablo sin coherencia en demasiadas cosas) y muchas canalladas en los estudiantes de algunas carreras que tienden a dividir a las sociedades en los que tienen más y los que tienen menos.
Pero hay algo mejor en todo esto: la necesidad de expresión, fomentada quizás por la angustia de la vida cotidiana, deja ver en el que se expresa una tendencia a la exageración. Hay personas que son grandes actores sin saber que lo son; utilizan frases correctas y elocuentes, hacen un estupendo uso de los silencios y rematan sus anécdotas con finales insospechados y efectivos. Todo esto hace que uno no sepa si su interlocutor está mintiendo o ha tenido una vida majestuosa.

Esta introducción es para contar la siguiente anécdota.

Yo hice quinto año del secundario libre. Rendí 16 materias en una semana con un solo fracaso, que era una materia que arrastraba desde segundo año. El día que terminé todos mis exámenes salí del colegio a las 9 de la noche (fui el último alumno en rendir, me quedé supervisando el papelerío para que no haya errores en la transcripción de las notas y ese fue el fin del colegio, fui el último en salir y ahí cerró para siempre). Salí, me fui a mi casa y armé un bolso, agarré mis intrumentos, unos grabadores, miles de cuadernos y me tomé un remise a la casa de un familiar en Vicente López, en la provincia de Buenos Aires. Eran como unas vacaciones. No quería saber nada con el centro porteño por un buen rato. En aquellos días andaba muchísimo en remise, mucho más que en taxi y colectivo. Adonde sea que fuera iba en remise.
Ya en Vicente López, que es más barrio, caminaba por algunos lados, pero me dedicaba a tomar sol, nadar y escuchar música (ya entraba el verano). Los fines de semana venían mis amigos y nos quedábamos en la casa varios días.
Una noche muy tarde, estaba con uno de estos amigos y tuvimos que venir al centro. Llamé a una remisería que yo no conocía y nos enviaron un auto con el conductor más raro del mundo: Marcelo. El tipo era flaco, canoso, de rulos, un tanto parecido a Luis Zamora.
Tocayo mío, en muy pocos minutos entablamos conversación. Yo iba en el asiento del acompañante y mi amigo atrás con unos equipos. No sé como cuernos el tipo nos empieza a explicar una historia extrañísima en donde él conoce a una chica de este modo:
"yo tengo unos amigos que conocían a una mujer casada. Ellos le hablaban de mí, que Marcelo esto, que Marcelo aquello y ahí quedó. La cosa es que la mina al tiempo tiene un hijo y mis amigos me invitan a una reunión para conocer al hijo. Yo no la había visto nunca. Cuando me la presentan, ella me saluda de una manera que se me insinuaba y ahí me di cuenta que tanto le habían hablado de mí que ella se enamoró sin conocerme. Pero no se enamoró de mí; se enamoró del personaje (reitero esto último porque tantos años después aún me suena en la cabeza: no se enamoró de mí; se enamoró del personaje). Ella me pregunta si quiero alzar al hijo y yo, ni lerdo ni perezoso, cuando agarro al nene le acaricio la mano".

La historia era de lo más inverosímil. Estábamos muy tentados, pero juro que era atrapante. El tipo lo contaba como si lo estuviera viviendo. Gesticulaba, utilizaba los tonos exactos para ilustrar cada situación. Tanto me llamó la atención la forma en que lo contaba que indagué no menos de tres veces acerca de eso de "no se enamoró de mí, se enamoró del personaje". El tipo lo explicaba muy bien. Estaba convencido de que tanto le habían hablado a la mina de él, que ella lo idealizó de tal manera que se enamoró de esa proyección. Me pareció una historia tan mentirosa como auténtica. Era improbable, pero por otro lado era factible. Yo prefería y prefiero creerle.
Tan bien me cayó esa historia que cada vez que llamaba por un remise, pedía que lo enviaran a Marcelo. Con el tiempo nos fuimos haciendo amigos. Siempre me contaba historias así, pero yo le pedía siempre que me recordara la anécdota anterior.
Una vez me llevó al Aeropuerto de Ezeiza a las 6 de la mañana, yo tenía que recibir a alguien y el tipo se dormía mientras manejaba. Pensé que nos íbamos a matar en el camino, pero logramos llegar. Como el vuelo estaba demorado le dije que se fuera, que yo me quedaba ahí y me dijo "yo te espero, me voy a sentar" y se sentó en una de las sillas de la sala de espera de los arrivos y se quedó completamente dormido. La gente lo miraba y yo no podía parar de reír. Lo iba a despertar y me decía "Estoy cerrando los ojos nomás".
Por aquella época pasé un tiempo en un departamento en Martínez. La zona es muy linda y estaba muy tranquilo. Nos habíamos ido ahí con la novia que yo tenía en ese momento y como ella viajaba hasta el centro, creo que por temas estudiantiles o de trabajo, no recuerdo bien, yo iba hasta Vicente López por la tarde para trabajar en unos negocios que tenía en aquel entonces con un productor televisivo en el Paraguay y que resultaron truncos. Cierta noche se me hizo muy tarde y obviamente llamé a la remisería. Llegó Marcelo y tenía ganas de que me contará cuáles eran las mejores técnicas para conquistar chicas en una cena romántica. Yo quería impresionar a mi novia y solo Dios sabe por qué le pregunté a este hombre. Tal vez en el fondo yo quería creerle. Tal vez quería llevar a cabo algunos de sus consejos. Yo ponía mucho interés en lo que me contaba aunque sabía que jamás iba a hacer tales cosas. Lo primero que dijo fue algo así como: "Es elemental la música Marcelito. Vos para impresionarla tenés que hacerle una cena y cuando están por comer ponés un disco". Obviamente la pregunta caía de madura.
-¿Qué disco?
- Alguno de Nino Bravo- me contestó.
Si bien por dentro me reía, el tipo era verdaderamente querible. Yo seguí en el juego.
- ¿Sabés que no conozco de Nino Bravo? Nunca lo escuché más que en un tema o dos, pero ni los recuerdo.
- Claro, vos sos chico- dijo y se puso a enumerar canciones y a cantarlas. - Ahora se escucha Luis Miguel, pero Nino Bravo es mejor- remató
- ¿Funciona? ¿Te dio resultado?
- ¡Pero claro! Y si no un bolero de los que hace este chico Luis Miguel, pero los verdaderos, los de Armando Manzanero. Eso también es romántico-.
Luego dio una definición de las mujeres inolvidable:
"Las mujeres son como las rosas. Pueden ser hermosas, pero si las agarrás mal, te podés lastimar. Hay que saber tratarlas. Se las trata con amor. Si no sabés manejar eso, te clavás una espina. Hay que seducirlas todo el tiempo y cuidarlas. Ser romántico siempre".

Jamás coincidí con esa idea, pero era imposible no agradecerle por tal consejo. Nunca era ordinario, al contrario, Marcelo era un romántico, defendía el amor y sus ritos. Y eso me parece algo mucho más noble que andar hablando puerilidades sobre las mujeres. El gran Marcelo no hacía esos comentarios de "las minas son todas iguales, quieren...." No, el tipo defendía su idea de la seducción de manera asombrosa.

Después de esa vez creo que nunca más nos vimos. Dejó de trabajar en la remisería, yo volví a vivir en el centro de la Capital Federal y perdí contacto. Y si bien Marcelo era un personaje raro, divertido y excéntrico, para mí conserva aún cierto misterio, porque siendo un observador de las personas, de sus virtudes, de sus defectos, nunca supe si Marcelo mentía o no. Tampoco me importaba ni me importa, porque yo le creo. No sé si a él, pero sí al personaje. Y otra vez ronda en mi cabeza la idea de que no somos más que aquello que nos creen o se percibe de nosotros.
Siempre, como ya he dicho varias veces en este blog, prefiero creer, y sobre todo en estas personas, en aquellos que hacen de un silencio, un discurso maravilloso.

domingo, julio 15, 2007

LAS MEJORES CITAS DEL MUNDO

La primera entrega de una serie de citas para coleccionar y decirlas en una reunión y así quedar como un rey (o reina, ya que la mayoría del público de N.S.N es mujer y aun no sé por qué)

"El amor es como el campo de batalla: basta conque un lugarteniente rompa la orden de un general para que caiga la estructura. En la guerra, es preferible fusilar al desertor. El problema es que en el amor, las mujeres son los generales y los hombres, simples soldados".
Napoleón Bonaparte -1807-

"Si Dios quisiera jugar conmigo, le diría que espere, aunque aceptaría encantado. Pero si el universo se maneja por leyes abstractas,ahí sí tenemos un problema".
Albert Einstein -1947-

"¿Si alguna vez he amado? Probablemente sí; probablemente no. En todo caso, cualquiera de las cosas sería verdad, y peor aún: inservible ante los ojos del universo".
Jorge Luis Borges -1958-

"¿La muerte igualadora? ¡Pretextos de la literatura española! ¡Querrá decir usted la muerte vengadora! Cuando me venga a buscar me va a tener que llevar con la fuerza pública y bajo protesta firmada por notario".
Salvador Dalí -1949-

"Mis películas no son cómicas. El gran dictador no habla sobre un chiste; Monsieur Verdeaux tampoco. Si bien son disímiles, es cierto que Charlotte aparece en la primera...pero es cierto también que habla, y hablar ya es el primer síntoma de que algo anda mal. Cuando dejamos de reír, quedamos en silencio y luego hablamos. En estas películas mis personajes hablan, tal vez porque ya no hay mucho porqué reír".
Charles Chaplin -1956-

"Tanto tiempo perdido en escribir poemas de amor. Con los años descubrí que era mucho más útil perseguir mujeres que escribir sobre ellas".
Olecram Oirfonod -1954-

"A veces creo, cuando mis propias convicciones chocan con mis teorías, que es inútil explicar qué es lo que pasa en la cabeza de un paciente. Cada vez más frecuentemente me asalta la idea de que el pensamiento y el razonamiento de los esquizofrénicos es tan igual, y a veces mejor, al de cualquier ciudadano del mundo".
Sigmund Freud -1926-

"El mundo moderno es sencillo. No hay diferencia entre los tiempos pasados y ésta época. Lo único que cambia es la forma de vestir. Mientras tanto, desde la existencia del hombre, el chisme mantiene su vigencia".
Roland Barthes -1967-

sábado, julio 14, 2007

SOL ABIERTO NEWS

No hay nada más raro que estar en la sala de ensayo abrigado. Ese es un ámbito donde suele hacer calor, pero esta vez juro,que aunque no estaba para sweater, yo por lo menos andaba con camisa y remera.
Estamos buscando sala para presentarnos, tenemos un buen repertorio con el poderío que la banda merece y nos acompañan amigos en el bajo y la batería ya que no podríamos tocar todos los instrumentos con Ibarrola, como en las grabaciones, aunque sería un espectáculo digno de ver: dos tipos tocando en vivo, todos los instrumentos, hasta con las rodillas.
Estamos también mudando la página de Sol Abierto a un lugar un poco más cómodo, ya que purevolume presenta ciertas restricciones técnicas. La semana que viene vamos a presentar un último adelanto del disco. Después videos y algunas grabaciones muy extrañas. Ahí sí, por fin los conciertos (y habrá hasta capaz haya remeras de S.A de regalo).
Me despido, mañana estaremos grabando y mezclando otra vez y después nos espera ardua de más ensayos.

Pásenlo bien, y si no yo lo haré por ustedes.

Gracias a todos los que están leyendo y comentando, me encantan sus pensamientos filosos e inteligentes e injustamente halagadores hacia mí (no soy merecedor de las cosas lindas que me dicen, pero muchísimas gracias igual)

Están en mi recuerdo diario, todos.

martes, julio 10, 2007

UN MEJOR FANTASMA

Hoy,9 de julio de 1816, mientras veía caer la, de costumbre, nieve en Buenos Aires dí con una no tan antigua novia.
Mirábamos la calle, y nos saludamos:
- ¿Vos sos vos?- Pregunté.
- Claro...Y evidentemente vos sos vos.- Contestó casi sorprendida.
Por supuesto que ambos mentíamos. Ni ella era ella, ni yo el que fui.
Después de los saludos de rigor ella dijo algo que me obligó a desplegar cierto pensamiento: "te ves muy bien" improvisó con una sonrisa. Horas después puedo afirmar que la primera impresión me convirtió (una vez más) en un canalla; había yo pensado que ella estaba bastante desfavorecida.
El tiempo obra milagros. Inclusive todo lo mejora. ¡Inclusive nevaba! Era imposible que a simple vista no fuera aquella mujer que en su momento me parecía tan atractiva. No pude evitarlo...así fue la primera impresión.
Luego, al verla a los ojos, al mirarla en detalle, comprendí que advertir la decadencia en los otros es advertirla en uno mismo. Todo aquel que vemos desmejorado por el paso del tiempo, no es más que el propio reflejo.
Entonces entendí que no somos los que éramos, por más poco tiempo que haya pasado.
Y también entendí que así como yo la recuerdo, en esplendor, alguien, tal vez varios, también lo hagan del mismo modo. Incluso ahora.
Cuánto cambia una persona a quien ya no se ama. Cuánto cambia uno cuando ya no es amado.
Entonces tuve que aceptar, que uno no es más que el recuerdo de un amor. ¿Acaso alguien me ha visto? ¿Alguien me ha visto realmente? ¿O sólo recuerdan mi imagen? Seguramente ese recuerdo es más grato que verme en persona...si es que hay tal persona. Si es que de verdad existo. Si es que no soy, tal cual sospecho desde siempre, el recuerdo difuso de alguien; la esperanza apagada. Un sueño roto. Un mal amor vuelto amable sólo y tan sólo por el paso del piadoso tiempo.
Y pude ver, al despedirme, un último reflejo de ese amor que tuve alguna vez y ya no estaba tan mal. Volvió a ser hermosa como siempre. Volvió, sin pretenderlo, a ser el mejor recuerdo.
Y yo recordé que no recuerdo y olvidé aquella mala impresión primera y la imaginé en el futuro como mi mejor pasado. Y olvidé también que los amores se dividen; y agradecí que me haya amado.
Y siendo el mejor de los fantasmas, el recuerdo más volátil, me fui, mirando la nieve. Si nevaba en Buenos Aires, yo podía ser un mejor recuerdo, un recuerdo brillante; aún en este presente tan opaco.

lunes, julio 09, 2007

ESTO ES CIENCIA DE VERDAD

Inspirado y basado en mi serie favorita, y practicamente la única que veo, el Dr House, presento aquí mi propia ficción medicinal ambientada en el hospital de Clínicas: "El Doctor D".

Música con cornetas pero en estilo lounge; se ven unas imágenes de MD con su equipo médico conformado por un rubio medio bala interpretado por Santiago del Moro, un punga y Carolina Oltra que le da el glamour a la serie.

Locutor: "MD, diagnóstico médico"...Hoy veremos "paranoias"

(Está todo el equipo médico en la oficina de MD. El doctor D. entra con un bastón -que no necesita, pero hace que se parezca más a la versión norteamericana-)

MD: Bien, ¿qué es lo que hay hoy?

Carolina Oltra: Un caso de una mujer con un fuerte dolor en el pecho.

El punga: Creo que é un infarto.

Santiago del Moro: Todo nos indica que es un infarto.

MD: Así parece, lástima que son todos unos ignorantes. (Escribe en su pizarrón "dolor en el pecho) ¿Qué más tenemos?

El punga: Ya le dijimo´ tordo.

MD: No estoy hablando con vos, punga zaparrastroso. Ni siquiera sé como llegaste acá.

C. Oltra: Doctor, el electrocardiograma nos marca una disfunción en los latidos. Tal vez necesitemos un transplante.

MD: ¡Pero si está opinando la lindísima doctora Oltra! El mejor promedio de la Universidad Privada...tal vez ella necesite más libros y menos cama...O tal vez podría acostarse conmigo y aprender algo. El transplante es una buena opción para sus residencias en las clínicas de ricos y para sus casitas de Barbie, esto es el Hospital de Clínicas. Es obvio que lo que tiene la paciente es una esquizofrenia galopante (Oltra baja la cabeza afligidísima).

S. del Moro: Doctor, eso es imposible...

MD: Imposible es que alguien como vos haya terminado el secundario. Quiero ver a esa mujer.

(El Doctor D. se dirige a la habitación de la paciente, el equipo lo acompaña. Está con un respirador y el marido al lado).

El Marido: Doctor, ¿se va a salvar?

MD: Yo sí...ella no sé. ¿Tuvo contacto con metales pesados? ¿Dónde trabaja?

El Marido: ¿Ella o yo?

MD: ¿Usted tiene un respirador o su mujer? Si no ayuda me voy a encargar de que mi bastón sea su próximo proctólogo.

El Marido: (sin entender nada) Ella trabaja en una empresa de seguros.

MD: Lo que me temía. (Le saca el respirador a la paciente) Señora, ¿usted trabaja en una empresa de seguros?

La Paciente: (un tanto adormecida) Sí.

MD: ¿Cómo se llama?

La Paciente: ¿Mi marido o yo?

MD: ¿¡Son todos estúpidos en esta familia!? ¡Vos, pelotuda!

La Paciente: Esther...Esther Sinhilo.

MD: ¿Y cuántos años tenés?

La Paciente: 35.

(MD le da una trompada en el estómago)

MD: ¿¡Cuántos años tenés!?

La paciente: (dolorida) 35.

(MD la surte de nuevo)

MD: ¡Cuántos años tenés te dije!

La Paciente: (muy, muy dolorida) 55 y mi verdadero nombre es Alicia. Dije que me dolía el pecho para llamar la atención

MD: Ahí tienen...esquizofrenia y mentirosa compulsiva. Administren ya cien cajas de Rivortil. Inicien tratamiento.

(MD se va. El Marido abraza a la Paciente)

C. Oltra: ¡Ay! Me meo...es brillante.

S. del Moro: ¡Bah!

(MD está en la terraza clavándose unas benzodiazepinas. Se escucha de fondo"You Can´t Always Get What you Want". Entra su mejor amigo, el oncólogo Fantino, interpretado, justamente, por Alejandro Fantino)

Fantino: Ahí estás.

MD: Pero si es el prestigioso Doctor F. ¿Algún juicio nuevo por mala praxis?

Fantino: Deberías dejar ese resentimieno y sobre todo, esas pastillas.

MD: Son recetadas...por mí.

Fantino: ¿Sabés lo que creo?

MD: En verdad no me interesa.

Fantino: Creo que estás paranoico porque desde que tu novia te dejó, tenés miedo a comprometerte en una relación nueva y pensás que todas las mujeres te van a dejar.

MD: Pero ni siquiera estoy enamorado.

Fantino: ¿Y la Doctora Oltra?

MD: No sé de que hablás.

(Entra Oltra. Fantino le guiña el ojo a MD y se va).

C. Oltra: Doctor D. Entró a emergencias un hombre que se autoproclama a los gritos como el hijo Dios. Lo necesitamos urgentemente.

MD: Es un problema en el hígado. Que le hagan una punsión lumbar y un hepatograma.

C. Oltra: Doctor...Si bien eso que está diciendo es una incoherencia, sé que va tener razón al final. Lo admiro mucho. Ojalá algún día podamos salir a tomar algo.

(La música suena más fuerte. MD la mira fijo)

MD:...En sus sueños de muñeca Barbie. Camine, que ese hombre no se va cambiar el hígado solo.

(Títulos finales)






jueves, julio 05, 2007

¿Y QUÉ MÁS?

Hola Amigos.
Pido perdón a todas las personas que entran todos los días para leer algo interesante en este modestísimo blog, pero no he podido actualizar nada por falta de tiempo. Hoy tampoco podré desplegar muchas cosas pero prometo para los próximos posts darles todo lo que quieren, por eso, aquí un adelanto de todo lo que viene entre este fin de semana y la semana entrante:

Un nuevo capítulo de "Cómo levantar minas" con mi asistente Cherquis Bialo. Y además: Ricardo Darín, completamente desnudo, nos explica como hacer una ensalada rusa y los secretos de la actuación.
Y también: una actriz porno nos relata sus mejores experiéncias en la serie de pelícuas "Mamá, me compré un caballo" con la participación de Norma Aleandro y giuiones de Beatriz Sarlo.
¡Y por si fuera poco!: Nos metimos en la casa de Gran Hermano de prepo y les dijimos a los participantes que Boca ganó la copa libertadores y que Argentina quedó afuera del mundial perdiendo por goleada todos los partidos de la copa América (rememorando una vieja llamada de Tangalanga del mundial 86')y los pibes se querían morir y salimos corriendo.
¡Y si esto no te conforma!: Publicamos el teléfono de Macri para que lo llames y le digas "trolo, trolo" todas las veces que quieras.
¡Y encima!: también publicaremos toooodos los teléfonos de chicas más lindas del barrio y sus mejores fotos, y los diálogos exactos que hay que decir para que larguen un "sí".

¿Algo más? ¡Sí!

Todo eso y mucho, muchísimo más en la página más frecuentada por la gente que busca en google fotos de Valeria Masa (de verdad, no entiendo como tanta gente busca fotos de Valeria Masa y vienen a parar acá, me sale en la data de la gente que entra en el blog ¡¡¡No hay datos de Valeria Masa en este blog!!!)

Así es julio en No Somos Nada...juntos, y estar cerca es muy bueno.

¡Libertad! (con el logo de canal 9 de la época de Romay)

(miren lo que me salió en el horóscopo, lo lei recién:)
Amor: Los que te rodean apenas sí lo creen, pero es obvio que estás enamorado. No te lo guardes para ti y declárate.

¡Ni loco me declaro!...pero es obvio, sí.

- Bueno, Marcelo, ¡ya! ¡Andate!
- Bueno, bueno, me fui. El sábado actualizo con un toco de cosas. Los quiero, chauuuu.

domingo, julio 01, 2007

SERÁ

Habiendo enlazado todos los puntos del pasado, prefiero mirar hacia adelante. El amor así lo indica.
Proyectando al futuro, puedo decir que es muy prometedor, porque la incertidumbre todo lo puede. ¿Acaso hay algo mejor que esa espera por un amor que puede llegar, como puede no aparecer jamás?
El entusiasmo también esconde miedo. No es una tarea sencilla. Ya se sabe, bien se sabe, que la seducción, efectiva e inapelable, es un trabajo tan engorroso como gratísimo. Todo está implicado allí. Un paso en falso es la desidia. Pero cada tanto también surge algún milagro, alguna jugada elegante, y un piropo es bien recibido y reconocido.
En la vida de un hombre, alguna mujer lo ha amado y alguna mujer lo ha dejado. Y por más tribial que esto parezca, cuando le sucede a uno, como decía Hyden, puede ser mortal.
Eso dijo Borges una vez y se completa con aquello que cada sufrimiento por el abandono, cada desvelada noche en pena por el desamor es único. Sólo nos queda el goce por el sufrimiento del abandono.
Sin embargo, mejor es irse a dormir pensando en volver a ver a la persona amada...aun en el más estricto silencio.
El vértigo y la ansiedad por el llamado que no llega, incluso el temor de no estar a la altura, todo lo peligra; todo lo embellece.
Por eso, cuando duerma, pensaré en ellas. En las que se fueron, en las que no fueron, y en las que serán. Porque así como se extraña a quienes no están, también se extraña a quien vendrá.
Ahí estaré hoy y mañana: con las que serán. Mejor aun: con la que será.